Retos y Transformaciones de la Segunda República Española (1931-1936)

La Segunda República frente a los desafíos de España

La caída de la dictadura de Primo de Rivera precipitó la caída de la monarquía. Tras la dimisión de Primo de Rivera, el rey Alfonso XIII intentó restaurar la situación previa a 1923, restableciendo la constitución y nombrando a Berenguer como nuevo jefe de gobierno.

Primeros desafíos y caída de la monarquía

El primer gobierno de Berenguer enfrentó problemas cruciales:

  1. Organización republicana: Las fuerzas republicanas se unieron en el Pacto de San Sebastián (PSOE, UGT), con el objetivo de derrocar la monarquía. De este pacto surgió el Comité Revolucionario, presidido por Niceto Alcalá Zamora.
  2. Intentos de golpe de Estado: Los intentos de golpe en Jaca y Cuatro Vientos, y la ejecución de los militares de Jaca, los convirtieron en mártires de la causa republicana.

El gobierno de Berenguer fue reemplazado por el almirante Aznar, quien convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931. La victoria republicana llevó a la proclamación de la Segunda República Española el 14 de abril, negociando la salida pacífica de Alfonso XIII al exilio.

Durante su desarrollo, la República enfrentó una fuerte oposición de los sectores más conservadores, y la política de reformas y contrarreformas generó una profunda división en la sociedad española.

El advenimiento de la Segunda República coincidió con una etapa de crisis económica internacional y de crisis de los sistemas democráticos.

Etapas de la Segunda República

Gobierno Provisional

El 14 de abril, el Comité Revolucionario se transformó en Gobierno Provisional, compuesto por antiguos monárquicos, republicanos radicales, republicanos socialistas, Acción Republicana, republicanos catalanes, republicanos gallegos y socialistas. Este gobierno se propuso construir un nuevo régimen político y democrático, implementando:

  • Disposiciones reformistas de contenido social, militar y político.
  • Convocatoria de Cortes Constituyentes el 28 de junio mediante sufragio universal masculino, con participación femenina.

El Gobierno Provisional enfrentó conflictos como la quema de conventos y protestas obreras lideradas por la CNT. Las elecciones legislativas del 28 de junio dieron la mayoría a la coalición republicano-socialista. Las Cortes, inauguradas el 14 de julio, redactaron una nueva Constitución, promulgada el 9 de diciembre de 1931, que definía a España como «una república democrática de trabajadores de todas las clases» y un estado unitario con autonomía para municipios y regiones.

El estado se declaró aconfesional, se suprimió la financiación a la Iglesia y se prohibió a las órdenes religiosas ejercer la enseñanza, proclamando la libertad religiosa y reconociendo el matrimonio civil, el derecho al trabajo, a la educación, a la salud y a una vivienda digna.

Tras la aprobación de la Constitución, Niceto Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República y Manuel Azaña formó gobierno, iniciando el bienio republicano-socialista o reformista.

Bienio Republicano-Socialista o Reformista

Azaña buscó resolver los problemas religioso, militar, agrario, educativo y regional mediante profundas reformas:

  • Reforma religiosa: Limitación del poder de la Iglesia, reconocimiento del divorcio y matrimonio civil, secularización de cementerios, supresión de la enseñanza religiosa y disolución de la orden de los Jesuitas, generando oposición de sectores católicos y la creación de la CEDA.
  • Reforma militar: Subordinación del ejército al poder civil, reducción del número de oficiales, reestructuración de regiones militares, creación de la Guardia de Asalto y reducción del servicio militar.
  • Reforma agraria: Solución al latifundismo, la baja productividad y la abundancia de jornaleros sin tierras, con objetivos sociales (entrega de tierras), económicos (aumento de productividad) y políticos (fin del poder de la aristocracia terrateniente). La ley de Reforma Agraria se aprobó en septiembre de 1932.
  • Reforma educativa: Modernización de métodos, sustitución de profesores religiosos, fin del analfabetismo, enseñanza primaria obligatoria, gratuita y mixta, e impulso a la investigación universitaria.
  • Reforma política: Abordaje de los regionalismos dentro del marco constitucional, reconociendo la posibilidad de autogobierno dentro del estado español.

En agosto de 1932, hubo un intento de golpe de Estado en Sevilla liderado por el general Sanjurjo y una sublevación anarquista en Casas Viejas. La convocatoria de elecciones en noviembre de 1933, donde las mujeres votaron por primera vez, marcó el fin de este período.

Bienio Derechista o la República de Derechas

Los republicanos radicales, apoyados por la CEDA, gobernaron, frenando muchas de las reformas previas:

  • Aprobación de una ley de amnistía para militares.
  • Paralización de la reforma agraria.
  • Incumplimiento de aspectos constitucionales sobre la Iglesia y reinicio del mantenimiento económico del clero rural.
  • Ralentización de la construcción de nuevas escuelas.
  • Suspensión del Estatuto de Autonomía catalán tras la revolución de 1934.

Estas medidas contrarreformistas generaron malestar y protestas sociales, culminando en la Revolución de Octubre de 1934, un intento de toma del poder por sectores obreros, reprimido duramente por el gobierno, especialmente en Asturias y Cataluña.

El Frente Popular

Para las elecciones del 12 de febrero de 1936, los partidos republicanos de izquierda y los partidos obreros se unieron en el Frente Popular, una coalición para eliminar a la derecha del poder y retomar las políticas del primer bienio azañista.

El nuevo gobierno, presidido por Manuel Azaña, implementó una amnistía política, restituyó cargos públicos, restauró la Generalitat, inició la tramitación de estatutos de autonomía para el País Vasco y Galicia, otorgó mayor autonomía a los municipios y reanudó las reformas agraria y educativa.

Sin embargo, durante junio y julio de 1936, la agitación revolucionaria en el campo y la ciudad aumentó, y el gobierno fue incapaz de frenar la violencia y resolver la crisis social. A esto se sumó la conspiración militar.

El 12 de julio, el teniente José Castillo fue asesinado, y al día siguiente, José Calvo Sotelo. Este último asesinato precipitó el golpe militar de julio de 1936, que fracasó y desembocó en la Guerra Civil Española.

El régimen republicano, truncado por la guerra, duró apenas cinco años.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *