El nacimiento del movimiento obrero: De las revueltas ludistas al auge de la II Internacional

El nacimiento de una nueva sociedad de clases: Un nuevo marco de relaciones sociales

El proceso de revolución industrial y de implantación del liberalismo político y económico transformaron las relaciones sociales. Las diferencias sociales se establecieron esencialmente en el ámbito económico. Dos tipos de grupos sociales surgieron: la burguesía y el proletariado industrial o agrario, este último convertido en el nuevo grupo social desfavorecido. Surgió el conflicto de clases que luchaba por la reducción de las desigualdades sociales y económicas.

Los orígenes del mundo obrero

Algunos obreros industriales provenían de antiguos trabajadores manuales y pequeños artesanos urbanos; esencialmente, eran campesinos que habían emigrado a las ciudades en busca de empleo. Las condiciones de trabajo eran extremadamente duras:

  • Jornadas agotadoras (14-16 horas diarias)
  • Ambientes laborales muy duros
  • Estricta disciplina
  • Salarios apenas permitían la supervivencia: se cobraba solo por jornada trabajada, y en caso de enfermedad o día festivo no había remuneración.
  • Para sobrevivir, tenían que trabajar también niños y mujeres con salarios aún más bajos.
  • La existencia de leyes antiasociativas impedía cualquier tipo de asociación de trabajadores para defender sus intereses.

Los primeros conflictos: El ludismo

El ludismo surgió en Gran Bretaña a principios del siglo XIX. La nueva organización del trabajo y la introducción de máquinas deterioraron las condiciones laborales y provocaron una pérdida de puestos de trabajo. Las consecuencias fueron:

  • En las primeras décadas del siglo XIX hubo muchas protestas contra el nuevo sistema fabril.
  • La imposibilidad de organizarse de forma legal condujo a los asalariados a participar en revueltas espontáneas y violentas.
  • Consideraban a las máquinas, a sus amos y al gobierno responsables del paro y de la bajada de los salarios.
  • Esta primera forma de organización y resistencia de los obreros recibe el nombre de ludismo. Las revueltas ludistas nacieron en Inglaterra y se extendieron por todo el continente.

Nuevas ideologías políticas (1ª mitad del siglo XIX)

Los precursores: Socialismo utópico

Este grupo de pensadores, herederos de la tradición ilustrada y de la corriente radical jacobina de la Revolución francesa, tenían propuestas diversas, pero casi todos coincidían en criticar la propiedad privada, la explotación de los trabajadores y la concentración de la propiedad y la riqueza. Sus soluciones propuestas incluían:

  • Buscar un nuevo modelo social.
  • Sustituir la propiedad privada por la colectiva.
  • Garantizar la igualdad de derechos básicos y sistemas políticos democráticos con sufragio universal.

Algunos pensadores, como Blanqui, afirmaban que la igualdad social solo podía alcanzarse con una acción revolucionaria y violenta de una minoría. La mayoría creía en una pacífica transformación social a través de la difusión de la educación, la asociación y la cooperación. Ejemplos de propuestas cooperativas:

  • Charles Fourier defendió la creación de falansterios, agrupaciones comunitarias donde la propiedad sería colectiva y todos sus miembros compartirían las tareas y los beneficios del trabajo.
  • Robert Owen, industrial inglés, defendió la organización de los trabajadores en cooperativas y llevó a la práctica sus ideas durante un tiempo en la fábrica textil de New Lanark.

2ª mitad del siglo XIX: El pensamiento marxista: Socialismo científico

En 1848, Karl Marx y Friedrich Engels publicaron «El manifiesto del Partido Comunista«, primera formulación del marxismo, corriente socialista que tendría un impacto profundo en el movimiento obrero y en la cultura mundial. Las diferencias entre el socialismo utópico y el científico radicaban en que este último defendía la necesidad de destruir el orden liberal y el sistema económico capitalista para crear una nueva sociedad más igualitaria. Creían que el fin del capitalismo no se produciría espontánea y voluntariamente, sino que tenía que ser el proletariado quien, mediante la revolución, debía establecer un orden social sin clases. Tres grandes ejes del marxismo:

