España en el Siglo XVI: Reinado de los Austrias y Renacimiento

España en el Siglo XVI

El Imperio de Carlos V: Conflictos Internos

Al morir Fernando el Católico en 1516, Carlos de Habsburgo es coronado rey de Castilla y Aragón, heredando también los territorios de Borgoña. Llega a Castilla rodeado de consejeros flamencos y sin conocer el idioma. Años más tarde, al morir Maximiliano de Habsburgo, se proclama emperador de Alemania. Para ello, convoca Cortes en Castilla y obliga a las ciudades castellanas a entregar un subsidio extraordinario. Carlos I marcha a Alemania, dejando el gobierno de Castilla en manos de Adriano de Utrecht.

La Guerra de las Comunidades fue un intento de resistencia de las ciudades castellanas ante el intento centralizador del emperador. Estas sublevaciones, lideradas por la burguesía, fueron una reacción contra el monarca extranjero. Las revueltas antiseñoriales fueron vencidas por el rey, apoyado por la nobleza castellana, en la batalla de Villalar. Simultáneamente, se produjo el levantamiento de las Germanías en Valencia y Baleares. Este no fue un movimiento político, sino una lucha para frenar el poder feudal de la nobleza. Sin embargo, las Germanías también fueron derrotadas hacia 1522.

La Monarquía Hispánica de Felipe II

Carlos V divide su imperio entre su hijo Felipe y su hermano Fernando, quien hereda el Imperio alemán y las posesiones de los Habsburgo en Austria. Felipe II heredó de su padre un vasto imperio, pero tuvo que enfrentar graves problemas. El conflicto con Francia se debió al intento de Enrique II de conquistar Nápoles, para lo cual Felipe II se alió con Inglaterra, venciendo en San Quintín.

En 1568, se produce la Rebelión de las Alpujarras porque Felipe II prohibió a los moriscos el uso de su lengua y costumbres. Esta revuelta fue sofocada dos años después. El conflicto más grave se produjo en los Países Bajos, donde se mezclaron problemas políticos y religiosos que enfrentaron a Felipe II con protestantes alemanes, ingleses y franceses, quienes apoyaban a los rebeldes. El desenlace fue la división de los Países Bajos en dos zonas.

Felipe II intervino ante la amenaza de las incursiones berberiscas y turcas en las costas mediterráneas. En 1571, con ayuda del Papa, formó la Liga Santa y obtuvo la victoria en la batalla de Lepanto. En 1588, Felipe II intentó invadir las Islas Británicas con la Armada Invencible, pero su campaña terminó en un gran fracaso. Uno de sus mayores triunfos fue conseguir la Unidad Ibérica con la anexión de Portugal.

La Unidad Ibérica

En 1578 muere el rey Sebastián I de Portugal sin descendencia, presentándose varios candidatos al trono, entre ellos Felipe II. El monarca español alegó sus derechos como tío del fallecido y descendiente directo del rey Manuel I de Portugal. Sin embargo, las clases populares portuguesas no veían con buenos ojos la anexión a España. Finalmente, Felipe II decidió invadir Portugal y envió sus tropas, comandadas por el Duque de Alba. En 1581, Felipe II fue proclamado rey de Portugal. Para conseguir la anexión, Felipe se comprometió a mantener y respetar los fueros, costumbres y privilegios de los portugueses, significando la unión de dos grandes imperios. Esta unión concluyó oficialmente en tiempos de Carlos II, «el último Austria».

El Modelo Político de los Austrias

Los Austrias continuaron y desarrollaron la organización política heredada de los Reyes Católicos:

  • Castilla se convirtió en el centro del imperio, y los demás reinos y posesiones establecieron virreyes o gobernadores, cargos ejercidos por altos nobles o miembros de la familia real.
  • El rey estaba asesorado por los Consejos (sistema polisinodial), que podían ser sectoriales o territoriales. Estaban formados por letrados, nobles y alto clero, y tenían un carácter consultivo.
  • De gran influencia fue la figura de los secretarios, que actuaban como intermediarios entre el rey y los consejos, como Antonio Pérez con Felipe II.
  • En cuanto a la administración territorial, se mantuvo la estructura heredada de los Reyes Católicos. Los corregidores tenían el control de las ciudades, junto a los contadores y alguaciles.
  • Las Chancillerías y las Audiencias se encargaban de la administración de justicia.

En 1561, Felipe II fijó la capital en Madrid, lo que provocó el crecimiento de la villa y la corte debido a la burocracia.

El Renacimiento en España

El Renacimiento, como movimiento cultural y artístico, surgió en Italia en el siglo XV y se difundió por Europa en el siglo XVI. Produjo un cambio fundamental que se resume en dos características: la vuelta a los modelos clásicos y el interés por el hombre como medida de todas las cosas (antropocentrismo).

En arquitectura, los edificios fueron austeros, sobrios y racionales. Se utilizó el arco de medio punto, los órdenes clásicos y, sobre todo, la cubierta de medio cañón. Dos obras fundamentales fueron el Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada y el Monasterio de El Escorial.

La escultura fue principalmente de madera policromada, predominando los temas religiosos. Destacó la escuela de Valladolid, con escultores como Juan de Juni y Berruguete.

La pintura española estuvo influida por los grandes pintores italianos de la época, como Miguel Ángel y Rafael Sanzio. Este periodo incluye la original figura de El Greco.

La cultura estuvo representada por figuras como Juan Luis Vives y Francisco de Vitoria. En literatura, destacan Garcilaso de la Vega, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz y los primeros años de Cervantes.

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