El Fascismo Alemán
Situación de Alemania Tras la Primera Guerra Mundial
1919-1930: La República de Weimar
Alemania enfrentó una situación desesperada tras la Primera Guerra Mundial, más crítica incluso que la de Italia. La crisis económica y política creó un caldo de cultivo para el extremismo.
Situación Económica
La economía alemana estaba devastada. Las indemnizaciones de guerra y el colapso productivo generaron una inflación descontrolada. El marco se depreció drásticamente, beneficiando a industriales y comerciantes, pero perjudicando a asalariados y clases medias, quienes se radicalizaron.
Situación Política
El panorama político era inestable. Intentos separatistas y el colapso administrativo se sumaron a las luchas entre espartaquistas (comunistas) y socialdemócratas. En 1919 se estableció la República de Weimar, una democracia parlamentaria federal con un presidente electo por sufragio directo. Sin embargo, la república enfrentó la hostilidad de la burguesía nacionalista, el ejército y la extrema derecha, además de la insurrección de la extrema izquierda.
La ocupación del Ruhr por Francia y Bélgica en 1923, aunque inicialmente agravó la crisis, impulsó la recuperación económica y la estabilización política. La reforma monetaria y la afluencia de capitales mejoraron la situación entre 1923 y 1929. Sin embargo, la crisis de 1929 revirtió esta tendencia, fortaleciendo a los partidos de extrema derecha, especialmente al Partido Nazi.
El Nacionalsocialismo
Adolf Hitler, nacido en Austria, se unió al Partido Obrero Alemán (DAP) en 1919, que luego se transformó en el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP). En 1921, Hitler se convirtió en líder del partido con poderes dictatoriales.
En 1923, Hitler intentó un golpe de Estado en Múnich, que fracasó. Durante su encarcelamiento, escribió Mein Kampf, donde expuso su ideología racista y pangermanista. Tras su liberación, reorganizó el NSDAP, con colaboradores como Himmler, Goebbels y Göring.
El NSDAP utilizó la propaganda y la violencia para ganar apoyo popular. Hitler prometió restaurar la grandeza de Alemania y culpó a los judíos y comunistas de los problemas del país. En 1933, logró llegar al poder.
El Fin de la República de Weimar (1930-1933)
La crisis de 1929 agravó la inestabilidad política en Alemania. El canciller Brüning gobernó con poderes de emergencia, pero no pudo contener el ascenso del nazismo. En las elecciones de 1932, el NSDAP se convirtió en el partido más votado.
En enero de 1933, Hitler fue nombrado canciller. Tras el incendio del Reichstag, culpó a los comunistas y suspendió las libertades civiles. En marzo de 1933, el NSDAP ganó las elecciones y Hitler consolidó su poder, estableciendo una dictadura.
El Tercer Reich (1933-1940)
Hitler buscaba dominar el mundo bajo la supremacía de la raza aria. Implementó cambios políticos, económicos y sociales para transformar Alemania.
Medidas Políticas
Hitler prohibió los partidos políticos y sindicatos, estableciendo un estado totalitario. La Gestapo y las SS controlaban la sociedad. Se persiguió a opositores y minorías, culminando en la Noche de los Cristales Rotos.
Medidas Económicas y Laborales
Se implementó una política intervencionista para lograr la autarquía. Se impulsó la industria pesada y el rearme, reduciendo el desempleo. Se financiaron obras públicas con letras Mefo y marcos bloqueados.
Preparativos Bélicos y Política Exterior
Hitler buscó revisar el Tratado de Versalles y expandir el territorio alemán. Rearmó el país, anexó Austria y Checoslovaquia, y finalmente invadió Polonia en 1939, iniciando la Segunda Guerra Mundial.