Historia de Rusia: La Revolución, el Ascenso del Bolchevismo y la Era Stalinista

La Revolución Rusa y la Era Soviética: De los Zares a Stalin

Rusia de los Zares: Crecimiento y Oposición

La oposición al régimen zarista surgió como resultado del proceso de industrialización, que trajo consigo la difusión de ideas liberales, anarquistas y marxistas. El movimiento populista (Narodniks o Voluntad del Pueblo) y el anarquismo (Tierra y Libertad) propugnaban el reparto de tierras y la acción directa contra la autocracia. Se crearon partidos liberales y burgueses, como el Partido Social-Demócrata, liderado por Lenin.

La Revolución de 1905

Los intentos de reforma del régimen zarista no lograron apaciguar la agitación social y política, provocada por las malas condiciones de vida, la corrupción en la corte (influencia de Rasputín) y la penuria económica derivada de la guerra ruso-japonesa. En enero de 1905 estalló la revolución, con la población demandando mejoras básicas. Una manifestación en San Petersburgo frente al Palacio de Invierno fue reprimida violentamente en el conocido como «Domingo Sangriento». En las protestas participaron diversos grupos políticos opositores, la Iglesia y la marinería. Tras la represión, el régimen implementó algunas reformas, como la creación de la Duma (asamblea con representantes de grupos políticos), pero estas no lograron calmar el descontento.

La Revolución de Febrero de 1917

El descontento popular se agravó con la entrada de Rusia en la Primera Guerra Mundial. El desastre militar y político provocó que el 23 de febrero comenzara una manifestación en Petrogrado, que derivó en un motín militar y culminó con una huelga general. Se formaron los Soviets (consejos de trabajadores y soldados) y el Zar Nicolás II decidió abdicar. Se formó un gobierno provisional, presidido por el príncipe Lvov, que implementó nuevas reformas políticas y sociales. Sin embargo, los problemas persistieron. Existía una dualidad de poderes entre los Soviets y el gobierno provisional. Lenin, desde su exilio, defendía la necesidad de avanzar hacia una fase socialista de la revolución y la retirada de Rusia de la guerra. Las protestas continuaron y Lvov fue sustituido por Kerenski, quien prometió la formación de una asamblea constituyente, pero mantuvo a Rusia en la guerra. Se persiguió a los bolcheviques, pero un intento de golpe de estado zarista, que fue sofocado con la ayuda de los bolcheviques, aumentó su protagonismo. Trotsky, líder bolchevique, acumuló poder en los Soviets.

La Revolución de Octubre de 1917

Tras la prohibición del Partido Bolchevique, los Soviets, apoyados por la Guardia Roja, tomaron el Palacio de Invierno el 25 de octubre. El gobierno provisional dimitió y la revolución se extendió a toda Rusia. Los bolcheviques tomaron el control de los principales territorios. Entre las primeras medidas del nuevo gobierno, dirigido por Lenin, se encuentran la creación del Consejo de Comisarios del Pueblo, la instauración del socialismo y la implementación de medidas revolucionarias como el control obrero, el reparto de tierras a los campesinos y la supresión de la monarquía. Se estableció una federación de repúblicas con derecho a la autodeterminación y se firmó el Tratado de Brest-Litovsk con Alemania, que supuso la salida de Rusia de la Primera Guerra Mundial.

La Guerra Civil Rusa

La oposición a la revolución bolchevique, formada por diversos grupos (zaristas, liberales, socialistas moderados, etc.), se organizó en el llamado «Ejército Blanco» y se enfrentó al «Ejército Rojo», dirigido por Trotsky. El Zar Nicolás II y su familia fueron ejecutados. En 1921, tras la victoria del Ejército Rojo en Ucrania, la guerra civil terminó con la victoria de los bolcheviques. La guerra civil conllevó la implementación del «comunismo de guerra», que supuso la supresión de la propiedad privada y la estatalización de la industria y la agricultura para poder hacer frente a las necesidades del ejército. El estado controlaba toda la producción y distribución de productos.

La Consolidación del Poder Bolchevique y la Formación de la URSS

La Asamblea Constituyente fue disuelta por los bolcheviques al negarse a someter sus decisiones a la aprobación de los Soviets. En 1921, el Partido Bolchevique se renombró como Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), dirigido por el Politburó, con Lenin como jefe de estado. El órgano supremo del estado era el Congreso de los Soviets, con poder legislativo. El presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo tenía el poder ejecutivo. En 1922 se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). La Constitución, redactada en 1924, definía las competencias de la URSS y sus repúblicas.

La Nueva Política Económica (NEP)

Ante el hundimiento de la economía tras la guerra civil y la revolución, se implementó la Nueva Política Económica (NEP) para mejorar las condiciones de vida y vencer las resistencias al proceso revolucionario. La NEP supuso la desaparición del «comunismo de guerra» y la implantación de una economía mixta, con algunos sectores con economía de mercado, permitiendo la pequeña propiedad privada y los beneficios. En 1926 se superaron los niveles de producción previos a la guerra. Sin embargo, la economía de mercado provocó la subida de precios, problemas de desabastecimiento y desigualdades sociales. La NEP también generó un debate interno en el PCUS, con partidarios de la economía mixta y defensores de una economía socialista centralizada.

De Lenin a Stalin

La Tercera Internacional (Komintern)

Los bolcheviques criticaron a los socialistas de la Segunda Internacional por no oponerse a la Primera Guerra Mundial y defendieron la necesidad de renovar el marxismo y crear una revolución obrera mundial. En 1919 se formó en Moscú la Tercera Internacional (Komintern). Algunos partidos socialistas abandonaron la Segunda Internacional y se unieron a la Komintern. Esto produjo divisiones entre los socialistas, especialmente por las 21 condiciones impuestas por los bolcheviques para la adhesión a la Komintern, que incluían la expulsión de los reformistas y la aceptación de las concepciones leninistas. La escisión del movimiento socialista llevó a la creación de partidos comunistas en diversos países.

La Muerte de Lenin y la Disputa por el Poder

Tras la muerte de Lenin en 1924, se produjo un debate en el Partido Bolchevique sobre la sucesión en el liderazgo. Dos figuras destacadas, Trotsky y Stalin, se enfrentaron por el poder. Trotsky, más radical, defendía abandonar la NEP y avanzar hacia una economía socialista. Stalin, por su parte, proponía mantener la economía mixta, construir el socialismo en un solo país (URSS) y reservar las decisiones al PCUS. En 1927, Stalin se hizo con el poder, instaurando un régimen autoritario, con centralismo absoluto y eliminación de la democracia interna en el partido. Stalin abandonó la NEP, expulsó a Trotsky y a sus seguidores y eliminó a todos sus opositores.

El Stalinismo

El estalinismo se caracterizó por la dictadura personal de Stalin, el desarrollo de una clase privilegiada de apoyo (la «nomenclatura») y la eliminación de cualquier tipo de oposición. Se llevaron a cabo «purgas» (represiones generalizadas) y se crearon campos de concentración (Gulag) en Siberia para realizar trabajos forzados. La economía fue totalmente controlada por el estado mediante la planificación centralizada a través de los Planes Quinquenales. Se suprimió la NEP y se prohibió la propiedad privada. Se implementó la colectivización forzosa de la agricultura, que provocó una gran resistencia campesina y una hambruna en Ucrania (Holodomor). A pesar de los costes humanos y sociales, la industrialización estalinista consiguió aumentar los niveles de producción. En la sociedad y la cultura se desarrolló un culto a la personalidad de Stalin. En la cultura solo se permitían valores comunistas y se promovía el sacrificio colectivo en beneficio del estado.

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