El Antiguo Régimen en España
Ámbito Político
Durante los reinados de los Austrias y los Borbones, el sistema político oscilaba entre la monarquía autoritaria y la absoluta. El territorio se gobernaba desde Madrid como capital política. Sin embargo, hasta los decretos de Nueva Planta, la estructura político-administrativa se caracterizaba por la inexistencia de un estado español unitario y la coexistencia de diferentes reinos gobernados por el rey.
Ámbito Social
La sociedad estaba dividida en tres estamentos: dos privilegiados (nobleza y clero) y un tercer estamento, llamado Tercer Estado, formado por campesinos, burgueses y asalariados urbanos.
- El Tercer Estado se encargaba del cultivo de las tierras y vivía en aldeas.
- Las ciudades con más de 50.000 habitantes eran escasas, pero a mediados del siglo XVIII comenzó una importante emigración del campo a la ciudad.
- Pactos entre la monarquía y la nobleza: el 95% de los españoles vivían en el campo, pero pocos eran propietarios de la tierra que trabajaban, ya que estaba monopolizada por el clero y la aristocracia.
Ámbito Económico
La agricultura estaba amenazada por la climatología y el escaso desarrollo tecnológico, lo que provocó la extensión del hambre entre la población. El barbecho no lograba contener el agotamiento del suelo, y los rendimientos agrícolas iniciaron un descenso irreversible. Esta crisis agrícola hizo que se introdujeran en el siglo XVIII nuevos cultivos como el maíz y la patata, y un nuevo sistema de rotación de cosechas.
- La industria era de tipo artesanal y organizada en gremios, con un número muy reducido de trabajadores debido a la maquinaria escasa y las fuentes de energía (humana, animal o la proporcionada por el agua o el viento).
- El comercio era sobre todo a larga distancia (comercio triangular), ya que los intercambios internos eran escasos debido a las malas comunicaciones y a la inexistencia de un mercado unificado.
Ámbito Demográfico
La natalidad del Antiguo Régimen era alta, al igual que la mortalidad debido a epidemias, mala alimentación, poca higiene, etc. Su crecimiento vegetativo era bajo. Los escasos rendimientos agrícolas y la irregularidad de las cosechas desencadenaban reiteradas crisis de subsistencias.
En el siglo XVIII se produjeron cambios que modificaron este modelo demográfico y redujeron la mortalidad:
- Incremento de los excedentes alimentarios.
- Mejor nutrición.
- Un cierto progreso en la higiene y la medicina.
El Antiguo Régimen se caracteriza por ser un sistema político basado en el absolutismo monárquico, una sociedad de tipo estamental fundamentada en la desigualdad civil, una época de supervivencia del régimen económico señorial que convive con un capitalismo comercial que se está iniciando y una población estancada debido a las diferentes crisis demográficas existentes.
La Ilustración en España
La Ilustración fue un movimiento ideológico que surgió en Francia en el siglo XVIII y se expandió rápidamente por Europa. La característica básica del pensamiento ilustrado es una ilimitada confianza en la razón, que no puede ser sustituida ni por la autoridad, ni por la tradición, ni por la revelación. Todo aquello que la razón no pueda aceptar debe ser rechazado como engaño o superstición. Los ilustrados estaban claramente en contra de lo que suponía el Antiguo Régimen. Algunos ilustrados importantes son los franceses Montesquieu, Voltaire y Rousseau.
Características principales de la Ilustración:
- Racionalismo: Se da mucha importancia al uso de la razón y se cree que el hombre puede llegar a entenderlo todo por medio de su inteligencia.
- Mayor optimismo debido a la creencia de que la naturaleza es como una máquina perfecta y de que la evolución del hombre siempre va a llevar a éste a ser mejor.
- Todo gira en torno al ser humano, que es bondadoso por naturaleza.
- Progreso individual a través del esfuerzo personal de cada uno.
- Las ideas en cuanto al gobierno eran antiabsolutistas y antimonárquicas.
La Ilustración en España
La Ilustración tardó unas décadas más en extenderse por España que por el resto de Europa. Aparece el despotismo ilustrado, una idea política en la que el rey mantiene el poder absoluto y el pueblo no tiene ninguna capacidad de decisión. Se puede resumir en la cita: «Todo para el pueblo, pero sin el pueblo«.
El mayor interés de la Ilustración en España fue la reactivación de la economía, evitando que el control de todas las tierras lo tuviesen sólo las clases privilegiadas, la creación de una reforma que ayude a dicha reactivación y el sistema educativo, ya que estaban convencidos de que la cultura es la única forma de sacar del atraso al país.
Se crean las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País, encargadas de difundir las ciencias útiles y el desarrollo económico y de buscar soluciones para los problemas existentes al margen del Estado. El mejor momento de la Ilustración en España llega con Carlos III, cuyos ministros elevan el nivel cultural del país para mejorar la economía y sacarlo adelante. Gracias a esto, escritores y pensadores como Jovellanos, Feijoo, Campomanes, etc. empiezan a criticar la sociedad española del siglo XVIII, defendiendo las ideas ilustradas.