TEMA 2. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL. LA CONSTITUCIÓN DE 1812
A finales del siglo XVIII cada país europeo recorrió su propio camino hacia el liberalismo. En España, este proceso fue más lento debido a la continua intervención del ejército en la vida política, un rasgo peculiar que diferencia a España del resto de Europa.
El liberalismo comenzó en España a raíz de la invasión francesa por dos vías distintas: el Estatuto de Bayona y el proceso constituyente de Cádiz, que dio lugar a la primera constitución escrita de España.
Antecedentes y causas de la guerra
En 1788, Carlos IV (1788-1808) subió al trono y nombró como favorito o Primer Ministro a Manuel Godoy. Durante su reinado, se produjo la crisis del Antiguo Régimen y las causas de la Guerra de la Independencia se encuentran en la política de amistad hispano-francesa.
Un año después de su llegada al trono, se inició la Revolución Francesa y España participó, junto a otros países absolutistas, en la guerra contra la Francia revolucionaria. Francia venció a España y se firmó la Paz de Basilea (1795).
Desde la Paz de Basilea, España estará al servicio de Francia, e Inglaterra pasará a ser su principal enemigo. Hay que destacar la admiración que sentía Godoy por Napoleón. En 1796 se firma el primer Tratado de San Ildefonso, en el que España y Francia firman una alianza militar contra Inglaterra. En 1800 se firma el segundo Tratado de San Ildefonso, y España interviene contra Portugal (Guerra de las Naranjas) para cerrar los puertos al comercio británico. En 1804, España apoyará a Francia contra Inglaterra, y en la batalla de Trafalgar la flota española fue destrozada.
Pero la causa inmediata de la guerra será el último tratado que Godoy firmó con Napoleón, el Tratado de Fontainebleau (1807), por el que se le concede permiso para entrar con su ejército en España e invadir Portugal. Sin embargo, una vez conseguido este objetivo, el ejército francés permanecerá en España, ocupando posiciones estratégicas y la capital, Madrid.
Godoy encarga al General Castaños formar un ejército para repeler a los franceses y trama la huida de la familia real que se encontraba en Aranjuez, estallando entonces el motín de Aranjuez (17-19 de marzo de 1808), una revuelta dirigida por el Príncipe de Asturias, Fernando, quien no estaba de acuerdo con la política de Godoy y de su padre. Carlos IV destituyó a Godoy y abdicó en su hijo Fernando.
Las abdicaciones de Bayona y el poder de José I
Este primer reinado de Fernando VII apenas duró dos meses. El Emperador Napoleón se ofreció como mediador entre padre e hijo y ambos fueron llamados a Bayona (Francia), donde consiguió la renuncia de ambos reyes y proclamó rey a su hermano José I Bonaparte.
Para conseguir apoyo entre la población, José I dotó a España de una especie de constitución, el Estatuto de Bayona, en el que se reconocían algunas tímidas reformas liberales, pero no llegó a ponerse en práctica por el desarrollo de la guerra. José I contó con la ayuda de los llamados “afrancesados”, españoles que estaban a favor de su reformismo ilustrado.
La Guerra de la Independencia (1808-1813)
La guerra se inicia en Madrid el 2 de mayo de 1808, cuando los madrileños se levantan contra el ejército francés ante las noticias de que Fernando había sido secuestrado por Napoleón. Pocas horas después, el general Murat reprimió la revuelta fusilando a centenares de madrileños. A partir de aquí, la guerra puede dividirse en cuatro fases:
1ª fase. El avance francés hasta la batalla de Bailén. Los franceses se despliegan por España, pero se suceden levantamientos por todo el país (Sevilla, La Coruña…). Se crean juntas provinciales de defensa y después una Junta Central Suprema en Aranjuez, presidida por Floridablanca, encargada de coordinar la guerra y de pedir ayuda a Inglaterra.
La Guerra de la Independencia fue una guerra nacional y un conflicto internacional.
Los franceses, al mando del mariscal Dupont, conquistaron el centro de Castilla y trataron de dominar Andalucía, pero fueron derrotados en Bailén, que fue la primera gran derrota de Napoleón en Europa. Los franceses retrocedieron hasta el Ebro.
2ª fase. Debido a la derrota de Bailén, el propio Napoleón entra en España y desarrolla un avance espectacular. En menos de un mes entra en Madrid y la Junta Central tiene que refugiarse primero en Sevilla y después en Cádiz. Desde comienzos de 1809, los franceses van a dominar toda España en una típica guerra de desgaste.
