La Guerra Civil Española (1936-1939)
8. La Evolución Bélica
8.1 El Desarrollo del Conflicto
A finales de junio de 1936 se habían consolidado dos zonas: una republicana y otra ocupada por los sublevados. Estos controlaban parte de Andalucía, Castilla y León, Galicia, Baleares y un sector de Aragón y de Extremadura. Estas eran zonas agrícolas y de orientación política conservadora. La República comprendía las grandes ciudades y los núcleos industriales y obreros.
El Avance hacia Madrid
La estrategia de los sublevados era avanzar desde el sur hacia Madrid y tomar la capital. En agosto ocupaban Extremadura y en septiembre Toledo. El gobierno de la República abandonó Madrid y se instaló en Valencia, pero en noviembre las fuerzas republicanas consiguieron frenar la ofensiva franquista. Los intentos de penetrar en la ciudad fracasaron y el alto mando de los sublevados decidió cambiar de frente.
La Batalla del Norte: 1937
Se libró la batalla del norte cuando el grueso de las tropas franquistas atacó las grandes ciudades norteñas. Se produjo el bombardeo de Guernica y en junio las tropas franquistas ocuparon Bilbao y las zonas industriales y mineras del norte de España. Aunque los republicanos intentaron otras ofensivas para disminuir la presión en el norte no pudieron evitar la caída de Santander y la de Asturias.
La Batalla del Ebro
En 1938 las tropas avanzaron sobre Aragón y llegaron al Mediterráneo con lo que Cataluña quedó aislada. Para impedir el avance de los sublevados, el gobierno de la República concentró todas sus fuerzas en la batalla del Ebro, una ofensiva para hacer retroceder al ejército enemigo. En 1938 los republicanos tuvieron que replegarse a la otra orilla del Ebro. A partir de ahí el avance de los franquistas fue imparable. Barcelona fue tomada y poco después las tropas franquistas llegaban a la frontera francesa.
8.2 El Fin de la Guerra y el Exilio
En febrero de 1939 solo Madrid y la zona centro quedaban en manos republicanas. El gobierno de Negrín intentó resistir pero un golpe de estado creó una junta que intentó negociar sin éxito con Franco. Los franquistas ocuparon el territorio restante y un parte de guerra dio el conflicto por finalizado.
Se inició el exilio ante el temor a la represión franquista y más de medio millón de españoles cruzaron la frontera francesa. En pocos meses volvió a España la mitad. El resto inició un largo exilio. Miles de republicanos españoles exiliados en Francia participaron en la resistencia contra los nazis. Algunos fueron detenidos por los alemanes y confinados en campos de concentración. Otro grupo consiguió embarcar hacia América Latina o refugiarse en la URSS. El propio gobierno de la República constituyó en México un gobierno en el exilio.
7. Las Dos Zonas
7.1 Zona Republicana
La tensión mantenida durante los años de la República estalló con fuerza y desencadenó una situación revolucionaria.
Revolución Social
El hecho de que la defensa de la República estuviese en manos de los militantes de los partidos y los sindicatos de izquierda, dio lugar a la formación de comités. Los comités obreros ocuparon y colectivizaron fábricas y confiscaron las tierras de los latifundistas para repartirlas entre colectivos de campesinos. Igualmente se desató con gran fuerza el anticlericalismo. Todo símbolo aristocrático fue perseguido como enemigo. Las autoridades republicanas lucharon contra la represión incontrolada, trataron de encauzar el proceso revolucionario y mantener la legalidad constitucional, fusionaron las milicias en un ejército popular.
El Enfrentamiento de 1937
Los fracasos militares de la República propiciaron la división dentro de las fuerzas republicanas. Defendían la necesidad de congelar el proceso revolucionario y dar prioridad al esfuerzo bélico. Anarquistas y trotskistas se opusieron a algunas de las medidas del gobierno y se llegó a un enfrentamiento armado en Barcelona. Juan Negrín formó un nuevo gobierno, sin anarquistas y con comunistas. El gobierno se impuso sobre los comités, liquidó parte de las colectivizaciones y dedicó sus mayores esfuerzos a las tareas bélicas. Proclamó una política de resistencia a ultranza que se apoyó en un fortalecimiento de las instituciones del Estado y también del Ejército Popular.
7.2 Zona Sublevada, Dictadura Militar
En la zona controlada por los rebeldes, todos los esfuerzos estaban dirigidos a ganar la guerra, y para ello, establecieron un poder militar único, que agrupó a todos los que luchaban contra la República.
El Nuevo Estado
El primer órgano de poder de los sublevados fue la Junta de Defensa que nombró al general Franco jefe de gobierno, al tiempo que le otorgaba plenos poderes. Se decretó la unificación de todas las fuerzas políticas en un partido único: Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Un año después se formó el primer gobierno franquista en Burgos. El nuevo Estado se inspiraba en el fascismo y defendía un modelo social basado en el conservadurismo y en la preeminencia del catolicismo como eje vertebrador de la sociedad. Uno de los primeros objetivos de las autoridades nacionales era acabar con las reformas republicanas. Se abolió toda la legislación laboral y social, la reforma agraria, la libertad religiosa y los estatutos de autonomía. También se suprimieron todos los partidos políticos y los sindicatos.
Una Represión Sistemática
En las zonas dominadas por los franquistas se institucionalizó la persecución sistemática de las organizaciones del Frente Popular y sus representantes. Esta represión fue llevada a cabo con el consentimiento de los grupos sociales que respaldaban el alzamiento y con el apoyo de la Iglesia. La represión afectó a todos aquellos que habían apoyado a la República y también a aquellos que no manifestaban su adhesión al nuevo régimen. Su objetivo era atemorizar a toda oposición al nuevo Estado.