TEMA !6 5Causas y consecuencias de la Revolución de Asturias de 1934:5.1El fin del Bienio progresista:La derecha tradicional española se opuso a la labor reformadora del gobierno.
Estaba dividida en la Renovación Española (Dirigido por José Calvo Sotelo. Eran muy conservadores y monárquicos), la Confederación Española de Derechas Autónomas (Dirigida por Gil Robles. Eran conservadores y católicos y aceptó desarrollar su acción política en el marco político existente de hecho, la Comunión Tradicionalista (Carlistas con apoyos en el País Vasco y Navarra) y la Falange Española y las JONS (Dirigidas por José Antonio Primo de Rivera y Ledesma respectivamente. Eran grupos de inspiración fascista, antidemocráticos y nacionalistas que terminaron uníéndose).En el ejército se extendíó el malestar por las reformas religiosas, militares y la concesión de la autonomía catalana. En 1932 fracasó el Golpe de Estado protagonizado por el general Sanjurjo.La CNT anarquista protagonizó huelgas, ocupaciones de fincas e insurrecciones como la revuelta en Casas Viejas, hecho utilizado por la oposición contra Azaña. También se produjeron revueltas socialistas protagonizadas por afiliados a la Federación de Trabajadores de la Tierra de la UGT, como los sucesos de Castilblanco.A estas dificultades para el gobierno de la República, se sumaron dos fracasos electorales (Elecciones municipales para algunos ayuntamientos y elecciones a miembros del Tribunal de Garantías Constitucionales).El ambiente de crispación política y social provocó la dimisión de Azaña, la disolución de las Cortes por parte del Presidente de la República (Alcalá Zamora) y la convocatoria de elecciones que darían lugar a un giro en la política española.5.2El Bienio Conservador (1933-1936) y la paralización de las reformas:Las elecciones de 1933 dieron el triunfo a los partidos de centro-derecha. Los gobiernos se formaron en torno al Partido Radical, que evoluciona hacia posiciones centristas, con el apoyo parlamentario de la CEDA, el partido más votado. El presidente del gobierno fue Lerroux. El giro electoral se explica por el malestar político y social, a causa de la decepción de amplios sectores del país ante el proyecto reformista. Para algunos políticos fue determinante en el resultado el voto de la mujer por primera vez, condicionadas por los confesores.El nuevo gobierno paralizó las reformas del periodo anterior (Se devolvieron las tierras a la nobleza, se anuló la expropiación de las tierras mal cultivadas y se redujeron los salarios).El gobierno se enfrentó a la Generalitat de Cataluña que había aprobado una ley de cultivos por la que los arrendatarios de los viñedos podían acceder a la propiedad de la tierra pagando a los propietarios un precio tasado. Los propietarios se opusieron contando con el apoyo de la Lliga Regionalista y de la mayoría de las Cortes, que llevó el caso al Tribunal de Garantías Constitucionales, que anuló la Ley. Sin embargo, la Generalitat volvíó a aprobar una ley prácticamente igual. También se enemistó el gobierno con el PNV, por la paralización de su proyecto de estatuto en las Cortes.Se aprobó un presupuesto para el mantenimiento del culto y el clero y se amnistió a los participantes en el Golpe de Estado del general Sanjurjo y a los colaboradores de Miguel Primo de Rivera. Se mantuvieron las reformas militar y educativa, aunque con menos presupuesto.La paralización de las reformas llevó a la radicalización del ala más izquierdista del PSOE (Dirigida por Largo Caballero) frente a la más moderada (Dirigida por Indalecio Prieto), partidaria de la colaboración con los republicanos de izquierda. La CEDA presionaba a Lerroux para participar en el gobierno, amenazando con retirar su apoyo parlamentario.5.3La revolución de Octubre de 1934 y el fin del gobierno conservador:Esta revolución fue consecuencia de la entrada de la CEDA en el gobierno, al que las fuerzas de izquierdas consideraban