El Terror y la Revolución Francesa: Un Análisis Histórico

El Terror

Además del proceso del rey, la Convención ocupó su tiempo en la redacción de una nueva Constitución. Esta nueva Constitución fue aprobada en verano de 1793, aunque nunca llegó a entrar en vigor debido a la guerra. Era más democrática que la anterior de 1791. Incluía el sufragio universal masculino y reconocía derechos sociales, como el derecho a la educación y al trabajo, o la protección con dinero público de los más desfavorecidos.
Durante esta etapa de gobierno, el poder quedó en manos de los jacobinos, que se apoyaron en la fuerza de los sans-culottes en la calle. Para defender la revolución, se otorgaron poderes especiales a los llamados comités, como el Comité de Salvación Pública, dirigido por Robespierre. En la práctica, estos comités gobernaban Francia de forma dictatorial, y con ellos llegaba la etapa del Terror.
Durante el Terror, se produjo una cruel persecución y represión de todos aquellos que se consideraban enemigos de la revolución. Los juicios irregulares, las condenas a muerte y las ejecuciones en la guillotina fueron sistemáticas.

En 1794, el gobierno de Francia se había convertido en una dictadura personal, la de Robespierre. En el mes de julio de 1794, se produjo una reacción contra los excesos del Terror y de su líder. Robespierre y muchos de sus seguidores fueron guillotinados. El periodo de la Convención había terminado.

Directorio y Ascenso de Napoleón

Tras la reacción contra el Terror, comenzaron a gobernar los girondinos. Se elaboró una nueva Constitución, la de 1795 (año III). En ella se mantenía la República como forma de estado, pero se volvía al sufragio censitario y el poder ejecutivo se entregaba a un Directorio de 5 miembros. La revolución se moderaba de nuevo. Este periodo siguió dominado por el Directorio, que debía evitar tanto los intentos de vuelta a la etapa jacobina como los de reimplantar el Antiguo Régimen, sin olvidar la guerra contra las potencias extranjeras. Por eso se vio obligado a pedir el apoyo del ejército. Muy pronto destacó un joven general, Napoleón Bonaparte, que obtuvo importantes victorias. En 1798, tras varios intentos de rebelión por parte de los monárquicos, quedaba ya claro que el futuro de la revolución y de Francia estaba en manos de los generales y, en especial, de Napoleón, quien en 1799 dará un golpe de estado que pondrá el poder en sus manos. Bonaparte llevará a cabo un proceso de acumulación de poder: en virtud de la Constitución del año VIII, el poder pasa a manos de 3 cónsules. El primer cónsul, Napoleón Bonaparte, posee el poder efectivo, mientras que los otros dos tienen solo funciones consultivas. En 1802, la Constitución del año X, dictada por Napoleón, le nombrará cónsul único con carácter vitalicio. En 1804 es proclamado emperador.

Revolución Americana

Introducción

En la costa este de Norteamérica había 13 colonias que pertenecían a la corona británica. La población de estas colonias tiene su origen en sucesivas oleadas de inmigrantes procedentes del Reino Unido y de otros países europeos. Estas gentes que llegaban de Europa a las colonias rechazaban el rígido sistema social y político del Antiguo Régimen y veían en los territorios americanos la posibilidad de crear una sociedad organizada según los principios de igualdad y libertad. La economía de las colonias se basaba en la agricultura y en un importante comercio con el continente. En las colonias del sur había numerosas plantaciones de tabaco, azúcar y algodón donde trabajaban esclavos negros. La sociedad colonial estaba compuesta por grandes y pequeños propietarios de la tierra, trabajadores urbanos libres, comerciantes y esclavos negros procedentes de África.

Guerra de Independencia

El levantamiento de las colonias americanas fue al mismo tiempo una guerra de independencia y una revolución. Guerra de independencia porque lucharon por sustraerse al control de la metrópoli, el Reino Unido, y convertirse en un nuevo país independiente. Fue también una revolución porque ese nuevo país, los Estados Unidos, se va a crear de acuerdo con los principios de la Ilustración y el liberalismo. Las causas de la guerra son ideológicas, políticas y económicas. Las causas ideológicas tienen que ver con ese afán de libertad e igualdad que llega a las colonias con la Ilustración. Las causas políticas están relacionadas con la forma en que las colonias eran gobernadas por Gran Bretaña. Los colonos no estaban representados en el parlamento inglés, por tanto no podían defender sus intereses. Se sentían marginados por ello y les parecía muy injusta esta situación, teniendo en cuenta que pagaban impuestos y aportaban a la metrópoli recursos económicos y militares.

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