Análisis de la composición de las Cortes de Cádiz de 1812

1. Descripción de la gráfica

Tipo de gráfica: De barras simple, representa la variable del número de diputados. Naturaleza: Sociopolítica, refleja la revolución política a través de la extracción social de los diputados. Eje horizontal: Número de diputados en intervalos de 10 unidades. Eje vertical: 13 categorías profesionales de los diputados. Datos: 296 diputados en total. El grupo más numeroso es el de los eclesiásticos (90), seguido por abogados (56), funcionarios (49) y militares (30). Hay 20 sin profesión determinada. El resto presenta cifras inferiores.

2. Interpretación de la gráfica

Se abordará la convocatoria de Cortes y la elección de diputados, y posteriormente se analizará la composición social de las mismas.

2.1 Convocatoria y elección de diputados

En septiembre de 1808, la Junta Central Suprema se encarga de dirigir la guerra contra los franceses. Tras dificultades, desprestigio y la derrota en Ocaña (noviembre de 1809), se refugia en Cádiz, plantea su disolución y convoca a Cortes, nombrando antes una Regencia.

En enero de 1810, la Junta envía la convocatoria a las Juntas provinciales y ciudades con derecho a voto, excluyendo a la nobleza y al clero. Redactan un decreto, que desaparece, para regular el funcionamiento de las Cortes en dos cámaras.

A finales de enero de 1810, la Regencia, ante presiones, decide celebrar las Cortes en cámara única en agosto. Las elecciones serían mediante sufragio universal indirecto: primero en parroquias y luego en capitales de provincia para elegir diputados.

El desarrollo de las elecciones en un país mayoritariamente ocupado por los franceses es incierto, probablemente clandestinas y con baja participación. Los diputados llegan lentamente a Cádiz, recurriendo a «suplentes» oriundos de cada región residentes en la ciudad.

2.2 Composición social de las Cortes

Sorprende el elevado número de eclesiásticos (casi un tercio), quienes no representan al clero institucionalmente, sino que fueron elegidos como titulares o suplentes. La mayoría eran del clero urbano e ilustrado, ya que los obispos no se presentaron esperando ser llamados según la tradición. Esta alta representación explica el tratamiento de la religión católica en la Constitución de 1812.

El escaso número de nobles se explica por la misma razón: esperaban ser llamados como tradicionalmente. Clero y nobleza, representantes del Antiguo Régimen, sumarían 104 diputados frente a 162 de profesiones liberales (abogados, funcionarios, catedráticos, comerciantes…), representantes del mundo burgués emergente.

Más de la mitad de los diputados pertenecían al tercer estado o estado llano, sin representación de artesanos, obreros o campesinos (salvo posibles casos entre los 20 sin identificar). La burguesía comercial tampoco tuvo gran representación. Destacan abogados y funcionarios. Se considera que los diputados representan la «irrupción de la minoría urbana ilustrada» en una España mayoritariamente rural e iletrada.

2.3 Tendencias políticas

Los diputados se agrupan en tres tendencias: conservadora (opuesta a reformas), renovadora (dentro de la tradición) e innovadora o liberal (aplicar el programa liberal). La homogeneidad dentro de cada tendencia era improbable. La mayor capacidad de los innovadores, aunque minoritarios, les permitió llevar la iniciativa (desde el principio con la soberanía nacional) y prevalecer frente a una mayoría amorfa. Así se aprobó la Constitución de 1812, que significó el fin del Antiguo Régimen.

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