La Restauración Borbónica (1874-1902)
La restauración de la monarquía borbónica con Alfonso XII, hijo de Isabel II, fue el resultado de un doble proceso: político y militar. En el ámbito político, Cánovas del Castillo, jefe del Partido Conservador, logró la abdicación de Isabel II en su hijo Alfonso y su aceptación tras prometer un gobierno constitucional. En el ámbito militar, el general Martínez Campos proclamó la restauración de la monarquía. Esta se mantuvo tras la muerte del rey en 1885 durante la regencia de su segunda esposa, María Cristina de Austria (1885-1902).
El Sistema Político de la Restauración
El sistema político de la Restauración se basó en dos pilares: la Constitución de 1876 y el turnismo en el poder de los dos principales partidos políticos: el Conservador, dirigido por Antonio Cánovas del Castillo y heredero de los Moderados; y el Liberal, encabezado por Práxedes Mateo Sagasta y heredero de los Progresistas.
- La Constitución de 1876: Era moderada, pero lo bastante flexible como para permitir que los partidos pudiesen gobernar sin cambiarla. Establecía una declaración de derechos amplia, con posibilidad de restringirse más o menos en función del partido gobernante; la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes; y un sufragio a determinar por el partido gobernante.
- El Turnismo: Se basó en la alternancia pacífica de los partidos en el poder. Cuando el Gobierno se desgastaba, el rey encargaba formar gobierno al jefe de la oposición. Este convocaba y amañaba las elecciones, utilizando trampas electorales como el «pucherazo», y valiéndose de la presión ejercida sobre los electores por los caciques, individuos de gran poder económico y social a nivel comarcal o local.
Los Problemas de la Restauración
- La oposición de los partidos excluidos del turnismo: Fue el caso de los carlistas, los demócratas y los republicanos.
- El inicio del regionalismo: Frente a la política centralista del Gobierno, los catalanes reivindicaron el catalán como lengua oficial, la existencia de partidos y tribunales catalanes, y la autonomía de Cataluña (Bases de Manresa, 1892). Los vascos se centraron en la defensa de sus fueros y tradiciones; los gallegos y los andaluces, en la solución de los problemas económicos y sociales.
- El auge del movimiento obrero: Se reflejó en la difusión del socialismo, tras la fundación del PSOE (1879) y de la UGT (1888), y del anarquismo, que fundó la FTRE (1891).
- El desastre de 1898: Consistió en la pérdida de las últimas colonias españolas: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
El Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)
Alfonso XIII fue declarado mayor de edad en 1902. El sistema de la Restauración se mantuvo al principio del reinado, pero desde 1917 entró en crisis, dando lugar, primero, a una dictadura militar, y después, a la caída de la monarquía.
El Mantenimiento del Turno de Partidos (1902-1917)
- El sistema del turno de partidos se mantuvo entre 1902 y 1917 bajo dos nuevos líderes: Antonio Maura al frente del partido Conservador, y José Canalejas al frente del Partido Liberal. Ambos llevaron a cabo una política regeneracionista, que intentó, sin éxito, acabar con el caciquismo e implantar ciertas mejoras sociales.
- La Semana Trágica de Barcelona (1909): Fue el problema interno más destacado del periodo. Estuvo motivado por la movilización de reservistas para acudir a la guerra contra Marruecos, causada por el intento de España de crear un protectorado en esa zona. Al tratarse en su mayoría de padres de familia, su movilización desencadenó una huelga y violentos disturbios en Barcelona. La dura represión del gobierno conservador provocó la ruptura del pacto de turno con los liberales y la dimisión del presidente Maura.
La Descomposición del Sistema de la Restauración
Entre 1917 y 1923 los problemas se agudizaron, y una serie de crisis acabaron con el sistema de Restauración.
La Crisis de 1917
La crispación del periodo condujo a la crisis de 1917. Esta tuvo una triple dimensión: militar, política y social.
- La crisis militar: Se originó al reclamar el ejército la subida de salarios y el ascenso por antigüedad, y no por méritos de guerra.
- La crisis política: Se debió a una asamblea de parlamentarios catalanes, que reclamó una nueva constitución y la creación de un Estado descentralizado, con autonomías.
- La crisis social: Se desencadenó por la convocatoria de una huelga general. Con ella, los partidos y sindicatos de izquierda pretendían protestar por la subida de precios, que empobrecía a las clases populares, y derrocar al gobierno. La huelga fue duramente reprimida, lo que intensificó el deterioro político.
La Agudización de los Problemas entre 1919 y 1923
Entre 1919 y 1923 la situación se agravó. Se sucedieron los gobiernos de concentración, que apenas duraban en el poder; aumentó la conflictividad social, pues la crisis económica producida tras la Primera Guerra Mundial motivó el violento enfrentamiento entre patronos y obreros y numerosas huelgas; y el desastre de Annual en la guerra de Marruecos (1921), donde murieron 10.000 soldados, causó una enorme conmoción en la opinión pública española. En este contexto de crisis, el General Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado en 1923. Finalizaba así el sistema de Restauración y se imponía una dictadura.
Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
- En la primera fase de la dictadura (1923-1925): El gobierno estuvo en manos de un Directorio Militar. Este suspendió la Constitución de 1876; disolvió las Cortes; prohibió los partidos políticos; reprimió el movimiento obrero y el nacionalismo; y derrotó a los marroquíes tras el desembarco de Alhucemas (1925).
