La Crisis de 1929
Causas
En los años veinte, Estados Unidos era el mejor reflejo del futuro, tratándose del único país donde se producía una expansión económica. El dinero fluía, gran parte de la población contrajo créditos y especuló en la bolsa de Nueva York, cuyas acciones multiplicaron su valor por 4 en una década. De hecho, los beneficios generados por la industria se destinaban a la bolsa con el objeto de multiplicar las ganancias. Por otra parte, el sistema bancario estaba basado en independientes dispersos y pequeños bancos que prestaban el dinero a los brokers para que estos hicieran inversiones. Así, el 24 de octubre de 1929, conocido como el Jueves Negro, los inversores comenzaron a vender masivamente sus acciones y las ventas provocaron el pánico; todos querían vender para perder lo menos posible, y la sensación de miedo aceleró la caída de la bolsa. Para evitar el desplome, los bancos inyectaron millones de dólares y dieron órdenes de compra, pero el Martes Negro, 29 de octubre, se volatilizó tanto dinero como el gastado en la Gran Guerra y miles de familias se arruinaron.
Consecuencias
Se provocó una crisis económica sin precedentes conocida como la Gran Depresión, que se prolongó durante los años 30:
- 1) Se extendió un pesimismo económico generalizado, perdiendo los grandes financieros su prestigio, y el gasto y el consumo se detuvieron, mientras que los bancos redujeron los créditos, quebrando.
- 2) Muchas empresas cerraron y el desempleo se disparó.
- 3) Los precios descendieron, provocando pérdidas económicas brutales y despidos laborales, sobre todo en el sistema agrario.
- 4) Grave deflación, que se agravó por la errónea política del gobierno de EE. UU. de Hoover, que apenas intervino para resolver los problemas utilizando el proteccionismo.
- 5) La llegada de la crisis a Europa empeoró las exportaciones de EE. UU.
También, la crisis afectó a Europa, ya que EE. UU. disminuyó su actividad comercial y sus préstamos a Europa. Las grandes afectadas fueron Alemania y Gran Bretaña, después Francia y España. La mayoría de las naciones europeas adoptaron medidas proteccionistas, lo que supuso una paralización del comercio y una política exterior más agresiva. También, muchos se fijaron en la URSS, que fijaba un sistema distinto al capitalismo en crisis, lo que suponía una amenaza para Europa y EE. UU. Como conclusión, se produjeron casos extremos como el fascismo o comunismo, o sistemas más moderados como el New Deal.
2) New Deal
Fueron el conjunto de políticas económicas y sociales adoptadas por el demócrata Roosevelt, quien presidió el país y aplicó medidas efectivas para combatir la crisis y alejar amenazas de revolución. Este pacto se comprometió con los ciudadanos, constituyendo un ensayo en un nuevo modelo económico, donde el estado intervenía activamente en la economía buscando fortalecer la demanda como motor del crecimiento y combatir el desempleo y las consecuencias sociales de la crisis. El gobierno de EE. UU. creó organismos federales para dar ayudas y subsidios y puso en marcha programas de obras públicas para dar empleo a los parados.
Aunque los medios protestaron por tanta intromisión en la economía, Roosevelt contaba con un gran apoyo popular. Como principales logros: principio de intervención en el estado, y EE. UU. se convirtió en el pionero de políticas económicas caracterizadas por la intervención estatal.
3) Fascismo en Italia
a) Ascenso del fascismo (1919-1922)
En Italia, la caída de las instituciones liberales se produjo en 1922. Propiciaron la ascensión del fascismo los deseos de revisar los acuerdos de paz, la crisis económica y el miedo a la revolución social y la fragmentación parlamentaria.
Deseos de revisar acuerdos de paz
A pesar de ser una potencia vencedora, Italia tuvo escasas compensaciones, y para la opinión pública la paz de París era humillante, ya que no satisfizo su aspiración a ocupar la costa opuesta al Adriático y exigieron el territorio de Fiume. Así, Benito Mussolini fundó en marzo de 1919 los Fasci di Combattimento, combinando un nacionalismo furibundo con el sindicalismo revolucionario y anticlerical, y atrajo la atención de muchos excombatientes de la Primera Guerra Mundial.
Crisis económica y miedo a la revolución social
La débil economía italiana quedó muy dañada después de la guerra, con la inflación, las pérdidas humanas, la crisis de producción agraria y los capitalistas queriendo conservar sus beneficios, mientras que las clases obreras perdían sus ahorros. Así, se iniciaron una serie de revueltas en 1919 y 1920, pero no fueron lo suficientemente fuertes para desencadenar una revolución, y el Partido Nacional Fascista de Mussolini eliminó estos actos rápidamente.
Fragmentación parlamentaria
El sistema electoral italiano favorecía la división del parlamento en numerosos partidos políticos. El rey Víctor Manuel III intervenía para encomendar a los gobiernos líderes políticos, pero eran inestables e impotentes frente a los fascistas. Así, Mussolini organizó una marcha sobre Roma en octubre de 1922 exigiendo todo el poder. El rey se negó a concedérselos y encargó a Mussolini formar gobierno.