  • El materialismo histórico y la lucha de clases: Un análisis del pasado entendido como una lucha de clases, como un antagonismo entre los opresores y los oprimidos. Era el motor del desarrollo histórico y caracterizaba cada una de las etapas de la historia.
  • Plusvalía y ley de la acumulación: Crítica del capitalismo. Marx denunciaba la propiedad privada de los medios de producción y la explotación (ej: la plusvalía, valor que genera el trabajo asalariado y del que se apropia el capitalista).
  • Dictadura del proletariado y sociedad comunista: Solución para acabar con el sistema capitalista: los trabajadores deben hacerse con el poder e implantar una dictadura del proletariado como sistema transitorio a la implantación del comunismo. En la sociedad comunista, se acabaría con la propiedad privada y se implantarían formas de propiedad socializada, desapareciendo las clases sociales para dar paso a una sociedad igualitaria.

1ª mitad del siglo XIX: El anarquismo

El anarquismo es otra corriente de pensamiento que se enfrentó al liberalismo. No tenía una doctrina tan homogénea como el marxismo, sino que agrupó propuestas individuales de diferentes ideólogos. Principales representantes:

  • Pierre Joseph Proudhon afirmaba que la propiedad era un robo y defendía un sistema social basado en el mutualismo y el cooperativismo. Pretendía superar el sistema capitalista al margen de las organizaciones políticas y la autoridad.
  • Mijaíl Bakunin planteó que la revolución y la destrucción del capitalismo estarían protagonizadas por todos los sectores oprimidos y serían el resultado de la lucha espontánea y libre de las masas contra la opresión. Su objetivo no era conquistar el Estado, sino destruirlo.

Las ideas propuestas por los anarquistas incluían:

  • Crítica de la propiedad privada
  • Defensa de la propiedad colectiva
  • Oposición a la existencia del Estado por considerarlo instrumento de opresión
  • Sustitución por formas comunales de libre asociación
  • Apoliticismo y rechazo de los partidos políticos
  • Defensa de la espontaneidad de las masas y de la acción directa (huelgas)

Las primeras organizaciones obreras

El nacimiento de los sindicatos

Las Sociedades o asociaciones de Socorros Mutuos fueron el primer tipo de organización obrera. Tenían su origen en antiguas formas de protección de los artesanos y ayudaban al trabajador o a su familia en caso de enfermedad, paro, defunción… Las primeras huelgas se organizaron gracias al cobro de cuotas a sus miembros.

Las Trade Unions, organizaciones de oficios, agruparon a los obreros después de que en Gran Bretaña se derogaran las leyes antiasociativas. La Great Trade Union (1834), bajo la dirección de Robert Owen, llegó a tener más de medio millón de trabajadores. Sus reivindicaciones incluían mejoras salariales, regulación del trabajo infantil, reducción de la jornada laboral y defensa del derecho de asociación.

El cartismo, un proyecto político

En Gran Bretaña, el movimiento obrero tomó la iniciativa de organizarse en un proyecto político propio: el cartismo, el primer partido político de los obreros. Las dificultades legales y la persecución a los dirigentes sindicalistas de las Trade Unions les hicieron participar en política para poder cambiar las leyes. Sus reivindicaciones fueron:

  • Sufragio universal masculino y secreto
  • Sueldo para los diputados
  • Inmunidad parlamentaria

Aunque no consiguieron sus objetivos, el cartismo permitió la concienciación de amplias capas de trabajadores.

La Primera Internacional (mediados del siglo XIX, 1864-1876)

La conciencia de formar parte de una misma clase llevó a la constitución de la Asociación Internacional de Trabajadores (Primera Internacional), creada en Londres en 1864. Se organizó en secciones nacionales, con un Consejo General dirigido por Marx. Los principios básicos de la Internacional eran que la emancipación de los trabajadores debía ser obra de estos mismos, que conquistarían el poder político para acabar con la sociedad burguesa e implantar el socialismo. Sus reivindicaciones incluían:

  • Reducción de la jornada laboral
  • Supresión del trabajo infantil
  • Socialización de los medios de producción
  • Huelgas como método más eficaz para conseguir estos objetivos

