Dictadura de Primo de Rivera
Contexto y Ascenso al Poder
Tras el pronunciamiento militar en Barcelona en 1923, Primo de Rivera presentó la Dictadura como una solución regeneracionista para los problemas de España: la política oligárquica, el caciquismo, el terrorismo, los desórdenes públicos, la amenaza a la unidad nacional y el conflicto en Marruecos. Contó con el apoyo del rey, terratenientes, la Iglesia, la burguesía industrial y financiera, y parte del movimiento obrero (PSOE y UGT). La oposición provino de las clases medias urbanas, estudiantes, intelectuales y nacionalistas. La CNT y el PCE, declarados ilegales, respondieron con huelgas y manifestaciones.
Directorio Militar y Primeras Medidas
Inicialmente, un Directorio Militar de ocho miembros concentró los poderes del Estado, con Primo de Rivera ejerciendo el poder ejecutivo y la relación con el monarca. Tras implantar el Estado de Guerra, se tomaron medidas como la suspensión de la Constitución, la disolución de las Cortes, la prohibición de partidos políticos y sindicatos, la condena del separatismo (incluyendo la represión de la cultura y política catalana), y la limitación de la libertad de prensa.
Medidas Represivas
Primo de Rivera prohibió las actividades de partidos políticos y sindicatos. A pesar del apoyo inicial de la burguesía catalana, condenó el separatismo, prohibió la bandera e himno catalanes, restringió el uso del idioma y reprimió sus manifestaciones culturales y políticas. Además, limitó la libertad de prensa para controlar la información sobre la guerra de Marruecos y suprimir las críticas a la Dictadura.
Regeneración Política
Con el objetivo de erradicar el caciquismo, Primo de Rivera sustituyó altos cargos de la Administración por militares o funcionarios de segunda fila. Suspendió las Diputaciones y Ayuntamientos, creando Juntas Municipales, y elaboró Estatutos Municipales y Provinciales que ampliaban las competencias de estos organismos en la gestión de servicios públicos.
Unión Patriótica y el Conflicto de Marruecos
Influenciado por el fascismo italiano, Primo de Rivera creó en 1924 la Unión Patriótica, un partido gubernamental que buscaba el apoyo a la Dictadura. Sus afiliados provenían del catolicismo, funcionarios y caciques rurales. En Marruecos, tras fracasar en las negociaciones, la presión de los africanistas y el avance de Abd el-Krim llevaron al desembarco de Alhucemas en 1925, que resultó en la derrota del líder rifeño y la pacificación del protectorado español. Este éxito aumentó la popularidad de Primo de Rivera y renovó el apoyo de la oligarquía.
Política Económica y Social
Directorio Civil y Asamblea Nacional Consultiva
Tras la pacificación de Marruecos, Primo de Rivera reemplazó el Directorio Militar por uno Civil, buscando una apariencia democrática, desarrollando una política corporativa e impulsando el desarrollo económico y social. La Unión Patriótica no logró movilizar a las masas. En 1927, se creó la Asamblea Nacional Consultiva, una cámara corporativa con el objetivo de elaborar una nueva Constitución, proyecto que fracasó.
Política Económica
Buscando el aumento de la producción nacional y la autarquía, el Estado creó industrias estatales y monopolios, aplicó fuertes aranceles, impulsó el desarrollo industrial y minero con ayudas estatales, mejoró las infraestructuras (carreteras, ferrocarriles), promovió las Confederaciones Hidrográficas para la construcción de pantanos y presas, y reguló los mercados a través del Consejo de Economía Nacional.
Política Social
Se implementó un modelo de sindicato vertical (Organización Corporativa Nacional) que integraba a trabajadores y empresarios para eliminar los conflictos sociales mediante la intervención del Estado, la integración de sectores moderados del movimiento obrero y la represión de las organizaciones radicales. La UGT apoyó estas medidas, que incluyeron leyes para mejorar la Seguridad Social y conceder subsidios a familias numerosas y en casos de maternidad.