Invasión Portuguesa a la Provincia Oriental (1816-1820)
En 1816, Portugal invadió la Provincia Oriental con el objetivo de eliminar la denominada «amenaza artiguista». Esta amenaza se refería, en términos económicos, a los impuestos sobre las mercaderías de ultramar y la prohibición de vender ganado a Portugal, medidas impuestas por Artigas. En el ámbito político, Portugal se oponía a las ideas de independencia, república y federación promovidas por Artigas, así como a su propuesta de liberar esclavos.
Portugal también tenía intereses expansionistas en la región, buscando fronteras naturales, puertos profundos en el sur y las fértiles praderas para la cría de ganado. Los habitantes de la Provincia Oriental respondieron bloqueando el comercio con Buenos Aires, arrasando el ganado para dificultar el avance portugués y firmando un convenio comercial con Inglaterra. Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes para detener la invasión.
Derrota Artiguista y Dominio Portugués
La derrota final de las fuerzas de Artigas se produjo en la Batalla de Tacuarembó en 1820, marcando el fin de la resistencia oriental y el inicio del dominio portugués total sobre la Provincia Oriental.
Federico Lecor emergió como la figura más importante del dominio portugués. Como Gobernador y Capitán General de la Provincia, Lecor conquistó a la alta sociedad montevideana con títulos, repartos de tierra, fiestas y promesas de orden y seguridad.
Portugal logró sus objetivos de 300 años: establecer límites naturales, controlar la navegación de ríos importantes como el Uruguay y utilizar los puertos del Río de la Plata. Además, se puso fin a la propagación de las ideas republicanas y federales de Artigas, que tenían eco en Río Grande do Sul.
Montevideo y la Sumisión Oriental
Montevideo entregó las llaves de la ciudad a los invasores en 1817. En 1819, varios pueblos reconocieron la autoridad portuguesa. En 1820, Fructuoso Rivera, un importante caudillo oriental, aceptó la autoridad de Lecor y fue nombrado Capitán General de la campaña. Mientras tanto, Artigas se encontraba exiliado en Paraguay.
El gobierno de Lecor se caracterizó inicialmente por la moderación, la reorganización administrativa y la mejora del comercio. La Provincia Oriental fue renombrada como Provincia Cisplatina.
Congreso Cisplatino (1821)
Las revoluciones liberales en Europa llegaron a Portugal, coincidiendo con el regreso de Fernando VII al trono español y su enfrentamiento con otra revolución liberal. El Rey de Portugal, buscando evitar conflictos con España y apaciguar a los liberales, decidió consultar al pueblo oriental sobre su destino.
En 1821, se convocó el Congreso Cisplatino, que decidió la incorporación de la Provincia al Reino de Portugal. Algunos orientales, recordando la autonomía proclamada por Artigas, solicitaron mantener el idioma español y que las autoridades civiles y religiosas fueran orientales. Lavalleja y otros líderes fueron apresados posteriormente en 1825.
Lucha por la Independencia
La provincia, devastada por los conflictos, se preparó para reanudar la lucha por la independencia. El 25 de agosto de 1825, se inició la Cruzada Libertadora, marcando la ruptura con los federales por razones militares, políticas y diplomáticas. Se establecieron las leyes de independencia, unión y pabellón.
- Independencia de Portugal y Brasil.
- Unión con las Provincias Unidas (1825-1828).
- Pabellón azul, blanco y rojo de los 33 Orientales y el pabellón de las Provincias Unidas (albiceleste).
En 1827, Pedro I de Brasil negoció la asunción de los federales al gobierno de las Provincias Unidas, seguida de la Conferencia Preliminar de Paz. El tratado resultante estipulaba la evacuación del territorio oriental por parte de las fuerzas de las Provincias Unidas y Brasil.
Independencia del Territorio Oriental
La Sala de Representantes eligió un gobierno provisorio para gestionar los asuntos pendientes y organizar el nuevo estado. La Constitución de 1830 fue el primer proyecto constitucional de Uruguay, definiendo el nombre del estado, el territorio y la división de poderes (ejecutivo, judicial y legislativo).