La Sublevación Militar y el Estallido de la Guerra
El 17 de julio de 1936 se inició la sublevación de la guarnición de Melilla, que se extendió a Ceuta y Tetuán. Franco se puso al frente del ejército africanista. Al día siguiente, Queipo de Llano se sublevó en Sevilla y el 19 de julio, Mola en Pamplona. A pesar de ello, el golpe no triunfó ni en Madrid ni en Barcelona, pero sí en ciudades claves gracias a la rapidez y coordinación de los sublevados, frente a la falta de actuación republicana. La República poseía bajo su dominio la marina y la aviación, mientras que los sublevados el control de la mayoría de los oficiales y del ejército de tierra.
Desarrollo del Conflicto: Etapas y Evolución
1ª Fase (julio 1936 – marzo 1937): Guerra de Columnas y Batalla de Madrid
Esta fase se inicia con una guerra relámpago. Desde el sur, las tropas africanistas cruzaron el Estrecho rumbo a Cádiz, donde el general Yagüe ascendió hacia el norte, tomando Badajoz, donde llevó a cabo una dura represión. Continuó hacia el norte, llegando a Talavera. Allí, el general Franco desvió las tropas hacia Toledo, conquistando su Alcázar, donde resistía un grupo de sublevados (general Moscardó). En octubre, el general Varela llegó a las puertas de Madrid, rodeando la ciudad desde el sureste, iniciándose la batalla de Madrid. Tras un primer fracaso en la toma de Ciudad Universitaria, rodeó la ciudad asentándose en la carretera de La Coruña (batalla de Madrid y batalla del Jarama). El gobierno republicano abandonó la ciudad rumbo a Valencia, dejando en Madrid una Junta de Defensa al frente del general Miaja. Desde el norte, el general Mola aisló al País Vasco y avanzó hacia Madrid. Finalmente, los nacionales tomaron Málaga iniciando una cruenta represión. La victoria republicana ahogó el objetivo de los nacionales de alcanzar Madrid.
2ª Fase (abril 1937 – marzo 1938): Campaña del Norte
Tras el fracaso de la toma de Madrid, los nacionales iniciaron una guerra de desgaste, atacando el frente norte. El general Mola avanzó hacia el País Vasco con ayuda de la Legión Cóndor alemana, que bombardeó ciudades como Bilbao y Guernica. El 19 de junio las tropas nacionales entraron en Bilbao. El general Mola murió en un accidente aéreo. Tras la caída de Bilbao, el general Rojo inició una ofensiva exitosa en Brunete, que fue reprimida por las tropas del general Varela. En agosto de 1937 se inició la ofensiva hacia Santander y Asturias, donde los mineros y guerrilleros republicanos resistieron en Belchite, aunque finalmente se derrumbaron los frentes, y los nacionales tomaron Gijón. La pérdida del norte supuso la pérdida de las fuentes energéticas de la República.
3ª Fase (marzo 1938 – abril 1939): Batalla del Ebro y Fin del Conflicto
El general Franco avanzó hacia Teruel, pese a la resistencia republicana, con el fin de dividir la zona republicana en dos, llegando al Mediterráneo (Vinaroz) el 15 de abril de 1938. Ante la desesperante situación, los republicanos atacaron la frontera con el río Ebro, iniciándose la batalla del Ebro. Los nacionales llevaron a cabo una guerra de desgaste saliendo airosos el 15 de noviembre de 1938. El 26 de enero el ejército nacional tomó Cataluña y el 5 de febrero Gerona. Tras el golpe de estado del general Casado y Julián Besteiro, el gobierno de Franco impuso la rendición. El 28 de marzo de 1939 las tropas nacionales entraron en Madrid. El 1 de abril de 1939, el general Franco emitió el último parte de la guerra, anunciando su fin.
Organización Política y Social de Ambos Bandos
De forma paralela al conflicto, tanto el bando republicano como el nacional, se organizaron política, económica y socialmente:
Bando Republicano: Tras el estallido de la guerra, Casares Quiroga dimitió, siendo sustituido por Martínez Barrio, que también dimitió ante la desastrosa situación. José Giral, nuevo jefe del gobierno, entregó las armas a la milicia, formó las Brigadas Mixtas y recibió a las Brigadas Internacionales. Tras varios meses, Largo Caballero formó un nuevo gobierno (incorporando ministros comunistas), que aprobó el Estatuto Vasco. El gobierno se trasladó a Valencia, surgiendo dos modelos de enfrentamiento, planteados por CNT, FAI y POUM (revolución social à dominio de la guerra) y por PSOE, republicanos y PCE (dominio de la guerra à revolución social). Largo Caballero dimitió y Juan Negrín formó un nuevo gobierno que intentó controlar la situación. Tras el golpe de estado fallido, la negociación fue imposible, y el gobierno cayó el 1 de abril de 1939.
Bando Nacional: Constituyó la Junta de Defensa Nacional en Burgos, prohibió los partidos políticos a excepción de la Falange y los Requetés, y justificó la guerra como un alzamiento nacional, apoyado por la Iglesia, que lo consideró una cruzada en favor del cristianismo. El general Franco fue elegido como jefe del gobierno (Caudillo) de una dictadura totalitarista que se prolongará hasta mediados de los años 70.