La Rusia Zarista
Su sistema político era autocrático, pues el zar concentraba todo el poder y lo ejercía de forma autoritaria, apoyado en la iglesia ortodoxa, en el ejército y en una amplia burocracia.
La sociedad presentaba graves desequilibrios. Existía un reducido número de pequeños propietarios (kulaks), de modo que la mayor parte de la población eran campesinos. El naciente proletariado industrial carecía de los derechos elementales.
En 1912, el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR) se dividió en dos grupos: los mencheviques o moderados, y los bolcheviques de Lenin, partidarios de la revolución.
La Revolución de Febrero y el Gobierno Provisional
La evolución desfavorable para Rusia de la Primera Guerra Mundial incrementó el descontento contra el régimen del zar. Los sóviets eran comités de obreros, soldados y campesinos.
La revolución estalló en San Petersburgo en febrero de 1917. Nicolás II abdicó y se formó un gobierno provisional, una Duma o Parlamento.
La lentitud del Gobierno provisional provocó el descontento de los grupos populares. Los bolcheviques ganaron un creciente apoyo en los sóviets, sobre todo desde que Lenin publicó sus Tesis de abril, en las que prometía: paz inmediata, distribución de tierras, la colectivización de fábricas y el respeto a las nacionalidades.
La Revolución de Octubre
El soviet de San Petersburgo, dirigido por Trotski, asaltó el Palacio de Invierno y, en pocos días, los bolcheviques se hicieron con el control de las principales ciudades.
El nuevo gobierno adoptó una serie de medidas revolucionarias para implantar el comunismo. La Duma fue disuelta y se estableció una dictadura comunista.
La Guerra Civil y el Nacimiento de la URSS
Los mencheviques se opusieron a las medidas bolcheviques y fueron denominados rusos blancos. Con la ayuda de Francia y Reino Unido, se enfrentaron al Ejército Rojo. Los bolcheviques ganaron la guerra, pero se vieron obligados a establecer un comunismo de guerra.
La ruina provocada por la revolución y la guerra obligó a Lenin a promover la NEP (Nueva Política Económica).
En 1922, se formó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), siguiendo una estructura federal. En 1924, se aprobó la primera Constitución soviética. El Partido Comunista implantó un sistema político totalitario conocido como dictadura del proletariado.
La Prosperidad de Estados Unidos
El país donde tuvo lugar el mayor crecimiento económico fue Estados Unidos, convertido en proveedor de alimentos y productos industriales, y principal centro financiero mundial.
Como consecuencia, conoció una década de gran prosperidad. Ello se reflejó en grandes inversiones en la Bolsa, cuyas acciones se revalorizaron de forma extraordinaria.
El Optimismo Económico
Los nuevos medios de comunicación de masas, como la radio y el cine, contribuyeron a difundir la sensación de confianza en el sistema capitalista. El optimismo era alentado también por la publicidad, la concesión de créditos y la compra a plazos, que contribuían a acrecentar el consumo. El nuevo clima social favoreció la independencia de las mujeres.
Los Límites del Crecimiento
Tras la aparente prosperidad, se escondían serias deficiencias económicas: la dependencia europea, la excesiva especulación y la superproducción.
El Crack de la Bolsa de Nueva York
En octubre de 1929, el valor de las acciones de la Bolsa de Nueva York había alcanzado su máximo, y la desconfianza comenzó a cundir entre los inversores.
El día 24, el denominado jueves negro, se produjo una gran oleada de ventas.
La compra de miles de acciones por parte de algunos bancos no frenó la tendencia, y el martes 29 de octubre, nuevas caídas desplomaron el precio de las acciones, dando lugar al “crack”.
La Gran Depresión en Estados Unidos
El hundimiento de la bolsa de Nueva York provocó una reacción en cadena sobre la economía. Las dificultades bursátiles se transformaron en una grave crisis general de la economía estadounidense que fue conocida como la Gran Depresión.
La Difusión Internacional de la Crisis
La recuperación económica europea se había sustentado en los créditos y las inversiones estadounidenses.
En Alemania, la economía entró en una grave recesión. En Reino Unido, la libra fue devaluada y se abandonó el patrón oro.
Estados Unidos redujo sus importaciones, lo que provocó una fuerte disminución del comercio internacional. Muchos países latinoamericanos sufrieron así el impacto de la crisis económica.
J.M. Keynes dijo que el Estado debe ser un elemento regulador.