La Transformación de la Propiedad en España: Las Desamortizaciones del XIX

Proceso de Desamortización

La desamortización fue una de las medidas adoptadas por los distintos gobiernos que causó mayor impacto en la economía española del siglo XIX. No obedeció a un proyecto que persiguiese la reforma agraria, desde antiguo reclamada, sino que surgió de una motivación más inmediata: la insostenible situación de penuria de la Hacienda pública.

Entendamos por desamortización “la incautación estatal de bienes raíces de propiedad colectiva, bien eclesiástica o bien civil.”

Sus principales protagonistas:

1. Desamortización en tiempos de Carlos III y de Carlos IV

Se desamortizaron bienes de la Compañía de Jesús, de hospitales, hospicios, Casas de Misericordia y de Colegios Mayores universitarios.

2. Desamortización de José I Bonaparte

La confiscación de sus rentas para el funcionamiento y gastos de guerra de las tropas francesas, de forma que se devolvieron en 1814.

3. Desamortización de Mendizábal

La desamortización de Mendizábal, ministro de la regente María Cristina de Borbón, tuvo unas consecuencias muy importantes para la historia social de España.

Como la división de los lotes se encomendó a comisiones municipales, estas se aprovecharon de su poder para hacer manipulaciones y configurar grandes lotes inasequibles a los pequeños propietarios, pero pagables, en cambio, por las oligarquías muy adineradas que podían comprar tanto grandes lotes como pequeños.

Los pequeños labradores no pudieron entrar en las pujas y las tierras fueron compradas por nobles y burgueses adinerados, de forma que no pudo crearse una verdadera burguesía o clase media en España que sacase al país de su marasmo.

Los terrenos desamortizados por el gobierno fueron únicamente eclesiásticos, principalmente aquellos que habían caído en desuso. A pesar de que expropiaron gran parte de las propiedades de la Iglesia, esta no recibió ninguna compensación a cambio. Por esto la Iglesia tomó la decisión de excomulgar tanto a los expropiadores como a los compradores de las tierras, lo que hizo que muchos no se decidieran a comprar directamente las tierras y lo hicieron a través de intermediarios o testaferros.

4. Desamortización de Espartero

El 2 de septiembre de 1841 el recién nombrado regente, Baldomero Espartero, impuso la desamortización de bienes del clero secular, proyecto que elaboró Pedro Surra Rull.

5. Desamortización de Madoz

Durante el Bienio Progresista (al frente del que estuvo nuevamente Baldomero Espartero junto a O’Donnell) el ministro de Hacienda Pascual Madoz realiza una nueva desamortización (1855) que fue ejecutada con mayor control que la de Mendizábal. El jueves 3 de mayo de 1855 se publicaba en La Gaceta de Madrid y el 31 la Instrucción para realizarla.

En conjunto, se calcula que de todo lo desamortizado, el 30% pertenecía a la iglesia, el 20% a beneficencia y un 50% a las propiedades municipales, fundamentalmente de los pueblos. El Estatuto Municipal de José Calvo Sotelo de 1924 derogó definitivamente las leyes sobre desamortización de los bienes de los pueblos y con ello la desamortización de Madoz.

De esta manera, la desamortización se convirtió en la principal arma política con que los liberales modificaron el régimen de la propiedad del Antiguo Régimen para implantar el nuevo Estado liberal durante la primera mitad del siglo XIX.

Consecuencias sociales:

  • Se reforzó el latifundismo.
  • La privatización de los bienes comunales. Muchos campesinos se vieron privados de unos recursos que contribuían a su subsistencia —leña, pastos, etc.—, por lo cual se acentuó la tendencia emigratoria de la población rural que se dirigió a zonas industrializadas del país o a América.

Consecuencias económicas:

  • Saneamiento de la hacienda pública que ingresó más de 14.000 millones de reales procedentes de las subastas.
  • Se produjo un aumento de la superficie cultivada y de la productividad agrícola.

Consecuencias culturales:

  • Muchos cuadros y libros acabaron en otros países, en los fondos de las bibliotecas públicas o en manos particulares, que sin tener noción del valor real de los mismos, se perdieron para siempre.
  • Quedaron abandonados edificios de interés artístico, otros en cambio se transformaron en edificios públicos.

Que la desamortización cumplió con algunos de sus objetivos: Financiar la guerra contra el carlismo, paliar la grave situación de la Hacienda Pública, fomentar la construcción del ferrocarril y poner una considerable proporción de la tierra de cultivo en manos de individuos.

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