Segunda Revolución Industrial e Imperialismo (1870-1914)

La Segunda Revolución Industrial y la Era del Imperialismo (1870-1914)

Ambos fenómenos, comprendidos entre 1870 y 1914, representan la expansión mundial del modelo capitalista y sus consecuencias, incluyendo la globalización de la economía.

1. Las Nuevas Formas del Capitalismo

1.1. La Expansión de la Industrialización

Gran Bretaña dominaba el comercio mundial, con Londres como centro financiero y la libra esterlina como moneda principal. Contaba con la mayor población activa en el sector secundario y la población urbana más grande. Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Cataluña, el norte de Italia, entre otros, también avanzaron en su industrialización durante la segunda mitad del siglo XIX. Incluso regiones periféricas como Rusia y España comenzaron a incorporarse al proceso.

1.2. Las Nuevas Potencias Industriales

Alemania: Tras su unificación, experimentó un rápido e intenso desarrollo económico e industrial, enfocándose en sectores emergentes como la electricidad, la química y la ingeniería. El Estado alemán buscaba convertir al Imperio en una potencia mundial, lo que intensificó la rivalidad económica con Gran Bretaña.

EEUU: Mostró una rápida industrialización gracias a la abundancia de recursos, la inmigración y la expansión hacia el oeste, impulsada por el ferrocarril y el petróleo.

1.3. Los Ritmos de la Economía Capitalista

La expansión del capitalismo creó un mercado mundial interconectado. El sistema capitalista se caracteriza por ciclos de expansión y crisis de superproducción. A partir de la segunda revolución industrial, estos ciclos adquirieron dimensiones internacionales. Las crisis económicas capitalistas son cíclicas, reduciendo los beneficios empresariales y aumentando el desempleo.

1.4. La Primera Gran Depresión del Capitalismo (1873-1876)

Conocida como «La Gran Depresión», se originó por la llegada a Europa de productos agrícolas más baratos de EEUU, Australia y Argentina, causando la ruina del sector agrícola europeo. La reducción del consumo afectó a la industria y las finanzas. Se experimentó una bajada de precios, aumento del paro y disminución de salarios. Como respuesta, las empresas buscaron nuevas soluciones tecnológicas. La competencia, la concentración empresarial y el monopolio de mercados fortalecieron la alianza entre las políticas exteriores de los gobiernos europeos y los intereses del gran capital. Las potencias buscaron superar la crisis mediante políticas imperialistas, intervención estatal en la economía (militarización e industria pesada) y políticas proteccionistas nacionalistas. Los intereses de las clases dominantes influyeron en la política exterior de los gobiernos.

2. La Segunda Revolución Industrial

2.1. La Concentración de Empresas

Surgieron nuevos modelos empresariales que asociaban capital e industria:

  • Trust: Empresas del mismo sector controladas por una o dos grandes firmas para monopolizar la producción y regular los precios.
  • Cártel: Empresas que se asocian para acordar abastecimientos, procesos y precios, evitando la competencia.
  • Holding: Sociedad financiera o bancaria que controla la mayoría de las acciones de diversas empresas industriales y comerciales. EEUU y Alemania lideraron el desarrollo de estas asociaciones empresariales que dominaron sectores económicos internacionales.

2.2. El Proteccionismo Económico

Nacionalismo económico que protege la producción nacional de la competencia extranjera. Todos los países europeos, excepto Gran Bretaña, adoptaron políticas proteccionistas para sus productos agrícolas e industriales.

2.3. El Progreso Técnico y las Innovaciones Tecnológicas

Nuevos materiales y fuentes de energía transformaron la industria. El acero sustituyó al hierro, la electricidad y el petróleo se impusieron. La industria mecánica produjo bienes de consumo masivo como máquinas de coser, de escribir, bicicletas y automóviles. La industria química produjo abonos, medicamentos (aspirina), explosivos y plásticos. La electricidad transformó el trabajo y la vida cotidiana. En 1878, Edison creó las primeras bombillas; en 1876, Bell inventó el teléfono; y Marconi, la radio. El petróleo (gasolina) se usó como combustible para motores de explosión. Surgieron nuevas formas de trabajo como la cadena de producción (taylorismo), donde el trabajador se concentra en una tarea repetitiva.

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