Transformaciones sociales y culturales en España: Población, movimiento obrero y educación (siglos XIX-XX)

Transformaciones Sociales y Culturales

1. Evolución demográfica en el siglo XIX y primer tercio del siglo XX

Régimen Demográfico Antiguo: Natalidad (N) muy alta; mortalidad (M) alta; Crecimiento Vegetativo (CV) bajo.

Transición demográfica: (N) alta; (M) descenso, CV alta.

Régimen Demográfico Moderno: (N) baja, (M) baja, CV baja.

Crecimiento Vegetativo (CV) = Crecimiento Natural.

Crecimiento Total = CV + Saldo Migratorio (Inmigraciones – Emigraciones)

  • Hasta 1870: retraso demográfico respecto al resto de Europa, se mantiene el régimen demográfico antiguo.
  • Desde 1870: Transición demográfica.
  • 1885: Epidemia del cólera.
  • Las migraciones interiores (Éxodo Rural) y exteriores.

2. Génesis y desarrollo del movimiento obrero

2.1. El arranque del movimiento obrero

El ludismo (destrucción de máquinas, incendio de fábricas) fue la expresión de rebeldía obrera contra las máquinas, a las que responsabilizaban de la pérdida de puestos de trabajo. Ejemplos en la fábrica de Banaplata de Barcelona y en 1821 en Alcoy, en las fábricas textiles, con un gran movimiento ludita.

Los inicios del sindicalismo. Desde este movimiento nació el primer sindicato de España, la Sociedad de Tejedores, fundada en Barcelona en 1840. El sindicalismo conoció un gran desarrollo a lo largo de la década de los 40. Objetivos:

  • Reivindicativa: conseguir mejores condiciones laborales y salariales.
  • Sociedad de Socorro Mutuo: los trabajadores pagaban una cuota para sostener una caja de resistencia destinada a pagar el jornal en caso de enfermedad, despido o huelga.

2.2. El bienio progresista (1854-1856): expansión del obrerismo

1854: primera huelga general de España por la introducción de máquinas hiladoras, las selfactinas. En los años del Bienio Progresista se inició su expansión hacia otras zonas de España. Los levantamientos campesinos tomaron generalmente la forma de ocupaciones ilegales de tierras y reparto de ellas entre los jornaleros, incendio de los registros de la propiedad y, a menudo, enfrentamiento con las fuerzas del orden público.

2.3. El movimiento obrero español durante el Sexenio Democrático

El Sexenio (1868-1874), con la constitución de 1869, permitió que el movimiento obrero se organizara legalmente. En 1864 se creó la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores). Se llegó a celebrar un congreso en el que se decidió constituir la Federación Regional Española (FRE). En España, a diferencia de la I Internacional, había mayoría de anarquistas que de marxistas. Diferencias entre marxistas y anarquistas:

  • Marxistas: Dictadura del proletariado, partido Republicano.
  • Anarquistas: Abolir el Estado, en contra de los partidos políticos.
  • Ambos: Abolición de la Propiedad Privada, subida al poder por la Revolución.

La Federación Regional Española (FRE) creció, convirtiéndose en una de las secciones más numerosas de la AIT. Geográficamente, tenía una fuerte implantación en Cataluña y en el campo andaluz. En la FRE se vivió un debate que se había planteado en la AIT entre marxistas y anarquistas, pero mientras en la AIT dominó la corriente marxista, en la FRE dominó la tendencia anarquista. Fractura:

  • Anarquismo: localizado en regiones como Barcelona, Valencia, Andalucía.
  • Marxismo: solo en Madrid cogió fuerzas.

Durante la presidencia de Serrano, la FRE fue declarada ilegal.

2.4. El movimiento obrero durante la Restauración (1874-1898)

Tras la I República (presidencia del general Espartero), las organizaciones obreras sufrieron una gran represión. La llegada de los liberales al gobierno (Sagasta) trajo consigo una mayor permisividad y las asociaciones obreras fueron de nuevo legalizadas.

La FRE pasó a llamarse Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE).

FRE 1XguIhAAQA7 FTRE 1Hg+IjkiVRGAQA7 CNT (1910). Hubo una división de los anarquistas entre los partidarios de la acción directa (“que cada uno actúe como le apetezca” sin gobierno) y violenta, y los que apoyaban una acción de masas. Estos últimos plantearon la revolución social a medio plazo y la necesidad de fundar organizaciones de carácter sindical y la CNT (1910).

Los socialistas. Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1879. Se trata de un partido marxista de orientación obrerista y una clara búsqueda de la revolución social. Defendía reformas como el derecho de asociación, reunión y manifestación y el sufragio universal, entre otras.

Política social de la Iglesia y del Estado. La Iglesia Católica definió su política social mediante la encíclica “Rerum novarum”, publicada por el Papa León XIII. El Papa se oponía al liberalismo económico, pero también a los idearios socialistas y anarquistas.

Desde 1892 empezaron a crearse las cajas rurales, con el objeto de ofrecer créditos a bajo interés a los pequeños agricultores.

3. Cambio en las mentalidades

3.1. El nuevo papel de la Educación: la política educativa liberal

En 1840 a 1860, se consagrará una educación de sistema mixto (público y privado). Se establecerá un sistema educativo (público y privado) centralizado y controlado por el Estado que se mantendrá sin cambios sustanciales hasta la Ley General de Educación de 1970. Cabe destacar la “Ley de instrucción pública” de 1857 o Plan Moyano (de Claudio Moyano, ministro de Fomento).

3.2. El regeneracionismo

Es el movimiento intelectual que entre los siglos XIX y XX medita objetiva y científicamente sobre las causas de la decadencia de España como nación. Conviene, sin embargo, diferenciarlo de la Generación del 98, con la que se le suele confundir, ya que, si bien ambos movimientos expresan el mismo juicio pesimista sobre España, los regeneracionistas lo hacen de una forma objetiva, documentada y científica, mientras que la Generación de 1898 lo hace en forma más literaria, subjetiva y artística. Su principal representante fue el aragonés Joaquín Costa con su lema «Escuela, despensa y doble llave al sepulcro del Cid».

3.3. La Institución Libre de Enseñanza

Los catedráticos liderados por Francisco Giner de los Ríos fundaron en 1876 la Institución Libre de Enseñanza. Pretendían renovar la educación, fomentando la racionalidad en España, para lo que contaron con el apoyo de algunas de las figuras más destacadas de la época.

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