enemigos de la República. La UGT organizó huelgas generales en las que fracasaron por la falta de organización y por la intervención del gobierno.En Asturias, los mineros iniciaron un proceso revolucionario en el que participaron socialistas, comunistas y anarquistas. Los comités revolucionarios tomaron el poder en los municipios y sitiaron Oviedo. El gobierno envió a la Legión para reprimir la insurrección. La represión fue durísima, con ejecuciones y encarcelamientos.En Cataluña, el Presidente de la Generalitat, Lluís Companys, proclamó la República Catalana dentro de la República Federal Española. Se organizó una huelga general que fracasó por la escasa participación y la no colaboración de la CNT. El gobierno declaró el estado de guerra: el ejército tomó el Palacio de la Generalitat y fueron detenidos los miembros del gobierno autónomo y del ayuntamiento de Barcelona. Se suspendíó la autonomía catalana y la Ley de Contratos de Cultivo. También fueron detenidos Azaña y Largo Caballero.Hubo una mayor influencia de la CEDA en el gobierno con Gil Robles como ministro de la guerra, que presentó un proyecto de reforma constitucional, aunque no llegó a ser votado. Hubo un mayor acercamiento entre las fuerzas de izquierda.Afectaron al Partido Radical el caso de la instalación de ruletas trucadas mediante soborno en casinos y varios casos de malversación de fondos. Estos escándalos dividieron el partido y aumentaron la desconfianza entre el Partido Radical y la CEDA. Lerroux planteó en las Cortes una moción de confianza que fue rechazada, lo que aprovecho Alcalá Zamora para encargar la formación de un nuevo gobierno no contaba con el suficiente apoyo, por lo que disolvíó las Cortes y convocó nuevas elecciones en 1936.Los partidos de izquierdas se presentaron a estas elecciones formando una coalición (Frente Popular) con un programa común que defendía la amnistía para los participantes en la revolución del 34 y la vuelta a las reformas. La derecha no consiguió acudir unida a las elecciones en torno a un solo programa electoral.
Estaba dividida en la Renovación Española (Dirigido por José Calvo Sotelo. Eran muy conservadores y monárquicos), la Confederación Española de Derechas Autónomas (Dirigida por Gil Robles. Eran conservadores y católicos y aceptó desarrollar su acción política en el marco político existente de hecho, la Comunión Tradicionalista (Carlistas con apoyos en el País Vasco y Navarra) y la Falange Española y las JONS (Dirigidas por José Antonio Primo de Rivera y Ledesma respectivamente. Eran grupos de inspiración fascista, antidemocráticos y nacionalistas que terminaron uníéndose).En el ejército se extendíó el malestar por las reformas religiosas, militares y la concesión de la autonomía catalana. En 1932 fracasó el Golpe de Estado protagonizado por el general Sanjurjo.La CNT anarquista protagonizó huelgas, ocupaciones de fincas e insurrecciones como la revuelta en Casas Viejas, hecho utilizado por la oposición contra Azaña. También se produjeron revueltas socialistas protagonizadas por afiliados a la Federación de Trabajadores de la Tierra de la UGT, como los sucesos de Castilblanco.A estas dificultades para el gobierno de la República, se sumaron dos fracasos electorales (Elecciones municipales para algunos ayuntamientos y elecciones a miembros del Tribunal de Garantías Constitucionales).El ambiente de crispación política y social provocó la dimisión de Azaña, la disolución de las Cortes por parte del Presidente de la República (Alcalá Zamora) y la convocatoria de elecciones que darían lugar a un giro en la política española.5.2El Bienio Conservador (1933-1936) y la paralización de las reformas:Las elecciones de 1933 dieron el triunfo a los partidos de centro-derecha. Los gobiernos se formaron en torno al Partido Radical, que evoluciona hacia posiciones centristas, con el apoyo parlamentario de la CEDA, el partido más votado. El presidente del gobierno