Fundamentos Ideológicos del Franquismo

En sus inicios, tanto los golpistas como el propio Franco carecían de una ideología definida. Sin embargo, las fuerzas que lo apoyaron constituyeron los pilares ideológicos del régimen. Franco se inclinaba por un Estado autoritario, nacionalista y católico, donde ejercería la máxima autoridad con el apoyo del ejército.

Todos los partidos fueron unificados en 1937 bajo el Movimiento Nacional, Falange Española Tradicionalista de las JONS, dirigida por Franco. Dentro de este partido único, coexistieron diversas corrientes ideológicas, conocidas como familias. Franco formó gobierno con ministros de estas distintas familias, quienes ocuparon la mayoría de los cargos.

El ejército fue el apoyo más importante para el mantenimiento del orden público, ocupando altos cargos políticos y ministeriales. Su principal aportación ideológica fue el nacional-patriotismo, con ideas de jerarquía, disciplina, austeridad, autoritarismo, virilidad y una fuerte represión. Eran anticomunistas, defensores de la unidad nacional y el orden público. Controlaban la represión, las fuerzas de seguridad, ministerios económicos y gozaban de privilegios.

Los monárquicos buscaban restaurar la monarquía borbónica, pero con el tiempo crecieron sus críticas al régimen y fueron apartados del poder, algunos incluso pasando a la oposición.

• Los falangistas, a través de la FE de las JONS, aportaron las bases ideológicas del régimen: el Nacional-sindicalismo. Sus ideas incluían el ultranacionalismo, la ética de la violencia y la represión, el machismo y la idea de España como Imperio, con una exaltación del líder.
• Los carlistas, de Navarra y el País Vasco, apoyaron a Franco para restaurar un Estado autoritario basado en la tradición y la religión.
• La Iglesia Católica legitimó y justificó la guerra civil como una cruzada contra el ateísmo marxista. Consolidó su presencia en la enseñanza y la vida intelectual, especialmente tras el Concordato de 1953, convirtiéndose en propagadora de la ideología del régimen.

Estas dos últimas familias aportaron las ideas del Nacional-catolicismo, que se traduce en la defensa de la religión y la moral católica (puritana, tradicional y antiliberal).

Concepto y Formación del Nuevo Régimen

El primer franquismo (1936-1959) se caracteriza por:

• Régimen autoritario, inspirado en el fascismo italiano:
  • Carencia de Constitución: Franco suprimió la Constitución de 1931 y las Cortes. No existían elecciones democráticas y los cargos políticos eran elegidos por él. Con el tiempo, se promulgaron las Leyes Fundamentales del Reino.
  • Prohibición de partidos políticos: Tras la guerra, la represión política eliminó el pluralismo, con la excepción del partido único, FET de las JONS.
  • Supresión de derechos: Se prohibieron la reunión, asociación, huelga, sindicación y cualquier tipo de oposición. Se instauró la censura y el control de los medios de comunicación.
  • Represión de la oposición: Constante y planificada, comenzó con la guerra civil y continuó durante todo el régimen.
• Caudillismo: Concentración de todos los poderes en Franco, quien legislaba por decreto. Las Cortes (creadas en 1942) eran un órgano consultivo sin poder legislativo.
• Estado unitario y centralista: Se abolieron los estatutos de autonomía y se impulsó la castellanización.
• Existencia de familias políticas: Falange, católicos, monárquicos, alfonsinos, carlistas, tecnócratas del Opus Dei y militares.

Según Javier Tusell, el régimen no puede ser calificado como totalitario, ya que, pese a su autoridad, Franco necesitaba el apoyo de las distintas familias.

La concentración de poder de Franco se inició durante la guerra civil:

• Septiembre de 1936: Nombrado Generalísimo de los ejércitos.
• Octubre de 1936: Nombrado Jefe del Estado y Jefe de Gobierno.
• Enero de 1939: Se le otorga la potestad legislativa.