Historia de la Democracia Española: Gobiernos y Transición

La Nueva Democracia Española a Través de sus Gobiernos

El Primer Gobierno Constitucional

Las elecciones supusieron un triunfo de la UCD, un afianzamiento del PSOE y la aparición del Partido Socialista Andaluz. Tras las elecciones municipales, con la victoria de la izquierda, se impulsó la configuración de un Estado de las Autonomías. Se llegó a aprobar la Generalitat de Catalunya. Más tarde, se estableció la Xunta de Galicia y el Consejo General del País Vasco, pero aquí hubo problemas por la desconfianza del lendakari. Otro buen paso se dio con la aprobación de los Estatutos de Autonomía de las comunidades históricas: Cataluña, País Vasco, Galicia y, más tarde, Andalucía. Estas comunidades accedieron a la autonomía por la vía rápida y las demás por la lenta.

El primer gobierno constitucional llevó a cabo muchos proyectos como la reforma del Código Civil, el Estatuto de los Trabajadores, el Tribunal Constitucional, la Ley Orgánica de Libertad Religiosa y la Reforma Fiscal.

La Crisis de la UCD

A pesar de los importantes cambios políticos, la sociedad española empezó a crisparse. La crisis económica anterior no tenía fácil solución y el paro aumentaba de forma galopante. Por eso, muchos quedaron defraudados. A ello hay que añadir las discrepancias que empezaron a surgir en el seno de la UCD. Algunos de los integrantes del partido pusieron en duda el protagonismo de Suárez.

La presión del ejército hizo que Adolfo Suárez terminase por dimitir y, con ello, empezó a desintegrarse la UCD. La acción del terrorismo de ETA y del GRAPO fue intensa, con constantes atentados en todos los territorios españoles. Esta presión se atenuó mucho más con el golpe de Estado protagonizado por el general Tejero el 23 de febrero de 1981. La decisiva intervención del rey y la falta de apoyo al golpe hicieron que Tejero y sus aliados renunciasen a la operación.

El Gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo

Este gobierno hizo todo lo posible por reconducir a España y tratar de introducirla en la OTAN. EE. UU. y Rusia consideraban adecuado el ingreso de España en la OTAN, ya que sus soldados podían ser de gran ayuda. La izquierda, lógicamente, estaba en contra. La campaña del gobierno a favor de la OTAN dio a conocer todas las ventajas y fue muy sólida. La izquierda, en la reunión, no aceptó el ingreso y se opuso totalmente.

En la política interior también se hizo un esfuerzo por mejorar la economía, restituir la seguridad ciudadana con la Ley Antiterrorista y promulgando la Ley del Divorcio. En julio de 1982, Adolfo Suárez fundó un nuevo partido: el CDS. Con los comicios de 1982 se daba por vencedor al PSOE, seguido de AP, UCD y el PCE. La transición había terminado.

Los Gobiernos de Felipe González

Las dificultades del gobierno de Calvo Sotelo llevaron a adelantar las elecciones a 1982, en las que el PSOE, con Felipe González a la cabeza, consiguió una mayoría absoluta, y la UCD se hundió, convirtiéndose la derecha de Fraga en el principal partido de la oposición.

El PSOE se había renovado ideológica y programáticamente: asumió la monarquía y abandonó el marxismo. Su programa electoral ofrecía la creación de empleo, un referéndum para la salida de España de la OTAN y un gobierno de gente honrada.

Felipe González podía ejercer el poder ejecutivo libremente por el amplio apoyo parlamentario con el que contaba. Consiguió la incorporación de España a la CEE y ganar el referéndum para la integración de España en la OTAN, lo que supuso un cambio en la posición defendida por los socialistas.

En las elecciones de 1986, el PSOE volvió a conseguir una mayoría absoluta, aunque con un ligero descenso. El desastre electoral de la UCD en 1982 fue espectacular y condujo a su desaparición. En las siguientes contiendas electorales, Adolfo Suárez creó el CDS. El PCE de Santiago Carrillo también sufrió en 1982 una reducción y, tras la dimisión de éste, se organizó una coalición de partidos de izquierda, IU. El hundimiento electoral de la UCD hizo que aumentara el voto de Alianza Popular en 1982. A través del PNV y CiU, los nacionalistas vascos y catalanes reforzaron su gobierno autonómico. En Andalucía, el PSA sufrió un fracaso en 1982.

Tras el segundo éxito electoral del PSOE en 1986, se produce un paulatino descenso en su apoyo. En 1988 se produce una huelga general convocada por CC.OO. y UGT que tuvo un seguimiento masivo y paralizó el país. Esta huelga se produjo como respuesta a las medidas laborales y económicas que había adoptado el gobierno y que separaron al líder de UGT del presidente Felipe González.

En las elecciones municipales de 1987, el PSOE sufrió una disminución de votos. En la confrontación electoral de 1989, Felipe González tuvo que hacer acuerdos con Suárez y los nacionalistas vascos y catalanes. Los resultados reflejaron la inexistencia de una alternativa política al PSOE. El PP, ahora liderado por José María Aznar, obtuvo muy pocos votos, la CDS de Suárez no acababa de consolidarse e IU tampoco.

A partir de aquí, aparecen en el PSOE dos corrientes: los guerristas y los renovadores. Además, en economía se anunciaba recesión y crisis, y se produjeron escándalos y casos de corrupción atribuidos a políticos del PSOE, que hicieron que en las elecciones generales de 1993, celebradas en plena recesión económica, el PSOE ganara con una pequeña distancia al PP, por lo que Felipe González tuvo que buscar consenso con los nacionalistas catalanes.

La lucha contra la corrupción no se producía y no se despejaba el horizonte económico, por lo que en las elecciones municipales de 1995 el PSOE perdió frente al PP.

En la cita electoral de 1996, el PSOE perdía por primera vez unas elecciones generales, pero la victoria del PP fue muy ajustada.

Los Gobiernos de José María Aznar

Las dificultades de Aznar para configurar un gobierno con suficientes apoyos parlamentarios pusieron de relieve la debilidad de su posición, pero se hizo con la situación poco a poco gracias a la bonanza económica y las medidas que disminuyeron el paro. Además, los escándalos de la vida política quedaron como algo del pasado y el PP moderó su imagen y se presentó como un partido de centroderecha.

Todo esto, y los problemas del PSOE, hicieron que en las elecciones generales de 2000 el PP consiguiera una victoria absoluta. El PNV y CiU se mantuvieron y el PA obtuvo representación. IU sufrió un revés electoral.

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