fue Lerroux. El giro electoral se explica por el malestar político y social, a causa de la decepción de amplios sectores del país ante el proyecto reformista. Para algunos políticos fue determinante en el resultado el voto de la mujer por primera vez, condicionadas por los confesores.El nuevo gobierno paralizó las reformas del periodo anterior (Se devolvieron las tierras a la nobleza, se anuló la expropiación de las tierras mal cultivadas y se redujeron los salarios).El gobierno se enfrentó a la Generalitat de Cataluña que había aprobado una ley de cultivos por la que los arrendatarios de los viñedos podían acceder a la propiedad de la tierra pagando a los propietarios un precio tasado. Los propietarios se opusieron contando con el apoyo de la Lliga Regionalista y de la mayoría de las Cortes, que llevó el caso al Tribunal de Garantías Constitucionales, que anuló la Ley. Sin embargo, la Generalitat volvíó a aprobar una ley prácticamente igual. También se enemistó el gobierno con el PNV, por la paralización de su proyecto de estatuto en las Cortes.Se aprobó un presupuesto para el mantenimiento del culto y el clero y se amnistió a los participantes en el Golpe de Estado del general Sanjurjo y a los colaboradores de Miguel Primo de Rivera. Se mantuvieron las reformas militar y educativa, aunque con menos presupuesto.La paralización de las reformas llevó a la radicalización del ala más izquierdista del PSOE (Dirigida por Largo Caballero) frente a la más moderada (Dirigida por Indalecio Prieto), partidaria de la colaboración con los republicanos de izquierda. La CEDA presionaba a Lerroux para participar en el gobierno, amenazando con retirar su apoyo parlamentario.5.3La revolución de Octubre de 1934 y el fin del gobierno conservador:Esta revolución fue consecuencia de la entrada de la CEDA en el gobierno, al que las fuerzas de izquierdas consideraban enemigos de la República. La UGT organizó huelgas generales en las que fracasaron por la falta de organización y por la intervención del gobierno.En Asturias, los mineros iniciaron un proceso revolucionario en el que participaron socialistas, comunistas y anarquistas. Los comités revolucionarios tomaron el poder en los municipios y sitiaron Oviedo. El gobierno envió a la Legión para reprimir la insurrección. La represión fue durísima, con ejecuciones y encarcelamientos.En Cataluña, el Presidente de la Generalitat, Lluís Companys, proclamó la República Catalana dentro de la República Federal Española. Se organizó una huelga general que fracasó por la escasa participación y la no colaboración de la CNT. El gobierno declaró el estado de guerra: el ejército tomó el Palacio de la Generalitat y fueron detenidos los miembros del gobierno autónomo y del ayuntamiento de Barcelona. Se suspendíó la autonomía catalana y la Ley de Contratos de Cultivo. También fueron detenidos Azaña y Largo Caballero.Hubo una mayor influencia de la CEDA en el gobierno con Gil Robles como ministro de la guerra, que presentó un proyecto de reforma constitucional, aunque no llegó a ser votado. Hubo un mayor acercamiento entre las fuerzas de izquierda.Afectaron al Partido Radical el caso de la instalación de ruletas trucadas mediante soborno en casinos y varios casos de malversación de fondos. Estos escándalos dividieron el partido y aumentaron la desconfianza entre el Partido Radical y la CEDA. Lerroux planteó en las Cortes una moción de confianza que fue rechazada, lo que aprovecho Alcalá Zamora para encargar la formación de un nuevo gobierno no contaba con el suficiente apoyo, por lo que disolvíó las Cortes y convocó nuevas elecciones en 1936.Los partidos de izquierdas se presentaron a estas elecciones formando una coalición (Frente Popular) con un programa común que defendía la amnistía para los participantes en la revolución del 34 y la vuelta a las reformas. La derecha no consiguió acudir unida a las elecciones en torno a un solo programa electoral.