Consecuencias Económicas y Sociales de la Crisis Bajomedieval en Europa
Las epidemias no afectaron con igual intensidad a todas las regiones europeas. Muchos campos quedaron abandonados y la escasez de mano de obra modificó las relaciones entre señores y campesinos.
- Francia y Castilla: Ante la escasez de mano de obra, los señores tuvieron que mejorar las condiciones de cesión de sus tierras para atraer a los campesinos que quisieran ponerlas en cultivo. Establecieron contratos de larga duración en los que la renta permanecía fija, de modo que los incrementos de productividad repercutían en beneficio del campesinado.
- Inglaterra: Los señores reaccionaron aumentando su presión sobre los campesinos, estableciendo leyes que limitaban sus salarios y prohibían la movilidad de los mismos, provocando serios desórdenes en el campo.
La depresión económica de los siglos XIV y XV afectó más a países como Francia e Inglaterra (Guerra de los Cien Años, 1337-1453). Poco a poco se fue produciendo un mayor intervencionismo en las políticas económicas, debido a estos acontecimientos. Por ejemplo, en Francia se prohibió durante la segunda mitad del siglo XV que los mercaderes franceses gastasen dinero en ferias extranjeras y se concedieron beneficios a los mercaderes extranjeros que se estableciesen en Francia. En Inglaterra, desde finales del siglo XIV, se dispuso que los exportadores tuviesen que pagar derechos suplementarios si no utilizaban el pabellón inglés.
La Crisis Bajomedieval en la Península Ibérica
Fue parecida a la del resto de Europa en el siglo XIV: malas cosechas (1315-1317), hambres y carestías. En 1348 se detectaron los primeros casos de peste en el puerto de Palma de Mallorca, y desde allí se extendió a los puertos de Barcelona y Valencia, para después penetrar hacia el interior.
Con la crisis del siglo XIV se inició la decadencia del comercio catalano-aragonés en el Mediterráneo (1435, Batalla de Ponza con Génova). Desde ese momento, los europeos se lanzaron a la búsqueda de rutas alternativas: Portugal exploró la costa africana en busca de una ruta por el sur; Castilla, por su parte, se volcó en el descubrimiento de América.
Durante el siglo XV, comienzan a penetrar en el Mediterráneo marinos y comerciantes de la Corona de Castilla (Enrique IV, 1462) que intentan colocar la lana castellana en los puertos italianos.
Dificultades Financieras en la Corona de Aragón
Durante la crisis, la Hacienda Real de la Corona de Aragón atravesó por importantes dificultades que intentó afrontar mediante la emisión de deuda pública vitalicia, «violaris», a un interés del 14%, y de una deuda perpetua a un interés del 7%, «censals». Para gestionar estas emisiones de deuda se crearon una serie de bancos públicos o «Taula de Canvi», las cuales monopolizaron el negocio bancario poniéndolo al servicio de la financiación de la deuda, lo que generó dificultades de financiación para artesanos y mercaderes.
Situación en los Territorios de la Corona de Castilla
Sufrieron con menor intensidad las epidemias de la segunda mitad del siglo XIV. El proceso de recuperación se inició a comienzos del siglo XV. El descenso de la población y la consiguiente disminución de la oferta de mano de obra agrícola permitió mejorar las condiciones de los campesinos no propietarios, ya que los señores generalizaron los contratos de larga duración con rentas fijas, las cuales estaban expresadas en maravedíes. Esta moneda se devaluó a lo largo del siglo XV, con lo que los campesinos mejoraron su situación.
Las pérdidas sufridas por los señores debido al establecimiento de este tipo de contratos se vieron compensadas en parte por la extensión en la Corona de Castilla de las cesiones de señoríos jurisdiccionales (justicia más tributos, pero no las rentas e impuestos para la Hacienda Real). Gracias a estos dos pilares se reforzó la aristocracia castellana durante el siglo XV. Aparecen así grandes estados señoriales en Castilla, situación que se mantuvo hasta el Antiguo Régimen.
Sistema Impositivo en la Península Ibérica
Se creó en la Península Ibérica un sistema impositivo que, junto a antiguos tributos de carácter feudal, contaba con importantes impuestos sobre el comercio. Así, comenzó a recaudarse impuestos sobre el tráfico de mercancías (aduanas, diezmos de la mar, almojarifazgos -arancel, Alfonso X-). También en el siglo XV comenzaron a cobrarse impuestos sobre artículos de consumo como la carne, el pan y el vino, también llamados «sisas».
La Alcabala
En el siglo XV se generalizó el cobro de la alcabala (impuesto de origen musulmán que existía en algunas ciudades castellanas desde el siglo XIII). Consistía en un impuesto que gravaba las transacciones comerciales con un 5% al principio y un 10% a partir del siglo XV.
El Servicio y Montazgo
Otro impuesto importante que aparece en el siglo XIII fue el «servicio de los ganaderos». Lo pagaban los ganaderos pertenecientes a la Mesta, y desde 1343 quedó fundido con el Montazgo o derecho de tránsito pagado por los ganados trashumantes en sus desplazamientos, y pasó a llamarse «Servicio y Montazgo».
Aparte de estos impuestos ordinarios, había otros extraordinarios cuya transferencia a la nobleza retrasó hasta finales del siglo XV el recurso del endeudamiento de la Hacienda.