Caída de Napoleón
Los ejércitos napoleónicos conquistaron gran parte de Europa. En respuesta, surgieron sentimientos nacionales contra los invasores. Los ideales de libertad se extendieron entre los patriotas de numerosos países. En España, en 1808, se generó una fuerte oposición a José Bonaparte. En 1814, Napoleón, vencido en Francia y Rusia, abdicó. En 1815, fue derrotado en Waterloo y desterrado a Santa Elena, donde murió en 1821. Tras la caída de Napoleón, Europa retornó al antiguo régimen.
Restauración Europea
Entre 1814 y 1815, los estados vencedores se reunieron en el Congreso de Viena, con el objetivo de restaurar el absolutismo monárquico. Rusia, Reino Unido, Prusia y Austria remodelaron el mapa europeo en su propio beneficio. Las decisiones se completaron con la Santa Alianza (1815), un pacto de ayuda mutua entre monarcas ante la amenaza de revoluciones liberales. En 1815, el liberalismo y el nacionalismo se opusieron a la restauración.
Liberalismo
Sistema político que fundamenta la sociedad en el individuo. El individuo libre es el ciudadano, y el conjunto de ciudadanos forma la nación, que detenta la soberanía. El liberalismo promueve un sistema parlamentario elegido por votos y la división de poderes, evitando el absolutismo y la tiranía. Defiende el derecho a la propiedad privada y una economía basada en el mercado.
Nacionalismo
Ideología política que busca la autodeterminación de los pueblos y la defensa de su soberanía. Surgió como oposición a la Santa Alianza y fue el origen de las luchas por la unificación de Alemania e Italia.
Revoluciones de 1820
Diversos levantamientos liberales fueron vencidos por la Santa Alianza. En Grecia, un movimiento patriótico triunfó en 1822, proclamándose la independencia en 1829. Las colonias españolas de América Continental también lograron su independencia.
Revoluciones de 1830
Entre 1829 y 1835, se produjeron revoluciones en Europa central y occidental. En Francia, en 1830, se derrocó al monarca, estableciéndose una monarquía liberal. Bélgica también triunfó, independizándose de Holanda. La sublevación en Polonia fue reprimida por el Zar de Rusia en 1831. En 1832, Gran Bretaña amplió los derechos políticos. España, entre 1833 y 1839, transitó hacia el liberalismo.
Primavera de los Pueblos (1848)
Impulsada por ideales democráticos, la revolución se inició en Francia con el derrocamiento de Luis Felipe y la proclamación de la Segunda República con sufragio universal.
Unificaciones de Italia y Alemania
En la segunda mitad del siglo XIX, se produjo la unificación de Italia y Alemania, lideradas por Piamonte y Prusia, respectivamente. La burguesía, en alianza con las élites, dirigió el proceso, dándole un carácter conservador, especialmente en Alemania.
Italia
Existían seis estados. Piamonte lideró el movimiento de unificación. En 1859, Cavour declaró la guerra a Austria, anexionando Lombardía. Un levantamiento dirigido por Garibaldi derrocó a varios monarcas. En 1861, Víctor Manuel, monarca de Piamonte, se convirtió en rey de Italia. En 1866, Austria cedió Véneto, y en 1870 se anexionaron los Estados Pontificios, estableciéndose Roma como la nueva capital del reino.
Alemania
Existían 36 estados. Prusia lideró el proceso, impulsando la unión aduanera (Zollverein), que agrupaba a todos los estados alemanes excepto Austria. En 1848, se ofreció la corona al rey de Prusia, quien la rechazó por provenir de liberales. Otto von Bismarck dirigió las guerras contra Austria y Francia, unificando los estados alemanes. Tras la victoria de Sedan, se proclamó el Segundo Imperio Alemán, con Guillermo I como emperador (káiser).
Europa a Finales del Siglo XIX
Se alcanzó cierta estabilidad política y de fronteras. Persistían problemas nacionales, con pueblos que buscaban su independencia. Europa occidental experimentó avances en la democracia y los derechos sociales.
Industrialización de las Sociedades Europeas
La Revolución Industrial, resultado de cambios tecnológicos y económicos, se inició en Gran Bretaña en el siglo XVIII.
Revolución Demográfica
Desde el siglo XVIII, Europa experimentó un importante crecimiento demográfico. La población aumentó de 140 millones a 266 millones en 100 años. Las causas fueron el aumento de la producción de alimentos, los progresos en higiene y medicina, la disminución de la mortalidad y el aumento de la natalidad. La esperanza de vida aumentó de 38 a 50 años.
Revolución Agrícola
El incremento de la población provocó un aumento de la demanda de alimentos y el alza de los precios agrícolas. Para estimular la producción, se impulsó la propiedad privada. Se introdujeron nuevas técnicas, como la supresión del barbecho y su sustitución por plantas forrajeras (sistema Norfolk), y se progresó en la mecanización de las tareas agrícolas. Los nuevos cultivos mejoraron la alimentación y la salud.
