Desde el 18 de julio de 1936 hasta 1939, España se vio envuelta en una larga y dura guerra civil que conmocionó al mundo occidental. La profunda división social que se produjo durante la Segunda República rompió los mecanismos estabilizadores de la democracia. El golpe de estado del 17-18 de julio fue el detonante de este conflicto. La guerra civil alcanzó dimensiones internacionales, ya que cada uno de los dos bandos contó con la ayuda de países europeos. Durante el desarrollo de la contienda, la España republicana conoció un proceso revolucionario, mientras que la España nacional diseñó un modelo de estado autoritario. Tras la derrota de la República, el modelo autoritario se extendió por todo el territorio. El 1 de abril de 1939, el general Franco inició su dictadura personal, que solo terminaría con su muerte.
Las Causas
La victoria del Frente Popular en 1936 brindó una nueva oportunidad para llevar a cabo el programa reformador del bienio azañista. El primer gobierno, presidido por Casares Quiroga, aceleró todo el proceso de reformas. Sin embargo, estas reformas no contentaron a los sectores proletarios y campesinos. Este descontento se manifestó en una fuerte conflictividad social que separó a la sociedad en dos bandos: la izquierda y la derecha. A esto se suman las conspiraciones militares desde el mismo momento en que vence el Frente Popular. Una parte del ejército conspiraba para derribar a la República a través de un golpe de estado. El director de esta conspiración sería el general Mola. Sanjurjo se unió a él y se fueron incorporando Queipo de Llano, Goded y Cabanellas. Los militares, dirigidos por los generales Mola, Franco, Sanjurjo y Queipo de Llano, se sublevaron porque pensaban que la República era una amenaza a la unidad de España, que las huelgas y los desórdenes revelaban la falta de autoridad de la democracia y que la legislación republicana atacaba la esencia católica de España. Pensaban que iban a triunfar rápidamente, pero se equivocaron y desencadenaron una devastadora guerra civil de tres años.
La Guerra Civil: Apoyos y Dimensión del Conflicto
La sublevación militar solo triunfó en una parte de España: en las colonias españolas del norte de África, en las Islas Canarias, en las Islas Baleares, Galicia, Navarra, etc., y fracasó en Madrid, Cataluña, Levante, Asturias, Vizcaya, etc. El bando de los sublevados, que pronto adoptaron el nombre de nacionales, contó con el apoyo de diferentes grupos políticos y de los grupos tradicionalmente dominantes, latifundistas y alta burguesía, que impulsaron y financiaron el golpe, pues temían perder el control económico y político a causa de las reformas frentepopulistas. Desde el primer momento se intentó organizar la zona y evitar conflictos de poder. Así, tras la muerte de Sanjurjo, se constituyó en Burgos la Junta de Defensa Nacional. La República contó con todos los grupos políticos de izquierda. A diferencia del bando nacional, que careció en los primeros meses de unidad en la dirección política y militar de la guerra debido al papel que tuvieron las milicias populares, creadas por sindicatos y partidos de izquierda para controlar el alzamiento. Esto le restó eficacia y contribuyó a perder la guerra. Los dos bandos buscaron desde un principio apoyo exterior. La República se vio perjudicada por la política de neutralidad impulsada por Francia y Gran Bretaña, que se materializó en la creación del Comité de No Intervención. La guerra civil tuvo una gran repercusión internacional gracias al despliegue de medios periodísticos. El interés por la contienda se debía a la profunda sensibilización en la Europa occidental ante el avance del fascismo. Se entendía que en España se estaba produciendo la lucha entre la democracia y el fascismo.
Desarrollo Militar del Conflicto
A) La lucha por Madrid
El objetivo primordial de los rebeldes fue tomar Madrid. Las fuerzas del norte, dirigidas por el general Mola, avanzaron con dificultad y no pudieron lograr su objetivo. Por el sur, el avance tenía que hacerse contando con las tropas de África. Franco fue llevado en avión desde Gando a Marruecos para ponerse al mando de las tropas de África. Durante los primeros combates, ya se apreció que el ejército rebelde era superior al republicano. Y muy pronto Franco concentró el poder político y militar y estableció en Burgos su cuartel general. El gobierno republicano intentaba recomponer la diversidad de mandos.
B) El frente norte
Ante el fracaso de la toma de Madrid, las tropas de Franco conquistaron toda la zona norte peninsular. Con la desaparición del frente norte, la República perdía una zona con grandes recursos industriales y mineros. La República intentó superar la situación intentando que el jefe de gobierno concentrara más poder y se dirigieran las operaciones de forma más coordinada. Esta labor le tocaría a Juan Negrín.