La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
En un contexto de crisis política y social, el 13 de septiembre de 1923, Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, dio un golpe de Estado en Barcelona. El Gobierno no fue capaz de reaccionar y le pidió apoyo al Rey, pero el monarca apoyó a Primo de Rivera y le confió la tarea de formar Gobierno. En tres días, España dejó de ser una monarquía parlamentaria y se convirtió en un régimen autoritario. El Régimen de la Restauración había terminado. El golpe de estado tuvo bastante apoyo popular. Apenas hubo oposición. En el manifiesto que Primo de Rivera dirigió a la nación, anunciaba la llegada de un nuevo régimen, provisionalmente en manos de los militares. En contra de la tradición golpista del siglo XIX, no pretendía un cambio de gobierno sino construir un régimen estable, una dictadura. Acusaba a los políticos de los partidos liberales tradicionales de todos los males del país y proclamaba su decisión de eliminar las elecciones y el Parlamento. Sin embargo, no pretendía crear un nuevo orden totalitario al estilo del fascismo; sus ideas sobre los problemas sociales y políticos eran muy simples: creía en el orden y valoraba los gobiernos fuertes.
1. Causas del Golpe Militar
La causa principal del golpe militar fue el fracaso del sistema parlamentario liberal y la ineficacia de los políticos, calificados por Primo de Rivera como corruptos, degenerados e inmorales. Los motivos expuestos por Primo de Rivera para justificar su acto de rebelión y el establecimiento de su régimen dictatorial fueron:
- Las derrotas en Marruecos (Annual).
- El aumento de los conflictos sociales, de la inseguridad ciudadana y de los atentados terroristas anarquistas.
- El aumento del republicanismo y de los nacionalismos periféricos.
Primo de Rivera se propuso solucionar todos estos problemas.
2. El Directorio Militar (1923-1925)
Entre las primeras medidas tomadas por Primo de Rivera desde el poder se encontraron:
- La suspensión de la Constitución.
- La disolución de las Cortes.
- La prohibición de las actividades de todos los partidos políticos.
- La instauración de una dictadura con la creación de un Directorio Militar para gobernar el país.
- La amnistía a todos los militares acusados de ser responsables de la derrota en Annual.
Las principales medidas del Directorio Militar fueron:
- La implantación del Estado de Guerra durante dos años.
- La supresión de las garantías constitucionales.
- La censura de prensa.
- La sustitución de los gobernadores civiles de las provincias por gobernadores militares (militarización de la administración y del orden público) para acabar con el caciquismo.
- La solución de los problemas internos (en poco tiempo desaparecieron los atentados y las acciones violentas).
En cuanto al conflicto de Marruecos, Primo de Rivera puso fin a la guerra. En 1925, en colaboración con Francia, se organizó el desembarco de Alhucemas, que finalizó con gran éxito. Tras varias derrotas, Abd el-Krim se rindió y se entregó a las tropas francesas. Este gran éxito fue muy popular, ya que le reconcilió con los ciudadanos y con el ejército. La vuelta al orden y a la tranquilidad política favoreció las actividades agrarias e industriales que, junto con la buena coyuntura económica internacional (felices años 20) y la política proteccionista, lograron abandonar el estancamiento económico.
3. El Directorio Civil (1925-1930)
A partir de 1926, Primo de Rivera intentó institucionalizar el régimen (la dictadura) para darle continuidad y permanencia. En 1926, entraron en el Directorio seis civiles, todos ellos de extrema derecha. Para promover la adhesión al nuevo régimen, se creó un partido único: la Unión Patriótica. Se trataba de un partido gubernamental que pretendió reunir a todos los patriotas, enemigos del desorden. Este partido no tenía un programa ideológico definido y su misión era proporcionar apoyo social a la dictadura. Estaba formado por católicos, funcionarios y caciques rurales. En 1927, Primo de Rivera convocó la creación de una Asamblea Nacional Consultiva, formada en su mayoría por miembros de la Unión Patriótica, elegidos por sufragio censitario y cuya función era asesorar al dictador. Pero en ningún momento existió acuerdo entre sus miembros respecto al futuro régimen constitucional que habría de tener el país. En resumen, lo que acabó por arruinar a la Dictadura como fórmula política fue su propia incapacidad para encontrar una fórmula institucional diferente a la del pasado. Durante el periodo del Directorio Civil, se realizaron varias reformas en el ámbito económico y social:
Política Económica
Llevada a cabo por el ministro Calvo Sotelo, aprovechando una coyuntura económica favorable (felices años veinte), se realizaron grandes inversiones que se caracterizan por un fuerte intervencionismo estatal y un gran proteccionismo. Se incrementaron las inversiones públicas en infraestructuras (carreteras, escuelas, obras hidráulicas…) y en este momento aparecieron monopolios como Tabacalera, Telefónica, Loterías y CAMPSA.
Política Social
La dictadura puso en marcha un modelo de regulación del trabajo que pretendía eliminar los conflictos laborales mediante la intervención del Estado. Para regular las condiciones de los trabajadores, se crearon los Comités Paritarios, organismos oficiales compuestos por el mismo número de representantes de patronos y obreros y un representante del gobierno para mediar en caso de conflicto.
4. La Oposición a la Dictadura
Los principales opositores fueron los líderes de los antiguos partidos dinásticos, sectores del Ejército, republicanos, nacionalistas, anarquistas, obreros, intelectuales y la opinión pública. Los dos primeros grupos se unieron y realizaron algunas conspiraciones militares que fracasaron, la más importante es la llamada «Sanjuanada».
5. La Caída de la Dictadura y de la Monarquía
La oposición a la dictadura se incrementó a partir de 1929. Pero el final de la dictadura vino porque el rey se dio cuenta de que la dictadura era un peligro para la continuidad de la monarquía. Por ello, el rey retiró el apoyo a Primo de Rivera, quien acabó dimitiendo el 30 de enero de 1930. El general Dámaso Berenguer fue el encargado de sustituirle (periodo conocido como la Dictablanda) y de preparar unas elecciones para volver a una normalidad constitucional. Pero esto era imposible por tres razones: el desprestigio de los partidos políticos, la impopularidad del monarca (a quien se hacía responsable de la situación) y la organización de la oposición. En este momento, la oposición se organizó. Los republicanos, catalanistas de izquierda y PSOE firmaron el Pacto de San Sebastián (agosto de 1930). En este pacto, se organizó un programa político para presentarse a las futuras elecciones y formar un Comité Revolucionario que debía convertirse en el gobierno provisional de la futura República. Con este pacto, buscaron una conspiración para hacerse con el poder, pero fracasó por falta de coordinación. Aunque los líderes revolucionarios fueron encarcelados, una ola de protestas y manifestaciones hizo que Berenguer presentara su dimisión. Alfonso XIII le sustituyó por Aznar, quien convocó elecciones municipales para abril de 1931. Estas elecciones se presentaron como un plebiscito a favor o en contra de la monarquía. Aunque en las zonas rurales ganaron los monárquicos, en las principales ciudades ganaron los republicanos. Al conocer el resultado de las elecciones, miles de personas salieron a la calle a favor de la República. Ante esta situación, Alfonso XIII renunció a la Corona, abandonó España y el 14 de abril de 1931 se proclamó la II República.