3ª fase. Desde 1809 se practicó la táctica de guerrillas, una forma de resistencia popular contra el invasor francés. Eran grupos de unos cien hombres formados por miembros del antiguo ejército español, voluntarios civiles, campesinos, bandoleros y curas, que hostigaban por sorpresa al enemigo. No consiguieron importantes victorias, pero jugaron un papel muy importante en el desarrollo de la guerra.
4ª fase. El fin de la guerra (1812-1813). Napoleón retira 50.000 soldados para enviarlos al frente de Rusia, lo que provoca el desastre francés. El Duque de Wellington (inglés) derrota a los franceses en La Albuera (Badajoz), liberando después Madrid.
En el verano de 1813 se inicia la ofensiva final. Un gran ejército formado por británicos, españoles y portugueses, dirigidos por Wellington, vence en Vitoria y San Marcial. José I capitula (renuncia) y huye a Francia.
Napoleón, derrotado también en Alemania, reconoce a Fernando VII como rey de España (Tratado de Valençay). En 1814 se produjo el hundimiento total del imperio napoleónico, lo que significó la vuelta al Antiguo Régimen y al absolutismo monárquico.
Consecuencias de la guerra: pérdidas humanas (entre 300.000 a un millón según el historiador), el país quedó arruinado y se exiliaron los “afrancesados” (más de 100.000).
La Constitución de 1812
Paralelamente a la Guerra de la Independencia, tuvo lugar la creación de la primera constitución escrita de nuestra historia. La Junta Central Suprema, formada por 34 miembros en Aranjuez y dirigida por Floridablanca, se convirtió en el principal órgano de gobierno, y tuvo que trasladarse a Sevilla y después a Cádiz por el desarrollo de la guerra.
Los miembros más progresistas de la junta propusieron convocar Cortes y redactar una constitución. Se formó una regencia de cinco miembros de carácter conservador, pero ante la presión popular, tuvieron que convocar las Cortes (1810-1814), que se reúnen en San Fernando y después en la iglesia de San Felipe Neri (Cádiz).
La mayoría de los diputados no podían trasladarse a Cádiz por la guerra. Se optó por elegir sustitutos entre las personas de cada provincia que estaban en Cádiz, formándose unas Cortes muy progresistas, al pertenecer la mayoría al estado llano. Sin embargo, no asistieron ni campesinos ni mujeres, carentes de derechos políticos.
Las tendencias políticas eran:
– Liberales o innovadores (izquierda), partidarios de reformas revolucionarias, soberanía nacional, cortes formadas por una sola cámara y redacción de una constitución liberal.
– Jovellanistas o renovadores (centro), defienden una mezcla de modelo parlamentario británico y las leyes tradicionales de los reinos hispánicos.
– Absolutistas o conservadores (derecha), que pretendían mantener el viejo orden monárquico.
Fue aprobada el 19 de marzo (día de San José), por lo que se la conoce con el apelativo de “La Pepa”.Es la más extensa de las habidas en España (348 artículos en diez títulos).
Se reconoce la soberanía nacional, con una amplia declaración de los derechos del ciudadano (libertad de pensamiento, la propiedad privada, igualdad ante la ley, etc.).
Proclama la separación de poderes: el rey es la cabeza del poder ejecutivo; Las Cortes unicamerales ostentan el poder legislativo y son elegidas por sufragio universal masculino; el poder judicial es competencia exclusiva de los tribunales.
Establece el carácter electivo de los ayuntamientos.
Propone crear una caja y un impuesto único, según la capacidad económica de cada español.
Pretende reforzar el ejército mediante el servicio militar obligatorio.
Establece que a partir de 1830 todos los españoles deberían saber leer y escribir.
No se pueden introducir enmiendas en ocho años.
Se establece la religión católica como la oficial del Estado.
Sólo estará vigente dos años. La guerra impidió su puesta en práctica y era demasiado liberal para la mentalidad de los españoles del momento.
Además de la Constitución, las Cortes elaboraron leyes como la supresión del régimen señorial, una nueva desamortización, supresión de la Inquisición y otras para mejorar la economía.
6- Fernando VII y la vuelta al absolutismo
Fernando VII vuelve a España en 1814, los liberales pretendían que jurase previamente la Constitución, pero no lo hizo al sentirse respaldado por el pueblo y por los absolutistas (“Persas”). El monarca anuló la Constitución y disolvió las Cortes.
El pronunciamiento será la única vía para regresar al camino iniciado en Cádiz y por ello se sucedieron todos los años.