El Reinado de Carlos IV y la Crisis del Antiguo Régimen en España

El Reinado de Carlos IV: El Inicio de la Crisis del Antiguo Régimen

El Impacto de la Revolución Francesa

Carlos IV era un hombre políticamente inepto y dominado por su esposa, María Luisa. Se desentendió del gobierno.

En mayo de 1789 decidió convocar Cortes generales para que jurasen a su heredero, el futuro rey Fernando. Tras la jura, las Cortes derogaron la Ley Sálica fijada por Felipe V y aprobaron el restablecimiento de la herencia dinástica fijada por las Partidas.

La Revolución francesa provocó en España una reacción política conservadora. En Francia, sucesivas órdenes prohibieron la entrada de propaganda y establecieron una rígida censura para evitar que las ideas revolucionarias se difundieran.

Conforme la revolución se radicalizaba, la tensión con Francia fue aumentando. A Floridablanca le sucedió, en 1792, Aranda. Consciente de la debilidad militar española y de la importancia de la alianza con Francia, el conde intentó mantener una política. El fin de la monarquía francesa provocó la caída de Aranda y la llegada al poder de Manuel Godoy.

El Ascenso de Godoy y las Guerras contra Francia e Inglaterra

Godoy, un antiguo guardia de corps, debía su ascenso al apoyo de los reyes, y especialmente de María Luisa de Parma, que estaba enamorada del militar y mantenía relaciones con él. Pese a que se granjeó la animadversión de todos los sectores del país por los fracasos de su política, Godoy demostró una capacidad de trabajo considerable.

Tras fracasar en el intento desesperado de salvar la vida de Luis XVI, ejecutado en enero de 1793, en marzo estalló la Guerra de los Pirineos contra la República francesa. El conflicto fue un desastre militar, con ocupación francesa de plazas españolas en el Pirineo y en América. La guerra, que terminó en julio de 1795 con la Paz de Basilea, tuvo graves consecuencias: entrega de Santo Domingo.

En agosto de 1796 se renovaron los acuerdos con Francia (primer Tratado de San Idelfonso), que llevaron a España a entrar en guerra contra Inglaterra. En 1797 los ingleses derrotaron a la escuadra española en el cabo de San Vicente, bloquearon los puertos, el comercio colonial se hundió, y Godoy se vio obligado a negociar la paz por separado. Aunque intentó recuperar el control del comercio, las colonias, habituadas ya a los intercambios con los europeos y norteamericanos, hicieron caso omiso.

La Primera Desamortización

Mientras, el gobierno tuvo que afrontar la gravísima situación financiera de la Corona. El hundimiento del mercado colonial y la depreciación de los vales habían dejado a la Hacienda exhausta. Las guerras habían disparado los precios y el hambre se extendía entre la población, lo que aumentó el descontento.

En esa situación, el gobierno puso en marcha en enero de 1798 la primera desamortización de bienes de la Iglesia, a la que se ligaba por vez primera el problema de la deuda. Se trataba de expropiar y vender los bienes raíces de la Iglesia destinados a obras de beneficencia, dedicando el importe a la amortización de deuda. Sin embargo, y aunque se obtuvo una cantidad importante, la deuda no dejó de crecer, y las tierras fueron a parar a los grandes propietarios, por lo que sirvió sólo para reforzar la estructura agraria existente. El desmantelamiento de las instituciones de beneficencia perjudicaba a las clases más desfavorecidas.

La Iglesia reaccionó con dureza contra Godoy, a quien atribuía toda la responsabilidad de la desamortización. En marzo de 1798, tras la humillante paz con los ingleses, los reyes optaron por despedir a Godoy.

La Alianza con Napoleón y el Desastre de Trafalgar

Durante dos años, diferentes ministros intentaron sostener la política de paz y de restablecimiento económico, sin demasiados resultados. En 1800, tras su llegada al poder, Napoleón forzó la firma del segundo Tratado de San Idelfonso y la vuelta de Godoy. Un año después, Francia y España entraron en guerra contra Portugal, el viejo aliado inglés. La guerra de las Naranjas fue un paseo militar permitió a Godoy cubrirse de honores.

En 1804 estalló una nueva guerra contra Inglaterra, que se saldó con la derrota de las armadas española y francesa en Trafalgar (octubre de 1805). El desastre supuso el fin de la potencia naval española sobre sus colonias americanas.

Entre 1806 y 1807, Godoy, intentó desmarcar el país de la alianza con Francia. Se le veía como el responsable de la derrota militar y de la grave situación económica. La situación era ya caótica cuando, en 1807, la decisión de Napoleón de intervenir en Portugal precipitó la crisis definitiva.

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