La dictadura de Primo de Rivera constituye el final de la Restauración. El antecedente más destacado fue la triple crisis de 1917.
Crisis de 1917
– Crisis militar: bajada de presupuesto de defensa, reducción del número de oficiales y el sistema de ascensos militares que beneficiaban a los soldados africanistas. Los militares querían recuperar su protagonismo en la vida política y se organizaron en Juntas de Defensa reclamando sus objetivos.
– Crisis política: debida a la creación de una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona, donde los diputados reclamaban el fin del turnismo y medidas más democráticas.
– Crisis social: que estalló con la convocatoria de huelga general en todo el país reprimida por el ejército.
Los años posteriores de 1917 estuvieron marcados por gobiernos de concentración de duración breve que recurrirían a medidas anticonstitucionales. Entre 1917-1923, los conflictos sociales crecieron en España conduciéndolos a una situación de pistolerismo entre los organizados empresarios y los sindicatos. En Andalucía había conflictividad. El hecho más grave fue el problema marroquí, con el intento de ocupar la zona norte rural del país. Las tropas del general Silvestre en 1921 emprendieron la invasión pero fueron derrotados en Annual por las guerrillas de Abd-Al-Krim que causaron numerosas víctimas. El desastre de Annual conmocionó a la opinión pública y el gobierno nombró una comisión parlamentaria al mando del general Picasso, para obtener responsabilidades. Antes de que la Comisión llegase a las Cortes, en septiembre de 1923 Primo de Rivera dio un golpe de estado. Primo de Rivera, declaró el estado de guerra y se dirigió al monarca para exigir que el poder pasase a manos de los militares. Alfonso XIII aceptó. Primo de Rivera con su apoyo defendieron su acción como una solución para acabar con la crisis política. Las razones que justificaban la necesidad de cambiar la situación son las siguientes: la inestabilidad, miedos de las clases acomodadas a una revolución social, aumento de la influencia republicana y nacionalista, descontento del ejército tras el desastre de Annual…
El dictador justificó el golpe militar en un discurso con pretensiones regeneracionistas que presentaba un claro componente populista. Su manifiesto inaugural anunció la voluntad de eliminar a los caciques, la disciplina social y las amenazas a la unidad nacional.
Fases de la Dictadura
La dictadura de Primo de Rivera tuvo dos fases.
– Directorio Militar (1923-1925): Hasta 1925, gobernó el Directorio militar. Las primeras medidas mostraron su carácter dictatorial: suspensión constitucional, disolución de las cámaras, prohibición de los partidos políticos… Una de las intenciones del dictador era eliminar el caciquismo. Para ello se elaboró un estatuto municipal y otro provincial. Se disolvieron los ayuntamientos y se sustituyeron por juntas. La regeneración quedó en una gran farsa. El conflicto de Marruecos centró el interés de Primo. En colaboración con Francia se organizó el desembarco de Alhucemas que se saldó con gran éxito. Abd-el-Krim se rindió, entregándose a las tropas francesas. El ejército español dio por concluida la ocupación efectiva de todo el protectorado en Marruecos.
– Directorio Civil (1925-1930): A partir de 1926, se fue abandonando la idea de una dictadura transitoria. Primo continuó su régimen con la influencia del fascismo italiano. Se pasó al Directorio civil, incluyendo a ministros civiles como José Calvo Sotelo en Hacienda. A través de una Asamblea Nacional Consultiva, sus miembros serían elegidos por designación entre los ciudadanos pertenecientes a las grandes instituciones públicas. Se creó un único partido, Unión Patriótica, cuya misión era proporcionar apoyo social a la dictadura. La dictadura se benefició de la buena economía española en territorio industrial y en infraestructuras. La idea fundamental fue la racionalización de importantes sectores económicos y el aumento de la intervención estatal. El estado destacó por el fomento de las obras públicas. Se concedieron grandes monopolios, exclusivamente en la importación, refinado, distribución y venta de petróleo a la compañía Campsa. El mundo agrario siguió en manos de los grandes propietarios. Se promovió el regadío a través de las confederaciones hidrográficas. En el terreno social la dictadura, pretende eliminar los conflictos laborales mediante la intervención del Estado. Se creó la Organización Corporativa Nacional que agrupaba patrones y obreros y regulaba los conflictos laborales. El sistema fue bien visto por la UGT, mientras los anarcosindicalistas y comunistas eran perseguidos.
Oposición a la Dictadura
Los partidos del turno criticaron la excesiva duración del régimen y participaron en conspiraciones militares. La dictadura pretendió controlar el mundo universitario, mediante la censura y limitaron su libertad incluso cerrando universidades. El conflicto derivó a protestas estudiantiles y el enfrentamiento de los intelectuales frente a la dictadura estaba protagonizado por figuras como Unamuno, Ortega y Gasset, que suscribieron su manifiesto. El conflicto político más persistente se produjo con la oposición de los republicanos que organizaron la Alianza Republicana que logró desarrollar una amplia campaña propagandística y la oposición nacionalista; en Cataluña Primo de Rivera tomó las medidas de la liquidación de la Mancomunidad, la prohibición de la lengua catalana. Aumentó la oposición catalana de izquierda y surgió el grupo Estat Català dirigido por Francesc Macià. La CNT se mostró contraria al régimen y fue intensamente perseguida. El PSOE cambió su posición hacia 1929 cuando rechazó el régimen y se pronunció a favor de la República. La oposición a Primo de Rivera creció cuando el rey y su camarilla pensaban que la permanencia de la monarquía corría peligro.
Fin de la Dictadura y la llegada de la República
El rey optó por retirarle su confianza y Primo dimitió el 30 de enero de 1930.
El general Berenguer fue el encargado de sustituirle con la misión de celebrar nuevas elecciones. Los republicanos, los catalanistas de izquierda y el PSOE firmaron el Pacto de San Sebastián; para presentarse a las elecciones para formar la futura República. Berenguer fue sustituido por un gobierno presidido por Aznar. El gobierno decidió convocar unas elecciones el 12 de abril de 1931. Fueron ganadas por los partidarios republicanos, provocando la salida de Alfonso XIII.