La Monarquía Hispánica del Siglo XVI: Economía, Sociedad y Cultura

El Imperio de Carlos V: Conflictos Internos

Revuelta de las Comunidades de Castilla (1520-1522)

Carlos I accedió al trono hispano en 1516, a pesar de que su madre, Juana la Loca, seguía con vida y de la mayor popularidad de su hermano Fernando. Debido al descontento social, surgieron una serie de revueltas. Las ciudades castellanas sustituyeron el poder municipal por comunas, y para organizar la resistencia se reunieron en Ávila, formando una Junta. En ella participaron los jefes de la insurrección: Juan de Padilla (Toledo), Pedro Maldonado (Salamanca) y Juan Bravo (Segovia). En esta Junta, pretendían la exclusión de los extranjeros de los cargos públicos, la convocatoria de las Cortes para defender los antiguos privilegios urbanos, la reducción de impuestos y el control de la exportación lanera.

A pesar de algunos éxitos iniciales, los comuneros fueron derrotados en la batalla de Villalar (1521). Como consecuencia, se consolidó la alianza entre la alta nobleza y la monarquía en Castilla.

Germanías de Valencia (1519-1523)

Las rebeliones de las germanías se produjeron a la vez que las revueltas comuneras, pero en el Levante, especialmente en Valencia, Murcia y Mallorca. Comenzaron con la solicitud del reclutamiento de la hermandad para combatir a los piratas (solicitada por los gremios de artesanos), pero cuando se reunieron en junta solicitaron la reducción de privilegios e impuestos gravados por la nobleza. Convertido en un verdadero conflicto social, burgueses y artesanos se enfrentaron a los privilegios de la nobleza. La monarquía y la nobleza se aliaron para sofocar la revuelta.

La Monarquía Hispánica de Felipe II: La Unidad Ibérica

Las intenciones de este reinado se dirigieron a la centralización administrativa con una dirección exhaustiva del rey y la decisiva elección de Madrid como corte fija o capital de la monarquía.

Política Interior

Felipe II hizo frente a la sublevación morisca de las Alpujarras. Antonio Pérez fue procesado por sus manipulaciones y engaños. Esto desencadenó un enfrentamiento entre el rey y el Justicia Mayor de Aragón, que le apoyaba. El rey utilizó la Inquisición y el ejército para su persecución. La monarquía venció sobre los fueros.

Política Exterior

Felipe II inició su reinado con una victoria sobre Francia en la Batalla de San Quintín (1557). La ofensiva contra los turcos era necesaria para despejar la navegación de piratas. España, unida a Venecia y con el apoyo de Roma, derrotó a la flota enemiga en Lepanto (1571).

Dentro del Imperio, la sublevación de los Países Bajos provocó un gran conflicto. Los protestantes y ricos burgueses llevaron la iniciativa de la confrontación, y ni la mano dura del duque de Alba ni la de Juan de Austria pudieron parar la independencia de las Provincias Unidas.

La guerra contra Inglaterra se dirigió a su ocupación, frustrada por el desastroso envío de la Armada Invencible (1588). El mejor resultado fue la anexión de Portugal en 1581.

La España del Siglo XVI: El Modelo Político de los Austrias

El marco general es de una monarquía autoritaria con pluralidad de reinos y la primacía de Castilla sobre el resto. La capitalidad madrileña, establecida por Felipe II, intentó dar estabilidad a la corte. El sistema de gobierno es polisinoidal (varios consejos).

  • El Consejo de Estado, creado por Carlos I, primaba sobre el resto.
  • Los consejos territoriales estaban formados por letrados y ejercían funciones ejecutivas, legislativas y judiciales: Aragón, Indias…
  • Los consejos técnicos eran los de Inquisición, Órdenes, Hacienda y Guerra.

La administración territorial estaba compuesta por los virreyes en los territorios no castellanos, o por gobernadores como en los Países Bajos. Las Cortes continuaron, pero sin carácter legislativo. La administración local la formaban municipios donde se asentaban las oligarquías y los corregidores realistas. Felipe II decidió formar juntas para temas específicos y una comisión de asesores para ocuparse de los documentos con más eficacia.

Economía y Sociedad en la España del Siglo XVI

Este siglo presenta un crecimiento demográfico en la España peninsular, que pasa de 6 a 8 millones, con predominio castellano (más de seis millones) respecto a la periferia. La mayoría de la población se dedicaba a la agricultura, que vio crecer su producción debido a las nuevas roturaciones de campos. Aumentó la extensión del olivar y de la vid, y se mantuvo el cultivo de cereal. La agricultura se mostró en servidumbre de pasto y paso hacia los privilegios de una ganadería trashumante dominada por la Mesta.

La artesanía de las ciudades presentaba una organización de gremios, destacando los pañeros segovianos y conquenses y los de la seda en Granada y Valencia. Esto se complementaba con el trabajo de las ferrerías vascas.

El comercio aumentó considerablemente, sobre todo con la entrada de los metales preciosos americanos, que provocó la revolución de los precios. Al existir más dinero y una acuñación masiva de monedas, hubo una mayor demanda de productos que desembocó en inflación. Con precios altos, se produjo la pérdida de competitividad de la artesanía y manufactura hispanas en beneficio de las flamencas, italianas, etc. El cómputo global es de fracaso económico hispánico; se desaprovechó la oportunidad del monopolio americano. A esto contribuyeron las guerras continuas que arruinaron la Hacienda (sucesivas bancarrotas), cuya respuesta fue la presión fiscal y acudir a los banqueros extranjeros, que recogieron gran parte del oro y la plata. Como los ingresos eran insuficientes, creció la emisión de deuda pública. Una mentalidad conservadora, rentista y antiburguesa de la aristocracia contribuyó a este mal resultado, aprovechándose de ello la iniciativa industrial de los Países Bajos e Inglaterra, que se llevaban nuestras materias primas como la lana.

Se mantuvo la sociedad estamental tripartita. En la nobleza, existía una gran diferencia entre el grupo de los Grandes de España, que sumaban veinticinco, y el resto. Se generalizó el requisito de limpieza de sangre para el acceso a determinados cargos. Por necesidades económicas, se pusieron a la venta cargos y títulos, mientras tanto, el estado llano vio aumentar sus impuestos, como el de “servicio” y el de “millones”.

Cultura y Mentalidad en la España del Siglo XVI: La Inquisición

El siglo XVI español quedó marcado por el espíritu del Renacimiento y el movimiento contrarreformista. Las relaciones con los territorios italianos y flamencos sirvieron para introducir sus corrientes culturales. El movimiento humanista fue representado por Luis Vives y Francisco de Vitoria. La aportación literaria más importante fue El Lazarillo de Tormes. España se convirtió en el bastión de la ortodoxia católica. Fue la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola, la que encabezó la defensa de la Iglesia frente al protestantismo, mediante sus misioneros y sus enseñanzas. La arquitectura fue evolucionando desde un decorativismo a un clasicismo representado en la catedral y el palacio de Carlos V en Granada.

La Inquisición o Tribunal del Santo Oficio se creó en España para perseguir a los falsos conversos a la religión católica durante los Reyes Católicos. Pero esta quedó bajo la autoridad directa del rey.

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