Intervención Española en Marruecos (1904-1927)
Primera Fase: Inicio y la Semana Trágica de 1909
Causas
Tras el desastre del 98, España intentó recuperar su prestigio nacional y poner fin al aislamiento exterior. En la Conferencia de Algeciras de 1906, Francia y España fijaron sus zonas de influencia. A España le correspondía la zona norte, con el Rif como pieza esencial. Esto obligó al gobierno español a incrementar las tropas e iniciar campañas militares para someter el territorio y asegurar la explotación de las riquezas mineras.
Hechos
El gobierno envió refuerzos peninsulares y movilizó a los reservistas de Cataluña. El embarque de las tropas en Barcelona desencadenó protestas contra la guerra, incluyendo una huelga general.
Segunda Fase: El Desastre de Annual (1921)
Causas
Hacia 1921, el gobierno español decidió someter su zona del Protectorado de Marruecos. Inició la ocupación de la región de Yebala y ordenó al general Silvestre detener su ofensiva hacia el Rif hasta someter al caudillo rifeño que dominaba el sector occidental.
Hechos
Abd el-Krim, líder rifeño, derrotó a las tropas españolas en Annual. Se perdió el territorio ocupado durante años y murieron o desaparecieron más de 10.000 soldados, incluido el general Silvestre.
Consecuencias
La tragedia de Annual tuvo graves consecuencias políticas. La exigencia de responsabilidades forzó al gobierno a nombrar una comisión, presidida por el general Picasso, para delimitar las culpabilidades militares.
Tercera Fase: El Desembarco en Alhucemas (1925)
Causa
Tras el Desastre de Annual, el ejército español era incapaz de recuperar el territorio perdido. Se optó por una política de contención para impedir la expansión de la zona rebelde.
Hechos
España y Francia acordaron actuar conjuntamente. Se retiraron las posiciones más vulnerables y se realizó un desembarco en Alhucemas en 1925.
Consecuencias
Tras el desembarco, Abd el-Krim retrocedió y se rindió a las autoridades francesas. En julio de 1927, las campañas de Marruecos finalizaron.
Evolución de las Fuerzas Políticas de Oposición: Republicanos y Nacionalistas
Los partidos excluidos del sistema ganaron fuerza a inicios del siglo XX.
Los Republicanos
En las primeras décadas del siglo XX, la principal oposición era el republicanismo. Representaba la aspiración de intelectuales y clases medias a una democratización política, identificada con el régimen republicano. Se renovó ideológicamente con la inclusión del nuevo liberalismo democrático, más sensible a las reformas sociales.
En 1903 se formó la Unión Republicana, con éxito electoral en las grandes ciudades. Las divergencias internas dividieron al republicanismo; en 1908 se escindió el sector radical, liderado por Lerroux, que formó el Partido Radical.
Los Nacionalistas
El Nacionalismo Catalán
El nacionalismo catalán fue el más relevante a principios del siglo XX. La Lliga Regionalista, fundada en 1901, buscaba compatibilizar la regeneración política y la modernización económica con la autonomía de Cataluña. Este partido de la burguesía catalana no contó con el apoyo obrero, al no atender a las reformas sociales. Practicó una política pactista, colaborando con los partidos del turno.
El Nacionalismo Vasco
Tras la muerte de Sabino Arana en 1903, fundador del PNV, hubo un enfrentamiento entre el sector independentista y defensor de las ideas aranistas, y un sector moderado, liberal y posibilista que optaba por la autonomía vasca dentro de España.
Con la nueva estrategia autonomista, el nacionalismo vasco se extendió desde Vizcaya, se aproximó a la burguesía industrial, amplió su base social y se consolidó como fuerza mayoritaria en el País Vasco.