España en Guerra: La Guerra Civil (1936-1939)

La Sublevación Militar

Las tensiones sociales y políticas de la Segunda República se acentuaron en la primavera de 1936, lo que propició que militares contrarios al gobierno prepararan un golpe de Estado. Con la sublevación militar del 17 de julio en Marruecos se inicia el conflicto, considerado como un precedente de la Segunda Guerra Mundial, en el que se enfrentaron el liberalismo y el socialismo con las derechas autoritarias y fascistas. La sublevación fue organizada, liderada y planeada exclusivamente por militares descontentos.

El general Mola organizó el golpe de Estado contando con el apoyo de parte del ejército y de los grupos políticos antirrepublicanos (monárquicos, carlistas y falangistas). El golpe de Estado debía ejecutarse con gran rapidez y violencia para evitar la resistencia del gobierno. Los conspiradores sabían que era difícil que triunfara el golpe debido a dos factores: la división en el ejército y las fuerzas de seguridad, y la buena organización de las asociaciones obreras dispuestas a defender la República.

El Desarrollo del Conflicto: Etapas

1ª Etapa: Guerra de Columnas y Marcha hacia Madrid

Los sublevados intentaron tomar Madrid. El general Mola se dirigió desde Navarra, pero las tropas fueron detenidas por los milicianos en la Sierra de Guadarrama. Franco y Yagüe, con la ayuda de la aviación y la marina de Hitler y Mussolini, cruzaron el Estrecho de Gibraltar y avanzaron por Extremadura tomando Badajoz, Talavera de la Reina y Toledo. Mola tomó Irún y San Sebastián se rindió en septiembre.

2ª Etapa: Campaña del Norte y Ofensivas Republicanas

Los sublevados tomaron Bilbao, Santander y Asturias. Con el apoyo de la aviación alemana, la Legión Cóndor bombardeó Guernica. Este hecho conmovió a la opinión pública mundial porque provocó una masacre sobre la población civil e inspiró a Picasso su famoso cuadro.

3ª Etapa: Batalla del Ebro, Toma de Cataluña y Fin de la Guerra

Los sublevados pretendían alcanzar el Mediterráneo y dividir la zona republicana, por lo que se dirigieron al frente de Aragón. El general Rojo emprendió la Batalla del Ebro, que fue la más dura de la guerra y se prolongó durante cuatro meses. En ella murieron más de 100.000 hombres de ambos bandos. Esta furiosa ofensiva republicana pretendía alargar el conflicto esperando recibir ayuda de la Europa democrática. Tras la batalla, Franco lanzó la ofensiva sobre Cataluña, provocando el éxodo de miles de republicanos hacia Francia, entre ellos Azaña, presidente de la República, y Negrín, presidente del Gobierno.

La Guerra Civil

Tras la sublevación, Azaña sustituyó a Casares Quiroga por José Giral, quien armó a los obreros (milicianos), dando lugar a una revolución espontánea liderada por los sindicatos UGT y CNT. Se produjo una dura represión indiscriminada a políticos, católicos, clero y gente de derechas sospechosos de colaborar con los sublevados. Los anarquistas aprovecharon el desorden para tratar de imponer la revolución social. Guerra y revolución se mezclaron.

Azaña encargó al socialista Largo Caballero la formación de un nuevo gobierno (septiembre de 1936) integrado por socialistas, republicanos, nacionalistas catalanes y vascos, y anarquistas. Creó el Ejército Popular integrando a las milicias populares. Aprobó el Estatuto de Autonomía Vasco.

Dimensión Internacional del Conflicto

Los apoyos internacionales fueron decisivos en la evolución y duración de la guerra.

  • Ayudaron a los sublevados: Portugal (Oliveira Salazar mandó la división de los “Viriatos” y controló la frontera), Irlanda con la Legión Irlandesa (fascista). La Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler, dando cobertura naval y aérea (Legión Cóndor y material bélico).
  • Ayudaron a la República: La URSS de Stalin con armamentos y carros de combate pagados con el oro del Banco de España. Ordenó a la Internacional Comunista el reclutamiento de voluntarios antifascistas (“Brigadas Internacionales”). México ofreció una pequeña ayuda de municiones y, al término de la guerra, acogió a numerosos exiliados republicanos.

En 1936, Gran Bretaña y Francia adoptaron la neutralidad, que trataron de imponer con la creación del Comité de No Intervención y la prohibición de venta de armas a los combatientes. Por ello, el gobierno republicano quedó en clara desventaja, ya que las potencias del Eje continuaron ayudando militarmente a los sublevados.

Consecuencias

Demográficas:

  • Muertos: 500.000
  • Exiliados: 500.000
  • Descenso de la natalidad

Económicas:

  • Drástica reducción de la producción agraria e industrial
  • Endeudamiento del Estado
  • Falta de reservas financieras en el Banco de España

Políticas:

  • Imposición de un Estado autoritario
  • Aislamiento internacional

Sociales:

  • Se agravó la división social
  • Retroceso cultural y científico muy importante

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