Origen de la Revolución Industrial en Inglaterra
Durante las últimas décadas del siglo XVIII, Inglaterra experimentó la Revolución Industrial, un proceso de crecimiento productivo y transformaciones estructurales que estableció el capitalismo industrial. Este periodo, comprendido entre 1780 y 1830, marcó el inicio de cambios profundos en la sociedad.
Los límites cronológicos se sitúan en la década de 1780, con el auge de las estadísticas económicas, o en 1763 tras la Guerra de los Siete Años, que impulsó el dominio colonial de Gran Bretaña. En 1765, la instalación de las primeras jennys marcó el inicio tecnológico. El fin de esta etapa se sitúa en 1830 con la inauguración del primer ferrocarril.
Consecuencias de la Revolución
Las consecuencias se observaron en ámbitos económicos, sociales, políticos, culturales y vitales. Entre ellas destacan:
- El afianzamiento del sistema fabril (factory system).
- El crecimiento autosostenido de la producción.
- La consolidación de la burguesía como propietaria de los medios de producción.
- La generalización del trabajo asalariado y la formación del proletariado.
Este proceso, iniciado en Gran Bretaña, fue visto como un desafío en Europa, especialmente en Francia y Bélgica, y posteriormente en Alemania y Estados Unidos.
Factores Clave en Inglaterra
Las explicaciones monocausales han sido descartadas. Se consideran factores económicos, políticos, sociales, legislativos, culturales e incluso religiosos. Entre ellos:
- El sistema político inglés y la identificación de intereses públicos y privados.
- La ausencia de una legislación intervencionista y de normativas gremiales restrictivas.
- La claridad en los derechos de propiedad.
- La flexibilidad social, el individualismo y el racionalismo.
- La legitimación del enriquecimiento personal.
- Las instituciones de enseñanza de confesiones disidentes (metodistas, cuáqueros, baptistas).
La Revolución Industrial se enmarca en un proceso de modernización con transformaciones agrarias, crecimiento del comercio exterior, difusión de la industria rural y desarrollo de la industria carbonífera.
Innovaciones Tecnológicas y Crecimiento Económico
La aplicación de innovaciones tecnológicas fue crucial. La revolución agrícola, aunque importante, no fue el único factor determinante. Las transformaciones agrarias no liberaron tanta mano de obra como se pensaba, pero sí aumentaron la productividad y la demanda de mano de obra asalariada en el campo.
El crecimiento demográfico y la búsqueda de mejores salarios impulsaron la migración campo-ciudad. La industria se nutrió de excedentes demográficos y de la emigración irlandesa.
El Papel de los Mercados
El crecimiento de los mercados fue la fuerza motriz del desarrollo. El aumento de la población inglesa incrementó la demanda. Las transformaciones e innovaciones agrícolas contribuyeron significativamente a este proceso.