España en la Encrucijada: El Periodo Republicano (1931-1936)

La Segunda República Española (1931-1936)

El advenimiento de la República

En 1931, las elecciones municipales en España mostraron un claro rechazo a la monarquía. El triunfo de las candidaturas republicanas en las grandes ciudades impulsó la proclamación de la Segunda República el 14 de abril, iniciada en Eibar y seguida de manifestaciones pacíficas de apoyo en diversas ciudades. Alfonso XIII renunció a sus poderes y se exilió el mismo día.

El Gobierno Provisional

Tras la proclamación de la República, se formó un gobierno provisional compuesto por republicanos, socialistas y regionalistas. Este gobierno tomó medidas urgentes como la amnistía para presos políticos, el establecimiento de un nuevo estatuto jurídico, la proclamación de libertades políticas y sindicales, y el nombramiento de altos cargos. Entre los desafíos que enfrentó el gobierno provisional se encontraban la situación del ejército (mayoritariamente monárquico), la cuestión campesina, y la crisis económica y devaluación de la peseta. En Cataluña, Francesc Macià (ERC) proclamó la República Catalana dentro de una Federación Ibérica, lo que generó tensiones con el gobierno central. Finalmente, se acordó la creación de un gobierno provisional autonómico: la Generalitat.

La Constitución de 1931

Las elecciones a Cortes Constituyentes resultaron en una victoria para la conjunción republicano-socialista, con una importante presencia de obreros y nacionalistas. Las Cortes elaboraron una Constitución de carácter democrático y progresista que establecía:

  • Una República de trabajadores basada en la libertad y la justicia.
  • Un Estado integral compatible con la autonomía de municipios y regiones.
  • La división de poderes: legislativo (Cortes unicamerales), ejecutivo (Consejo de Ministros y Presidente de la República) y judicial (jueces independientes).
  • Amplios derechos y libertades, incluyendo el sufragio universal para mayores de 23 años (incluyendo a las mujeres), la laicidad del Estado, el reconocimiento del divorcio y el matrimonio civil.

La Coyuntura Económica de los años 30

La proclamación de la República generó expectativas de cambio en la distribución de la riqueza, pero también desconfianza entre terratenientes y empresarios.

Las repercusiones de la crisis internacional

La crisis económica mundial de 1929, iniciada con el crack de la Bolsa de Nueva York, tuvo un impacto limitado en la economía española debido al escaso peso del comercio exterior. A partir de 1933, las exportaciones se redujeron, aunque en menor medida que en otros países, gracias a la devaluación de la peseta.

Las dificultades internas de la economía

El triunfo republicano y el temor a la evolución económica generaron desconfianza empresarial y una caída de la inversión privada.

La economía catalana

El sector primario continuó perdiendo población. La industria textil se estancó, aunque surgieron nuevas actividades. La crisis económica provocó inflación y desempleo. En 1931, la quiebra del Banco de Cataluña dejó a Cataluña sin un sistema financiero propio.

La Generalitat y el Estatuto de Autonomía

La Generalitat y el Estatuto de Núria

Las elecciones de 1931 dieron un vuelco al panorama político catalán, con el triunfo de ERC. Lluís Companys proclamó la República Española y Francesc Macià la República Catalana. Tras negociaciones con el gobierno provisional, se formó la Generalitat, encargada de elaborar un Estatuto de Autonomía. El Estatuto de Núria, aprobado en referéndum, establecía la soberanía del pueblo de Cataluña y una República federal.

El Estatuto de Autonomía de 1932

El Estatuto de Núria fue presentado en las Cortes de Madrid, donde generó controversia. Tras un largo debate, se aprobó en 1932 una versión modificada que establecía a Cataluña como una región autónoma dentro de España, con la cooficialidad del catalán y competencias compartidas con el Estado.

Las fuerzas políticas en la Cataluña republicana

Durante la República, los partidos catalanistas (ERC y la Liga) tuvieron un gran peso. El marxismo catalán se encontraba fragmentado. En 1935, se formó el POUM, y en 1936, el PSUC.

La obra de la Generalitat republicana

Tras la aprobación del Estatuto, se convocaron elecciones al Parlamento de Cataluña en 1932, con el triunfo de ERC. La Generalitat, presidida por Macià hasta su fallecimiento en 1933, impulsó diversas iniciativas en áreas como la economía, la agricultura, la seguridad social, la enseñanza y la cultura, incluyendo la normalización del catalán.

El Bienio de Izquierdas (1931-1933)

El gobierno de Manuel Azaña, con el apoyo de republicanos de izquierdas y socialistas, implementó reformas para modernizar y democratizar el Estado. En el ámbito militar, se promulgó la Ley de Retiro de la Oficialidad. Se limitó la influencia de la Iglesia a través de la laicización del Estado y la Ley de Congregaciones. En educación, se promovió un modelo de escuela laica, mixta, obligatoria y gratuita. Se aprobaron leyes para regular las relaciones laborales, lo que generó conflictos con los patronos.

El Bienio Conservador (1933-1936)

Las elecciones de 1933 dieron la victoria a la derecha, lo que supuso un cambio de rumbo político. La derecha se reorganizó en torno a nuevas formaciones políticas, incluyendo la CEDA, Renovación Española, Falange Española y la UME. El gobierno de Lerroux, con el apoyo de la CEDA, frenó las reformas del bienio anterior, lo que provocó la radicalización del PSOE y la UGT. En Cataluña, el conflicto entre la Generalitat y el gobierno central se agudizó con la Ley de Contratos de Cultivo.

La Revolución de Octubre de 1934

La entrada de la CEDA en el gobierno provocó una huelga general que fracasó por la falta de coordinación. En Asturias, la revolución social fue duramente reprimida. En Cataluña, Lluís Companys proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española, lo que llevó a su detención y la suspensión del Estatuto de Autonomía.

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