El Directorio Militar (1923-1925)
El Directorio Militar se presentó como una solución temporal, con Primo de Rivera ejerciendo como “ministro único”.
Las primeras medidas del Directorio Militar mostraron su carácter dictatorial: declaración del estado de guerra (que se mantuvo hasta 1925), suspensión del régimen constitucional y disolución de las cámaras legislativas. Los gobernadores civiles fueron sustituidos por militares y se nombraron delegados gubernativos. De esta manera, se relegó a todos los políticos liberales y se militarizó la administración. A partir de 1924, los cargos comenzaron a ser ocupados por civiles, la mayoría funcionarios, y algunos políticos de la derecha católica y el maurismo. En definitiva, la regeneración prometida quedó en una gran farsa, ya que se suspendieron todos los mecanismos electorales y la renovación política se limitó a sustituir unos caciques por otros.
El Directorio Civil y las Medidas Adoptadas (1925-1930)
Creado en diciembre de 1925, con él demostraba el dictador su voluntad de permanecer en el poder e instituir un régimen estable. Entre sus miembros destacaban Severiano Martínez Anido, José Calvo Sotelo, ministro de Hacienda, y Eduardo Aunós, titular del Ministerio de Trabajo.
Para afianzar su gobierno, Primo de Rivera convocó también una Asamblea Nacional Consultiva (1927), en la que había intereses corporativos.
Para promover la adhesión al nuevo régimen se creó, en 1924, un partido único, que se llamó la Unión Patriótica. Se llegó a elaborar un proyecto de Constitución que instituía un Estado corporativo y conservador; sin embargo, esta norma nunca se aprobó, lo que puso de manifiesto la incapacidad del régimen para encontrar una fórmula institucional alternativa al parlamentarismo. Además de las acciones encaminadas a la creación de un Estado nuevo, las medidas más destacables de la Dictadura fueron las siguientes:
- La formación del Somatén Nacional (1923)
- La finalización de la Guerra de Marruecos
- El diseño de una política social: Organización Corporativa Nacional (1926)
- La política económica de Calvo Sotelo
- La represión del catalanismo
El Frente Popular (1936)
Las elecciones de febrero de 1936 estuvieron precedidas por una tensa campaña electoral entre la izquierda y la derecha. El nombramiento de Portela Valladares representó el intento fallido de encontrar una vía intermedia. La derecha se presentaba desunida y desgastada. El desprestigio del Partido Radical había afectado también a la CEDA. La izquierda, por el contrario, aparecía unida en un Frente Popular que agrupaba a republicanos, socialistas y comunistas.
La fuerza ganadora en las elecciones fue el Frente Popular. Su programa político era de orientación más bien de izquierda republicana burguesa y no revolucionaria. Sus medidas básicas implicaban volver a poner en marcha la legislación del primer bienio, además de prometer una amnistía a los encarcelados por los sucesos de octubre de 1934. Al pacto se unió también el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), recién fundado y de tendencia antiestalinista.
De acuerdo con lo firmado en el programa del Frente Popular, el nuevo gobierno quedó exclusivamente formado por republicanos (Izquierda Republicana -Manuel Azaña- y Unión Republicana -Martínez Barrio-), mientras que los socialistas y el resto de partidos de la coalición se comprometieron a prestarles apoyo parlamentario. Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República, con gran oposición de la derecha y buena parte del Ejército, y Casares Quiroga, jefe de gobierno.
El gobierno de Frente Popular se vería desbordado. Al poco de las elecciones, sin esperar a la proclamación de los resultados, la multitud abría las cárceles y comenzaron a salir los condenados por los hechos de octubre del 34. Durante los meses posteriores hubo un movimiento de ocupación de fincas. Los sindicatos campesinos decidieron acelerar la reforma agraria y empezaron a ocupar las fincas y ponerlas en explotación. La resistencia de los terratenientes provocó enfrentamientos entre campesinos y Guardia Civil.
Desde la victoria del Frente Popular, los planes para derribar la República se aceleraron. En ellos intervinieron políticos de la extrema derecha, como Calvo Sotelo, de la CEDA como Gil Robles, representantes de la oligarquía financiera como Juan March, y destacados militares (Mola, Varela, Goded, Franco, entre otros). El golpe militar, ya muy avanzados los preparativos en el inicio del verano, se precipitará a raíz del asesinato de José Calvo Sotelo, en Madrid, el 13 de julio de 1936, proporcionando el pretexto para la insurrección militar.