1. Locke, Rousseau y el contrato social
John Locke (1632-1704) y Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), en el contexto de la Revolución Gloriosa en Inglaterra, desarrollaron teorías políticas, morales y sociales. Locke postuló que el conocimiento no es innato y que el desarrollo humano depende del ambiente. Su teoría contractualista sostenía que los hombres, en estado natural, poseen derechos como la libertad y la propiedad. Para preservar estos derechos, deben establecer un contrato social con el gobernante.
Rousseau, influenciado por Locke, también creía en los derechos naturales. Sin embargo, argumentaba que el estado natural ideal se corrompió por el egoísmo y la desigualdad social. Para él, la propiedad privada aleja al hombre de su naturaleza. Rousseau, más cercano a la democracia, planteaba un contrato social entre hombres libres e iguales que delegan su poder a la autoridad, condicionando esta delegación al cumplimiento del deber de la autoridad.
2. El «libre comercio» borbónico
Los Borbones implementaron el Reglamento de Libre Comercio entre España e Indias para fortalecer los vínculos comerciales y combatir el contrabando. Se abrieron numerosos puertos españoles y americanos, rompiendo el monopolio de Cádiz. Los impuestos se redujeron y simplificaron. Si bien se amplió el comercio entre España y América, los ingleses fueron excluidos y los americanos solo podían comerciar entre colonias. España mantuvo el control del comercio transatlántico.
3. Mayor control y recaudación: La Ordenanza de Intendentes
La Ordenanza de Intendentes buscó reformar la administración colonial para un mayor control y recaudación. Se crearon ocho intendencias dentro del virreinato, cada una con un intendente a cargo de justicia, política, guerra y hacienda. Estos funcionarios estaban subordinados al virrey y a la Audiencia.
4. La fisiocracia y su influencia en las reformas borbónicas
François Quesnay, fundador de la escuela fisiocrática, creía que la economía se regula por la oferta y la demanda en un contexto de equilibrio y competencia. Para ello, los gobiernos debían eliminar obstáculos al libre comercio, como los impuestos aduaneros. La fisiocracia sostenía que la riqueza reside en la tierra y la agricultura, no en la acumulación de metales, y proponía un impuesto único.
Adam Smith, con su liberalismo económico, afirmaba que el trabajo es la fuente de la riqueza y que el Estado no debe intervenir en el mercado. Compartía con los fisiócratas la idea del interés personal como motor del bienestar. Sin embargo, el liberalismo requiere igualdad de condiciones, algo que no se dio en las reformas borbónicas, donde Buenos Aires tenía ventajas.
5. La creación del Virreinato del Río de la Plata
La creación del Virreinato del Río de la Plata ejemplifica los objetivos borbónicos de mayor control y recaudación. Esta región, antes parte del Virreinato del Perú, era vulnerable por su cercanía a los portugueses. El nuevo virreinato protegía contra el avance anglo-portugués y aseguraba el control de las minas de Potosí. La ganadería del Litoral y las rutas comerciales entre Buenos Aires, Potosí y el Alto Perú eran claves en la nueva economía orientada hacia el Atlántico.