- En una segunda fase (1925-1930): Primo de Rivera formó un Directorio Civil. Durante esta época, se fomentó la agricultura de regadío y la industria; y se impulsó la construcción de carreteras y la mejora de los ferrocarriles. Pero ante la repercusión de la crisis económica de 1929, el aumento del paro, el resurgimiento del movimiento obrero y de los nacionalismos, y la oposición de los intelectuales, Primo de Rivera dimitió en 1930. Se intentó entonces volver al sistema parlamentario. Pero el desprestigio de la monarquía por su apoyo a la dictadura, hizo que en las elecciones municipales celebradas en abril de 1931 triunfaran los republicanos en las grandes ciudades. En estas circunstancias, Alfonso XIII decidió abandonar el país.
La Segunda República (1931-1939)
El Gobierno Provisional y la Constitución de 1931
Tras el exilio de Alfonso XIII, el 14 de abril de 1931 se proclamó la República. Un gobierno provisional formado por republicanos, socialistas y nacionalistas convocó elecciones a Cortes Constituyentes, que dieron la mayoría a los partidos de izquierda. Estos impusieron su ideología en la nueva constitución.
- La Constitución de 1931: Establecía una amplia declaración de derechos (expresión, reunión, asociación, etc.); la soberanía popular; la división de poderes; el sufragio universal, masculino y femenino; la garantía de autonomía para las regiones; y la separación entre la Iglesia y el Estado.
- Tras su aprobación, Niceto Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República. En su evolución se distinguieron tres etapas: el Bienio Reformista, el Bienio Conservador y el gobierno del Frente Popular.
El Bienio Reformista (1931-1933)
El gobierno, presidido por Manuel Azaña y formado por una coalición de republicanos y socialistas, llevó a cabo una política de reformas cuya intención era resolver los problemas de España y democratizar la vida pública.
- La reforma del Estado: Pretendía acabar con el centralismo. Cataluña consiguió la aprobación de un estatuto de autonomía (1932) y de un Parlamento y un Gobierno propio, la Generalitat. El País Vasco, Galicia y Andalucía elaboraron también proyectos de estatutos de autonomía, que no llegaron a aprobarse.
- La reforma social: Pretendía mejorar las condiciones laborales de los obreros. Para ello, se estableció la jornada de 40 horas semanales, la subida de salarios y la creación de seguros.
- La reforma agraria: Buscaba conseguir una distribución más justa de la propiedad de la tierra. Para lograrla, la Ley de Bases de la Reforma Agraria (1932), aprobó la expropiación con indemnización de los latifundios mal explotados y el asentamiento en ellos de campesinos, de forma individual o agrupados en cooperativas. Pero la lentitud de la reforma disgustó al campesinado, que procedió en muchos casos a la ocupación violenta e ilegal de tierras.
Estas reformas provocaron movilizaciones, huelgas y tumultos callejeros, lo que obligó a dimitir a Azaña en 1933. Las nuevas elecciones dieron la victoria a los partidos de centro-derecha.
Bienio Conservador y Frente Popular (1933-1936)
- Tras las elecciones, gobernó el Partido Radical de centro, presidido por Lerroux, con el apoyo de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), una coalición de partidos de derecha presidida por José María Gil-Robles. El giro conservador del nuevo gobierno y paralización de las reformas provocaron el incremento de las huelgas y movilizaciones y la Revolución de Octubre de 1934, un movimiento que alcanzó gran intensidad en Asturias y en Barcelona. La revolución acentuó la polarización de las posturas políticas y la descomposición del gobierno, que se vio obligado a convocar elecciones. La izquierda se presentó unida en una coalición, el Frente Popular, y logró la victoria.
- El gobierno del Frente Popular (febrero-junio de 1936) se enfrentó a una creciente radicalización política. En la izquierda ganó peso el sector radical del PSOE, partidario de la revolución social. En la derecha, creció Falange Española, partido ultraderechista que quería implantar un régimen fascista.
La Guerra Civil (1936-1939)
El Golpe de Estado y los Apoyos de Cada Bando
La sublevación militar se inició en Melilla, Tetuán y Ceuta el 17 de julio de 1936, y al día siguiente se extendió por toda España, donde triunfó sobre todo en las zonas rurales y fracasó en las más industrializadas.
- En el interior del país, los sublevados contaron con el apoyo de militares conservadores, propietarios agrarios, alta burguesía, monárquicos, carlistas y muchos católicos. En cambio, el gobierno republicano tuvo el apoyo de militares progresistas, campesinos sin tierra, pequeña burguesía y partidos de izquierda.
- En el exterior del país se formó un comité de No Intervención, para evitar que el apoyo extranjero a cada bando desencadenase una guerra mundial, pero no pudo evitar que los dos recibieran ayuda. Los sublevados la recibieron de Alemania y de Italia, y la República de la URSS y de las Brigadas Internacionales, integradas por más de 40.000 voluntarios de diversos países.
El Desarrollo Militar de la Guerra
El objetivo de los golpistas era tomar Madrid. Por eso, dirigieron contra la capital dos cuerpos del ejército.