Al-Andalus
El término Al-Andalus aparece por primera vez cinco años después de la conquista islámica en una moneda bilingüe (latín-árabe). Según Heinz Halm, catedrático en ciencias islámicas, Al-Andalus es la arabización del nombre visigodo Landahlauts, que significa «tierra de sorteo», ya que los visigodos se repartieron las tierras. En el 711, el ejército islámico comenzó la conquista cruzando el estrecho de Gibraltar y, en el 718, prácticamente todo el territorio peninsular había sido ocupado, permaneciendo hasta finales del siglo XV. Sin embargo, en el siglo XIII, Al-Andalus quedaría reducido solamente a Granada. La presencia musulmana dejó huella en la península tanto cultural como científicamente en los campos de medicina, astronomía, matemáticas, agronomía y arquitectura.
La Repoblación
Es un proceso vinculado a la formación de reinos cristianos en la península ibérica. Consiste en introducir nuevas masas de campesinos en zonas despobladas o bien en zonas donde se expulsa a la población musulmana. Existieron diversas formas:
- Presura o aprisio (s. VIII-X): Un grupo de monjes o campesinos ocupaban y se apropiaban de tierras vacías. Es una repoblación espontánea, frecuente en las zonas del norte del Duero.
- Sistema concejil o de frontera (s. XI-XII): La repoblación es dirigida y consiste en la creación, en las fronteras, de nuevos concejos con generosos fueros que recogían las principales normas jurídicas de la vida local (Ávila, Segovia, Daroca, Calatayud…). Este sistema se extiende por la zona del Duero, los montes de Toledo y el valle del Ebro.
- Repoblación a través de órdenes militares (1ª mitad s. XIII): Consiste en conceder a estas instituciones, que habían ayudado a luchar contra los musulmanes, extensos territorios conquistados en los que disponían de jurisdicción y derechos económicos. Fue frecuente en la meseta sur y en zonas de Teruel y norte de Castellón.
- Repartimientos (2ª mitad s. XIII): Consiste en la entrega de casas y tierras a los magnates que habían colaborado en su conquista. Generalmente se trataba de extensos lotes de tierras, habitual en Andalucía, el valle del Guadalquivir, zonas de Valencia y Baleares.
Los Mudéjares
Conocemos con el nombre de mudéjares a los musulmanes que se encontraban bajo territorio cristiano, debido al avance de los ejércitos cristianos sobre el territorio de Al-Andalus. Esta sociedad se agrupaba en aljamas y gozaban de protección real, pero, a pesar de esto, estaban sometidos a una cierta segregación social y tenían mayores cargas fiscales que la población cristiana. Hubo generalmente una buena coexistencia entre cristianos y musulmanes. Bajo el reinado de los Reyes Católicos se tomó Granada, y se caminó hacia la unidad religiosa, lo que produjo rechazo en la sociedad islámica, ya que los principales enemigos de la monarquía eran piratas berberiscos y turcos. La impronta de esta sociedad mudéjar perdura hasta nuestros días con ejemplos sobresalientes en Aragón como la Seo de Zaragoza, su Aljafería y las torres de Teruel. Esta sociedad musulmana fue obligada a convertirse al cristianismo y pasarían a ser denominados cristianos nuevos, moriscos. Cuando reinaba Felipe II, todos los cristianos nuevos serían expulsados, alegando ser «malos cristianos» y potenciales aliados de los turcos.
La Inquisición Española
Fue un tribunal eclesiástico encargado de la persecución de la herejía, que se desarrolló en Europa a partir del s. XII. La inquisición española tiene una larga vida, que se extiende desde 1479 hasta 1834. La inquisición desarrollada por los Reyes Católicos desempeñó un papel político, siendo un poderoso instrumento de control social al servicio del Estado monárquico. Estuvo vinculada al Estado y fue el único tribunal con jurisdicción en todo el territorio peninsular. A la cabeza de la organización estaban el Inquisidor general y el Consejo Supremo. El territorio quedó dividido en distritos, en cada uno de los cuales había un tribunal. En sus procedimientos judiciales, el acusado desconocía de qué se le acusaba y quién le acusaba, y sus consecuencias generaban miedo y la convirtieron en una institución temible.
La Encomienda en América
Los españoles en América aspiraban, entre otras cuestiones, a sacar rendimiento de la conquista y esto no se podía hacer sin el trabajo de los indígenas. Sin embargo, una buena parte de estos, no habituados al trabajo regular, no estaban dispuestos a trabajar voluntariamente, por lo que se les obligó. La encomienda suponía la entrega, por parte de la Corona, de un número de indios…