17 de Octubre de 1945
Muchas fábricas estaban cruzando el Riachuelo, en el Gran Buenos Aires. Para que los manifestantes de La Plata, Berisso, Quilmes, Lanús y Avellaneda no pudieran acceder a la Capital, a la mañana temprano el gobierno ordenó levantar los puentes que separaban una zona de otra. Sin embargo, al mediodía los trabajadores cruzaron el Riachuelo en botes o en el transbordador. Pese a los intentos del gobierno para que se disolviera la manifestación, los trabajadores esperaron hasta las 23:10, hora en que Perón apareció en el balcón de la Casa de Gobierno. La gente sostenía antorchas improvisadas. Mientras Perón pronunciaba su discurso, lo interrumpían con cánticos y gritos que alentaban su candidatura presidencial. Los únicos incidentes que se produjeron fueron el apedreo y la silbatina frente a edificios representativos del poder de la prensa opositora, de los sectores conservadores y las universidades.
Fórmula Presidencial de 1946
Perón se consolidó como el candidato de una alianza social conformada por la gran mayoría de los trabajadores, sobre todo los pertenecientes a la clase obrera industrial; pequeños y medianos empresarios y productores agrarios que abastecían al mercado interno, y el sector del nacionalismo populista dentro del Ejército. La Iglesia, alarmada con la presencia del comunismo en la oposición, convocó a votar por Perón. Para apoyar la candidatura de Perón, un grupo de dirigentes gremiales creó el Partido Laborista. La fórmula presidencial se completó con el dirigente Jazmín Hortensio Quijano, perteneciente al único grupo radical que acompañó a Perón. A fines de 1945, Perón inició una gira electoral viajando en tren por las provincias, casi siempre acompañado por su esposa.
La oposición, integrada por las clases medias y altas, se nucleó en la Unión Democrática, frente electoral que incluía a la U.C.R., el Partido Demócrata Progresista, el Partido Socialista y el Partido Comunista. Las distintas fuerzas conservadoras del país dieron apoyo informal a este acuerdo político. La fórmula presidencial estaba integrada por los dirigentes radicales José Tamborini y Enrique Mosca.
El 24 de febrero de 1946 se realizaron las elecciones, luego de una campaña en la que no faltaron los incidentes. Al finalizar el comicio, la Unión Democrática afirmó que, en un marco de limpieza electoral, había obtenido la victoria. Sin embargo, debido a las dificultades de esa época para evaluar los datos de todo el país, la fórmula Perón-Quijano obtuvo el triunfo. Se impuso por 1.488.800 votos, frente a 1.207.000 de sus adversarios.
El Intervencionismo y Política Económica de Perón
Perón asumió su primera presidencia en el contexto de la posguerra. Argentina tenía una situación económica favorable. Existían divisas acumuladas debido a varios años de balanza comercial favorable, en los que se exportaron productos agropecuarios a Europa y se restringieron las importaciones a causa de la guerra. Al finalizar el conflicto, los precios de los productos agropecuarios subieron, lo que contribuyó a aumentar el saldo a favor.
Por otro lado, desde mediados de la década de 1930, se había desarrollado una industrialización sustitutiva de importaciones. Este proceso continuó y se profundizó durante los años de la guerra, ya que las importaciones disminuyeron por las dificultades para el transporte marítimo y la menor producción de las economías centrales, volcadas al esfuerzo bélico.
Desde el punto de vista político, la base de apoyo al peronismo estaba constituida por los actores sociales ligados a esta industrialización. El Estado peronista asumió un papel intervencionista, en consonancia con la tendencia que se venía manifestando en el mundo desde el New Deal de los Estados Unidos. En la Europa de posguerra, muchos países llevaron a cabo nacionalizaciones y estatizaciones de empresas, como modo de control de los recursos económicos y los servicios.
En Argentina, algunas medidas tomadas por los gobiernos conservadores de la década de 1930 fueron antecedentes de la intervención estatal. A diferencia del Estado conservador, el peronista concibió su intervención como un mecanismo para la consolidación de una industria nacional y, a la vez, de una política social que diera respuesta a las demandas de su base social. Perón consiguió que Farrell firmara dos decretos para su proyecto de gobierno: uno de nacionalización del Banco Central de la República Argentina y otro de creación del Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio.