El Régimen Franquista: Características, Institucionalización y Evolución (1936-1975)

El Régimen Franquista (1936-1975)

Características esenciales

La victoria en la Guerra Civil (1936-1939) de los sublevados, proclamada el 1 de abril de 1939, supuso la consolidación de la dictadura militar (que ya funcionara en la guerra en la España «nacional»), también conocida como Régimen Franquista o Franquismo, al asumir Franco todos los poderes. Se caracterizó por los siguientes rasgos ideológicos, a imitación del fascismo italiano:

  • Caudillismo: Franco, «caudillo de España», concentraba todos los poderes en su persona.
  • Militarismo: se presentaba al ejército como salvador de España y garante de la paz.
  • Hipercentralismo y ultranacionalismo simbolizado en el lema «Una, grande y libre».
  • Nacionalcatolicismo: con un Estado ultracatólico plenamente alineado con la Iglesia católica.
  • Nacionalsindicalismo: con un único sindicato de pertenencia obligada, controlado por Falange.

Su larga permanencia en el tiempo (hasta 1975, con la muerte del dictador) fue posible sobre todo gracias al apoyo clave de cuatro grupos o «familias» de la sociedad:

  1. Ejército: permitió ganar la guerra y aplastar toda oposición en la posguerra. Se reascendió a los africanistas y se incorporó a fascistas y requetés (carlistas).
  2. Iglesia: se encargó de legitimar, justificar y publicitar el régimen, a cambio de privilegios económicos, influencia política y el control total de la educación y la cultura.
  3. Falange: convertida en partido único, controló la vida social y laboral, con una Sección Femenina liderada por la hermana de José Antonio, Pilar Primo de Rivera, para educar a las mujeres como amas de casa sumisas hacia los varones y hacia el régimen.
  4. Grupos con bienestar económico: terratenientes, empresarios de la industria y la banca, pequeña burguesía de las capitales de provincia, campesinos propietarios, etc. (siempre y cuando la marcha de la economía los beneficiara).

También contribuyó la sumisión del resto de la población, lograda mediante el fuerte control de la vida social por parte del ejército, la Iglesia y Falange.

Proceso de Institucionalización del Régimen

El final de la guerra no significó el inicio de la paz, sino el inicio de una victoria aplastante. Esta victoria se escenificó de dos maneras: aplastando todo lo que oliese a República e instaurando en su lugar, progresivamente, un régimen destinado a durar lo máximo posible.

En este proceso de «institucionalización», Franco se opuso desde el primer momento a crear una Constitución (como buen antiliberal), optando por aprobar leyes que construían la base legal de su régimen. Antes del final de la guerra, se aprobaron dos leyes importantes:

  • 1937: Decreto de Unificación: Franco unió todos sus apoyos políticos (fascistas, alfonsinos, carlistas y católicos) en un partido único: FET y de las JONS.
  • 1939: Ley de Responsabilidades Políticas: obligaba a denunciar a todo aquel que hubiese prestado apoyo al bando republicano y legalizaba cualquier castigo y represión contra ellos.

Las normas de organización del Franquismo quedaron recogidas en las Leyes Fundamentales, siete leyes aprobadas entre 1938 y 1967, según las necesidades del régimen. Estas leyes servían para «maquillar» y dar apariencia democrática a la dictadura, sobre todo para lograr el reconocimiento y apoyo del bloque occidental en la Guerra Fría. Se construyó así el sistema de «democracia orgánica», un sistema político en contra del parlamentarismo y los partidos políticos, pero en el que los españoles «podían participar» en la vida política a través de tres órganos básicos: la familia, el municipio y el sindicato.

Las Siete Leyes Fundamentales:

  1. 1938: Fuero del Trabajo: copiada del fascismo italiano, regulaba las relaciones laborales y creaba el Sindicato Vertical (obligatorio, único y bajo el control de Falange).
  2. 1942: Ley Constitutiva de las Cortes: creaba unas Cortes como órgano consultivo para asesorar a Franco en la elaboración de leyes, pero no eran elegidas democráticamente.
  3. 1945: Fuero de los Españoles: una aparente «Constitución» con derechos y liberdades, pero en realidad muy limitados por otras leyes.
  4. 1945: Ley del Referendo: reconocía el derecho a consultar la opinión de los españoles sobre las leyes, simulando la existencia de sufragio.
  5. 1947: Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado: definía a España como un reino, pero reservaba a Franco el cargo de Jefe de Estado vitalicio y el derecho a nombrar a su sucesor.
  6. 1958: Ley de Principios del Movimiento Nacional: se cambió el nombre de FET y de las JONS a «Movimiento Nacional», manteniendo la misma ideología.
  7. 1967: Ley Orgánica del Estado: permitía a Franco nombrar un Jefe de Gobierno para que gobernara en su lugar.

En los años 70, el crecimiento económico se detuvo con la crisis del petróleo de 1973, y el régimen volvió a recibir críticas internacionales. Estos factores, unidos a una oposición cada vez más activa, propiciaron que en 1975, tras la muerte del dictador, se apostara por una vía reformista: la Transición a la democracia, recogida en la Ley de Reforma Política, con Adolfo Suárez al frente.

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