Máquinas de Vapor y Fábricas
Con el crecimiento de la población y la agricultura, la innovación tecnológica fue clave. Las máquinas más eficientes aumentaban la producción y disminuían los costes. Las primeras máquinas eran accionadas por fuerza humana o hidráulica. La mejor fuente de energía fue el carbón, que impulsaba la máquina de vapor. James Watt, en 1769, inventó la máquina de vapor, que se aplicó a diversas industrias.
Industria Textil
En el Reino Unido, el primer sector en mecanizarse fue el del algodón. En el siglo XVIII, existía un importante comercio de indianas, telas procedentes de la India. Su prohibición impulsó la producción textil británica. Se inventaron la lanzadera volante (1733), máquinas de hilar y el telar mecánico (1785).
Carbón y Hierro: La Siderurgia
Inicialmente se producía hierro mediante métodos tradicionales. La invención del carbón de coque (Darby, 1732) aceleró la producción de hierro. Posteriormente, el convertidor Bessemer permitió transformar el hierro en acero.
Revolución en los Transportes
El aumento de la producción agraria e industrial requería mejoras en el transporte.
Ferrocarril y Barco de Vapor
Stephenson inventó la locomotora en 1829. La primera línea de pasajeros unió Manchester y Liverpool. La máquina de vapor se aplicó a los barcos. Los primeros barcos de vapor, en Estados Unidos, cruzaban el Atlántico en 15 días.
Incremento del Comercio
La Revolución Industrial impulsó la economía de mercado. La mejora del transporte aumentó el comercio interior y exterior. Las teorías del librecambio defendían que la libertad de comercio entre países favorecería el crecimiento económico. Para defenderse de la supremacía británica, algunos países impusieron aranceles (proteccionismo).
Capitalismo Industrial
La Revolución Industrial originó el capitalismo como modelo económico y el liberalismo como doctrina política.
Liberalismo y Capitalismo
A finales del siglo XVIII, pensadores británicos, como Adam Smith, definieron el liberalismo económico, estableciendo sus principios:
- El interés personal y la búsqueda del máximo beneficio son el motor de la economía.
- Los diversos intereses se equilibran en el mercado gracias al mecanismo de los precios, que adapta la oferta y la demanda.
- El Estado debe abstenerse de intervenir en la economía y permitir el librecambio.
Bajo estos principios, los medios de producción se emplean a cambio de un salario. En el capitalismo, la falta de planificación y el constante aumento de la producción originan crisis económicas. Las crisis se producen porque la oferta supera la demanda, generando paro por la quiebra de empresas.
Bancos y Finanzas
Los bancos fueron un factor importante en el desarrollo del capitalismo. Suministraban capital a las empresas, actuaban como inversores directos y facilitaban los pagos. Se convirtieron en intermediarios entre ahorradores y empresas. Las empresas necesitaban grandes cantidades de capital, lo que impulsó la creación de sociedades anónimas, donde el capital se divide en acciones que se pueden vender en la bolsa de valores.
Expansión del Capitalismo Industrial
En el siglo XIX, el capitalismo se expandió a Francia y Bélgica. Entre 1850 y 1870, se extendió a Rusia, Alemania, Estados Unidos y Japón. Estos países utilizaron tecnología y capital extranjero, con mayor intervención del Estado. El sur de Europa se industrializó más lentamente, y Europa oriental se mantuvo al margen hasta el siglo XX.
Segunda Fase de la Industrialización
En el siglo XIX, comenzó un segundo proceso de industrialización (Segunda Revolución Industrial). El liderazgo económico se compartió entre potencias como Alemania, Estados Unidos, Japón y Reino Unido.
Nuevas Fuentes de Energía y Nuevas Industrias
La electricidad y el petróleo sustituyeron al carbón. La dinamo (1869) permitió generar electricidad, y el transformador (1897) la distribuyó. La electricidad se aplicó a la industria, el ocio, el transporte, etc. El petróleo se extraía en Estados Unidos en el siglo XIX. La invención del motor de explosión impulsó su uso en automóviles (1885). El motor diésel aumentó la velocidad y capacidad de los barcos. La aviación también se desarrolló, con el primer vuelo de los hermanos Wright en 1903. La metalurgia se benefició de la demanda de metal para la fabricación de automóviles. En la industria química, se desarrolló el cemento armado.
Nueva Organización Industrial
La fabricación en serie (Taylorismo) aumentó la productividad, pero también el paro. Ford fue uno de los primeros en aplicarla. Requería grandes inversiones, lo que favoreció la concentración industrial. Se establecieron acuerdos entre empresas para fijar precios, surgiendo:
- Cártel: Acuerdos entre diferentes empresas.
- Holding: Grupo financiero que controla la mayoría de las acciones de otras empresas.
- Monopolio: Derecho exclusivo de una empresa para comercializar un producto.