El Advenimiento de la República
Tras la convocatoria de elecciones municipales y el triunfo de las candidaturas antimonárquicas, se proclamó la Segunda República Española. Los republicanos socialistas se hicieron con el poder, y Alfonso XIII decidió abandonar el país.
El contexto internacional que rodeaba al advenimiento de la República era muy complicado. La crisis económica derivada del Crack del 29 y su repercusión en Europa favorecieron el auge de los fascismos. Además, el enfrentamiento en España se convirtió en un ejemplo de la lucha entre el fascismo, la democracia y el comunismo.
El gobierno provisional, dirigido por Alcalá Zamora, tomó las primeras medidas para democratizar el país y convocó elecciones en un contexto europeo de gobiernos autoritarios, dictaduras y fascismos.
La Sociedad Española y la Polarización Ideológica
Por otra parte, la sociedad española estaba dividida y enfrentada desde la Restauración. La lucha se agravó porque los grupos enfrentados (jornaleros, agricultores, obreros y clases medias contra la iglesia, burguesía y terratenientes) fueron adoptando posiciones cada vez más radicales, creando una tensión que iría en aumento hasta desencadenar la Guerra Civil en 1936.
Destacaba también la fragmentación y polarización ideológica y política, que dio lugar a cuatro grandes grupos que tendrían un papel fundamental en la política de la República:
Grupos de Ideología Autoritaria
Los grupos de ideología autoritaria no aceptaban la República y se declaraban antimarxistas. Defendían la unidad de la patria, el orden social y el catolicismo. Estaban formados por la oligarquía terrateniente y la alta burguesía financiera e industrial. Existían dos grandes grupos de organizaciones:
- Fascistas, como la Falange Española, dirigida por José Antonio Primo de Rivera.
- Monárquicos, como Renovación Española, presidida por Calvo Sotelo.
Las Derechas
Las derechas defendían los derechos de la Iglesia, la propiedad privada y el orden tradicional. Tenían el apoyo de los pequeños y medianos propietarios y de la burguesía urbana. En este sector podríamos señalar a Acción Popular, base de la CEDA y presidida por Gil Robles, la Lliga Catalana y el Partido Nacionalista Vasco.
Los Republicanos
Los republicanos defendían la República, el laicismo y el reformismo en distintos grados. Tenían el apoyo de la pequeña burguesía, las clases medias urbanas y muchos intelectuales. Existían tres grandes sectores:
- De derechas (DLR, presidida por Alcalá Zamora).
- De centroderecha (Partido Republicano Liberal, liderado por Lerroux).
- De izquierdas (Acción Republicana de Azaña, ORGA de Casares Quiroga o Esquerra Republicana de Cataluña con Maciá y Companys).
Las Izquierdas
Las izquierdas defendían los intereses de los trabajadores industriales y jornaleros agrícolas. Pedían la abolición de la propiedad privada y de las diferencias de clase. Mientras que algunos grupos apoyaban a los gobiernos republicanos, otros se oponían. Sus partidarios eran obreros industriales y jornaleros agrícolas, pudiéndose señalar tres sectores:
- Los socialistas.
- Los comunistas.
- Los anarquistas.
El Bienio Reformista (1931-1933)
En las elecciones convocadas por el Gobierno provisional, la victoria correspondió a los partidos de la coalición republicano-socialista. Aunque compartían ciertas ideas, como la preferencia por la República como forma de estado, la defensa de las reformas en favor de las clases populares y el rechazo a la influencia de la iglesia y el ejército en el estado, también tenían desacuerdos a la hora de llevar a cabo el programa de gobierno.
Así dio comienzo el Bienio Reformista. Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República y el gobierno comenzó a aplicar su plan de reformas. Después de muchos debates, la Constitución fue aprobada en diciembre de 1931, comenzando el segundo periodo democrático de la historia de España.
La Constitución de 1931
La Constitución definía a España como una república de trabajadores de toda clase y como un Estado integral compatible con la autonomía de los municipios y las regiones. El régimen establecido fue una república parlamentaria. El estado se declaraba aconfesional y existía una división de poderes completa, con Cortes unicamerales que contaban con el poder legislativo.
El presidente del gobierno y sus ministros ejercían el poder ejecutivo y eran responsables ante las Cortes. El presidente de la República era elegido por los diputados y tenía la facultad de nombrar al presidente del gobierno, así como suspender las Cortes. A su vez, estas podían destituirlo en caso de abuso de poder. Los derechos, deberes y libertades estaban especificados y las mujeres podían votar por primera vez. El sistema económico combinaba el derecho a la propiedad privada con el derecho a intervenir en asuntos económicos. Este modelo de economía mixta provocó la oposición de las derechas, de los propietarios y de las industrias.
Las Reformas del Bienio Reformista
Una vez aprobada la Constitución y elegido presidente Alcalá Zamora, se eligió jefe de Gobierno a Azaña. Este primer periodo se caracterizó por su actividad reformista, que pretendía democratizar la vida política española, modernizar sus estructuras y mejorar el nivel de vida de las clases menos favorecidas. Estas leyes afectaban a los intereses de grupos acostumbrados a ejercer el poder y el control, lo que originó una fuerte oposición a los cambios que supusieran la pérdida de su posición privilegiada.
Entre las reformas que se pusieron en marcha en este período se encuentran:
- Reforma religiosa: El gobierno defendía el establecimiento de un estado laico, para lo cual puso en marcha una política de secularización, con medidas como la separación de la iglesia y el estado, la extinción del presupuesto del clero y la libertad de cultos. La intolerancia de la Iglesia y de los anticlericales hizo que esta cuestión fuera uno de los motivos fundamentales de la Guerra Civil en 1936.
- Reforma del ejército: Iniciada por Azaña, tenía como objetivos básicos eliminar el poder político de los militares, reducir el número de oficiales y aumentar su eficacia. Sin embargo, las reformas crearon malestar entre algunos sectores del ejército.
- Reforma agraria: Era precisa para solucionar los problemas de los trabajadores del campo, especialmente el campesinado extremeño y andaluz. La reforma de la propiedad privada dio lugar a enfrentamientos con los terratenientes y entre republicanos y socialistas, porque los republicanos defendían la pequeña propiedad y los socialistas la propiedad colectiva. La Ley de Bases de la Reforma Agraria fue aplicada con gran lentitud, ocasionando las protestas de los campesinos pobres.
- Reforma educativa: Tenía como objetivo principal disminuir las tasas de analfabetismo y mejorar el nivel cultural de los ciudadanos. El Gobierno se esforzó para conseguir estos objetivos.
- Reforma autonómica: Las zonas que decidieran organizarse como regiones autónomas tenían que elaborar un Estatuto de Autonomía y superar una serie de condiciones. Los catalanes fueron los primeros en hacerlo y en el año 1932 se formó el primer parlamento de Cataluña, con Maciá como presidente de la Generalitat.
Oposición a las Reformas y Conflictos Sociales
Las reformas contaron con la oposición de la oligarquía y de un sector de los militares, que intentaron paralizarlas mediante un golpe de estado encabezado por el general Sanjurjo, pero fue controlado por el Gobierno. Por otra parte, los jornaleros, influidos por el anarquismo, intentaron llevar a cabo una revolución social. El acontecimiento más trágico se encuentra en Casas Viejas (Cádiz), donde sus habitantes colectivizaron las tierras proclamando el comunismo libertario, y la represión provocó muchos muertos.