Franco: Primera y Segunda Etapa (1939-1959)
La dictadura franquista, que se extendió desde 1939 hasta 1975, marcó un periodo significativo en la historia de España. Francisco Franco, quien permaneció en el poder durante 36 años, consolidó su régimen tras la victoria en la Guerra Civil Española, en un contexto internacional marcado por la Guerra Fría y las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Características del Régimen Franquista
Franco acumuló un poder absoluto, actuando como Jefe de Estado, Generalísimo del Ejército y Caudillo del Movimiento Nacional. Su gobierno, de carácter totalitario, suprimió los principios liberales y los derechos democráticos, estableciendo un régimen personalista y vitalicio. La ideología franquista se basaba en el antiliberalismo, el antidemocratismo, el antimarxismo y el nacional-catolicismo, con una fuerte represión hacia cualquier forma de disidencia.
Pilares del Franquismo
- Ejército: Con gran prestigio y privilegios, el ejército fue fundamental para el mantenimiento del régimen.
- Iglesia: La Iglesia Católica legitimó el poder de Franco, ejerciendo un fuerte control social y moral.
- Falange: El partido único del régimen, que controlaba la vida política y social.
La represión fue una constante, con la Guardia Civil y la policía manteniendo el orden público y sofocando cualquier manifestación de oposición. El régimen contó con el apoyo de terratenientes, la burguesía empresarial y sectores católicos, temerosos de las reformas sociales y políticas de la República.
Primera Etapa: Autarquía y Aislamiento (1939-1945)
Tras la devastación de la Guerra Civil, España se enfrentó a una grave crisis económica. Franco implementó una política autárquica, basada en el proteccionismo y la intervención estatal. Se priorizó la agricultura y se crearon empresas públicas a través del Instituto Nacional de Industria (INI). En el ámbito internacional, España sufrió un aislamiento debido a su apoyo a las potencias del Eje durante la Segunda Guerra Mundial.
Segunda Etapa: Consolidación y Apertura (1951-1959)
A partir de la década de 1950, el régimen franquista experimentó una transformación. La consolidación interna se logró gracias a la fidelidad de sus apoyos y la división de la oposición. En el plano internacional, la Guerra Fría propició un acercamiento a Estados Unidos, que buscaba aliados estratégicos contra el comunismo. Este pacto permitió a España salir del aislamiento y recibir ayuda económica a cambio de la instalación de bases militares estadounidenses. Además, se firmó un Concordato con el Vaticano y España ingresó en la ONU. En 1957, se incorporaron tecnócratas al gobierno, marcando un cambio hacia el liberalismo económico y la modernización del país.