La Neutralidad Española en la Primera Guerra Mundial (1914-1917)
El Impacto de la Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial, iniciada en agosto de 1914, enfrentó a Alemania y Austria-Hungría contra Francia, Reino Unido y Rusia. España, bajo el reinado de Alfonso XIII y el gobierno de Eduardo Dato, optó por la neutralidad debido a su irrelevancia internacional, debilidad económica e incapacidad militar. A pesar de la postura oficial, la opinión pública se dividió entre «aliadófilos» (principalmente liberales progresistas) y «germanófilos» (conservadores y oficiales del Ejército). Solo los anarquistas y algunos socialistas denunciaron la guerra como un enfrentamiento imperialista.
La guerra impulsó el crecimiento económico español a partir de 1915 gracias al aumento de las exportaciones a los países beligerantes. Sin embargo, los beneficios se concentraron en la burguesía, mientras que las clases populares sufrieron bajos salarios y la subida de precios por el desabastecimiento del mercado interior. Esta situación agravó las tensiones sociales y radicalizó el movimiento obrero.
La Crisis de 1917
La crisis de 1917 consistió en tres revueltas:
- Crisis Militar: Las Juntas Militares de Defensa, formadas por oficiales de Infantería, se rebelaron en junio de 1917 para defender sus intereses. El gobierno, con el apoyo del rey, cedió a sus demandas.
- Crisis Política: En julio, la Lliga Regionalista, liderada por Francesc Cambó, convocó una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona para formar un gobierno provisional. La asamblea fracasó por las diferencias ideológicas y el temor a una revolución social tras la huelga de agosto.
- Huelga General: En agosto, UGT y CNT convocaron una huelga general para derrocar al régimen. La huelga, precipitada por una huelga de ferroviarios en Valencia, fracasó debido a la división sindical, la falta de apoyo de la Lliga y la represión del Ejército.
Los sucesos de 1917 consolidaron al Ejército como pilar del régimen y radicalizaron al movimiento obrero, al tiempo que aumentaba el descrédito de Alfonso XIII.
La Agonía del Régimen de la Restauración (1918-1923)
Inestabilidad política y auge del movimiento obrero (1918-1923)
El fin de la Primera Guerra Mundial trajo una crisis económica a España. La reducción de las exportaciones provocó cierres de fábricas y despidos, aumentando la conflictividad social y el auge del sindicalismo. La influencia de la Revolución soviética de 1917 se hizo sentir con la fundación del PCE en 1921.
Los gobiernos de concentración, inestables e incapaces de solucionar los problemas, se sucedieron. Destacaron las protestas en Andalucía («trienio bolchevique») y Cataluña (huelga de «La Canadiense»).
Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
El Golpe de Estado y el Directorio Militar (1923-1925)
En septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado con el apoyo del rey. Se estableció un Directorio Militar que suspendió la Constitución, prohibió los partidos políticos y sindicatos, y limitó las libertades.
El Directorio Civil (1925-1930)
En 1925, el Directorio Militar fue sustituido por un Directorio Civil. Primo de Rivera intentó modernizar la administración, impulsar la economía y resolver el «problema de Marruecos» con el desembarco de Alhucemas en 1925.
La caída de la dictadura (1928-1930)
A partir de 1928, la dictadura perdió apoyos. La oposición creció entre la clase política, los republicanos, la burguesía catalana (con la formación de ERC), los intelectuales y los estudiantes. El Ejército también se enfrentó a Primo de Rivera por la reforma de ascensos. La crisis económica de 1929 agravó la situación, llevando a la dimisión de Primo de Rivera en enero de 1930.
La Caída de la Monarquía (1930-1931)
El general Dámaso Berenguer intentó restaurar la normalidad constitucional, pero la sociedad española había perdido la confianza en el rey. En agosto de 1930, las fuerzas de oposición firmaron el Pacto de San Sebastián. Tras el fracaso del levantamiento militar de Jaca y Cuatro Vientos, las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 se convirtieron en un plebiscito contra la monarquía. El triunfo de la coalición republicano-socialista en las ciudades llevó a la proclamación de la Segunda República el 14 de abril y al exilio de Alfonso XIII.