Concepto e Introducción
Iniciada tras la muerte de Franco en 1975 y con la aprobación de la Constitución democrática en 1978, la Transición Española abarcó el cambio de un régimen autoritario o dictatorial a un régimen democrático. Las fuertes movilizaciones democráticas y la incorporación a este proceso de sectores aperturistas del franquismo y de la monarquía hicieron posible este cambio.
Grupos Políticos
Se podían distinguir entre los que provenían del régimen franquista:
- Inmovilistas o «Búnker»: Partidarios de mantener el régimen sin ningún cambio. Organizados en distintas asociaciones políticas como Fuerza Nueva, Falange, etc.
- Aperturistas: Convencidos de la invalidez del régimen, eran partidarios de cambios graduales que permitieran instituciones y formas de representación democrática.
Por otro lado, estaban los que se formaron por oposición al régimen:
- Grupos de derecha liberal: Liberales, monárquicos, etc.
- Partidos nacionalistas: Andalucistas, gallegos, etc.
- Partidos, sindicatos y organizaciones de izquierda: PSOE, PCE, UGT, CCOO, etc. Estos grupos se asociaron con la democracia en organismos como la Junta Democrática.
Primer Gobierno de Adolfo Suárez y la Ley para la Reforma Política
La crisis del gobierno de Arias Navarro, debido a las múltiples movilizaciones sociales y oleadas de huelgas, hizo que el rey nombrara presidente del gobierno a Adolfo Suárez, aperturista y partidario de cambios hacia la democracia. Las medidas que puso en marcha fueron:
- Permitió las movilizaciones políticas y decretó una amnistía para presos políticos.
- Reformó el Código Penal para facilitar la legalización de los partidos políticos.
- Consiguió que las Cortes franquistas aprobaran la Ley para la Reforma Política, ley que fue votada en referéndum y que constituye una pieza importante en la transición, ya que suprimía las Cortes e instituciones franquistas y favorecía el paso al reconocimiento de la democracia como nueva forma de estado.
Primeras Elecciones Democráticas
En un contexto de fuerte tensión política y extrema violencia, provocado por grupos de ultraderecha, ETA, GRAPO, y una oposición en el ejército y en varios sectores franquistas a la legalización del PCE, la abolición del Movimiento o el regreso de los exiliados políticos, se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes el 15 de junio de 1977. Entre los partidos estaban:
- Alianza Popular: Partido fundado por Manuel Fraga y formado por varias personas ex franquistas. Partido de la derecha española.
- Unión de Centro Democrático (UCD): Fundado por Adolfo Suárez y formado por varios grupos liberales, demócratas, socialdemócratas y ex falangistas. Partido de centro derecha que buscaba el prestigio de su líder.
- Partido Socialista Obrero Español (PSOE): Partido dirigido por Felipe González, de izquierda moderada, contaba con un fuerte apoyo internacional.
- Partido Comunista de España (PCE): Partido de izquierda que, a pesar de su lucha antifranquista y en la transición, era visto como un partido revolucionario por varios sectores.
A la izquierda del PCE había numerosos partidos que no fueron legalizados y se presentaron en coaliciones encubiertas como el Frente Democrático de Izquierda. Los resultados fueron favorables para la UCD, seguido del PSOE, dejando atrás a los demás partidos.
Pactos de la Moncloa
La grave situación económica del país, con un 40% de inflación y un fuerte déficit exterior, hizo que todas las fuerzas políticas, sindicales y patronales vieran la necesidad de llegar a acuerdos para la mejora de la situación económica y social del país: los «Pactos de la Moncloa». Estos pactos incluían medidas económicas como la reforma fiscal o la congelación de salarios, y medidas sociales como el incremento de las prestaciones de la Seguridad Social o de las plazas escolares, además de un importante programa de inversiones públicas. Aunque en un principio los resultados fueron escasos, a medio plazo fueron vitales para el saneamiento económico, la estabilización política y la consolidación de la democracia.
La Constitución de 1978 y el Estado de las Autonomías
Tras las elecciones, se formaron las Cortes democráticas, que pusieron en marcha la elaboración de una nueva Constitución, que fue aprobada el 31 de octubre de 1978 y contó con un amplio respaldo social.
Aspectos de la Constitución:
- El Estado español se define como una monarquía parlamentaria en la que los poderes del monarca son formales, y como un Estado social y democrático de derecho, equiparándose con las democracias avanzadas de Europa.
- Soberanía popular con clara división de poderes.
- El poder legislativo corresponde a ambas cámaras, que son de elección popular directa con un mandato de 4 años.
- El poder ejecutivo lo ejerce el presidente del gobierno, cuyo nombramiento corresponde al Congreso de los Diputados a través de la votación de investidura. La acción del gobierno es controlada por las cámaras a través de las comparecencias o mociones de censura.
- El poder judicial corresponde a jueces y tribunales. Se establece el Tribunal Constitucional como máximo órgano jurisdiccional.
- Hay un amplio reconocimiento de derechos individuales, políticos, colectivos y sociales, entre los que destacaban el sufragio universal para ambos sexos a partir de los 18 años, la libertad religiosa, la abolición de la pena de muerte, el derecho a la educación, sanidad, trabajo, etc.
- El reconocimiento de la existencia de las autonomías a través de los Estatutos de Autonomía, que deberán ser aprobados por las Cortes. También se reconoce la cooficialidad de las lenguas regionales en su comunidad de origen.