El enfrentamiento entre Marx y Bakunin, entre las ideas del socialismo marxista y las del anarquismo, contribuyó a la crisis de la Primera Internacional. Bakunin acusaba a Marx de controlar la Internacional y de que gran parte de los acuerdos reflejaban las posiciones marxistas. Bakunin se oponía a la conquista del Estado y del poder político, propugnaba su abolición y se mostraba hostil a cualquier autoridad política. La Primera Internacional fracasó debido a las persecuciones de los gobiernos y de la burguesía, y a las discrepancias entre marxistas y anarquistas. La guerra franco-prusiana de 1870 originó un elemento más de crisis en el internacionalismo. La derrota de Francia y la Comuna de París ahondaron en la crisis. El Congreso de la Haya (1872) expulsó a Bakunin y sus seguidores, y la AIT se trasladó a EE.UU. y se disolvió al poco tiempo.

La evolución del movimiento obrero

Tipos de anarquismo

Anarcocomunismo: Corriente influida por dirigentes como Kropotkin, que se oponía a cualquier forma de organización. Sus principios, incluyendo el terrorismo, defendían la acción violenta. Consecuencia: oleada de atentados y represión del anarquismo.

Anarco sindicalismo: Rechazaba la estrategia del anarcocomunismo y defendía la organización en sindicatos de trabajadores para erradicar el capitalismo y crear una sociedad sin clases, donde la propiedad sería de las colectividades obreras. Consecuencias: apoliticismo, defensa de la acción directa de los trabajadores y la huelga general como instrumento revolucionario, formación de potentes sindicatos anarquistas y de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en España.

Sindicatos y partidos socialistas

Desde el último cuarto del siglo XIX, la Segunda Revolución Industrial produjo un extraordinario aumento de los trabajadores asalariados. Se formaron grandes sindicatos centralizados (Trade Unions y UGT en España). La evolución de los sindicatos:

  • Aumento de la capacidad de presión de los trabajadores ante los empresarios y el gobierno.
  • Huelgas como instrumentos indispensables para forzar la negociación entre sindicatos y empresarios.
  • El sindicalismo exigió la intervención del Estado para arbitrar los conflictos, frenar los abusos laborales y garantizar que se aprobase una legislación laboral.

El primer partido socialdemócrata fue el alemán (1875), fundado bajo principios marxistas. Prohibido por el gobierno alemán, se consolidó en la clandestinidad, convirtiéndose en la fuerza mejor organizada y el punto de referencia de los partidos obreros que se expandieron por Europa. Su programa combinaba el objetivo final revolucionario del socialismo con la lucha cotidiana para conseguir reformas inmediatas. En Francia, el socialismo fue más fragmentado y su crecimiento más lento. En España, se fundó el PSOE (1879). En Gran Bretaña, el gran peso del sindicalismo retrasó la formación de partidos socialistas, y a principios del siglo XX se fundó el Partido Laborista.

La II Internacional (1889-1914)

Fundada en París en 1889, solo incorporó partidos socialistas y se organizó como una confederación de partidos nacionales autónomos, sin un consejo general que centralizase la acción. Características:

  • Reclamaban leyes para la protección de los trabajadores, la jornada laboral de 8 horas y la abolición del trabajo infantil.
  • Defendían la extensión de la democracia y la evolución pacífica hacia la toma del poder político.
  • Reclamaban la regulación del mercado laboral y el fin de la discriminación sexual y de otras desigualdades.
  • Condenaban el colonialismo y las guerras.

Creó algunos de los símbolos del movimiento obrero, como el himno y la celebración del 1º de mayo, Día del Trabajador. El fin de la II Internacional se debió a su incapacidad para evitar la Primera Guerra Mundial, al enfrentamiento por decidir cuál debía ser la actitud socialista ante el conflicto, y a la Revolución Rusa de 1917 y la creación en 1919 de la III Internacional.

La ruptura de los partidos políticos socialistas

A partir de 1890, en el movimiento socialista se abrieron debates que provocaron una ruptura y dieron origen a dos grandes corrientes del socialismo del siglo XX:

  • Socialdemócrata o reformista: En Alemania, un sector dirigido por Bernstein apostaba por la vía parlamentaria y reformista para llegar de manera gradual al socialismo.
  • Revolucionaria o comunista: Otro sector defendía que solo se podía llegar al socialismo mediante la revolución proletaria de carácter mundial. Lenin fue la personalidad más relevante de esta corriente.

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