El Imperio de Carlos V: Un Legado Europeo
Consolidación del Imperio
En el siglo XVI, Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico forjó el primer gran imperio de la Edad Moderna. Castilla se erigió como el reino hegemónico de esta nueva monarquía. Tras la muerte de Isabel I en 1504, su hija Juana fue proclamada reina de Castilla. Sin embargo, fue su esposo, Felipe I de Habsburgo, quien actuó como rey hasta su muerte en 1506. En Aragón, Fernando el Católico continuó reinando y asumió la regencia de Castilla. A su muerte, su nieto Carlos fue proclamado sucesor de ambos reinos, con la regencia del Cardenal Cisneros en Castilla, junto a Adriano de Utrecht, y del arzobispo de Zaragoza en Aragón.
Carlos, nacido en Flandes en 1500 y educado en su lengua natal, se casó con su prima, la infanta portuguesa Isabel. En 1520, fue coronado Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico e Isabel, emperatriz.
Herencia de Carlos I y V
Carlos I heredó un vasto imperio, fruto de la política matrimonial de los Reyes Católicos:
- Abuelos maternos:
- Fernando de Trastámara: Corona de Aragón, Reinos de Nápoles y Sicilia.
- Isabel de Trastámara: Corona de Castilla, Canarias, plazas africanas e Indias.
- Abuelos paternos:
- Maximiliano I: Tierras patrimoniales de Austria y Alemania, y los derechos a la Corona Imperial.
- María de Borgoña: Flandes y Franco Condado.
La Idea Imperial de Carlos V
La idea imperial de Carlos V se basaba en la unión de la cristiandad bajo la autoridad del Emperador y la lucha contra los enemigos del catolicismo: turcos y protestantes. Sin embargo, este proyecto fracasó debido a:
- La tendencia a la creación de estados nacionales.
- La división entre católicos y protestantes.
- La amenaza de los turcos.
- Las crisis en sus territorios patrimoniales.
Conflictos en el Imperio
La política imperial se caracterizó por su orientación europea y por la lucha por la conservación y extensión de sus dominios. La monarquía hispánica se convirtió en el centro del Imperio. Los tres ejes fundamentales de estos conflictos fueron:
Enfrentamiento con Francia: Las guerras enfrentaron a Carlos V con Francisco I de Francia. Las causas fueron:
- Los territorios de Carlos V rodeaban la frontera oriental del reino francés, impidiendo su expansión.
- La larga rivalidad con Aragón por el control de la península itálica.
- Carlos V reclamaba Borgoña, mientras que Francisco I reclamaba parte de los Países Bajos.
En 1525, los franceses fueron derrotados en Pavía y Francisco I cayó prisionero. Fue liberado tras la firma del Tratado de Madrid, que posteriormente incumplió. Las luchas con Francia consolidaron la influencia de Carlos V en Europa.
Lucha contra los turcos otomanos: Los turcos, con un considerable ejército y una potente flota, contaban con el apoyo de los piratas berberiscos. Carlos V reconquistó Túnez, pero fracasó en su intento de conquistar Argel. El resultado final fue negativo, ya que los turcos mantuvieron el dominio de parte del Mediterráneo y continuaron siendo una amenaza.
Lucha contra el protestantismo: Parte del Imperio alemán se adhirió al protestantismo y se enfrentó a Carlos V, que buscaba la unidad religiosa. Las guerras concluyeron con la Paz de Augsburgo, que reconoció la división religiosa. Carlos V promovió la reorganización del mundo cristiano patrocinando el Concilio de Trento, que estableció una nueva liturgia y actualizó el dogma cristiano. Surgió la Compañía de Jesús, con la misión de expandir el catolicismo.
Conflictos Internos: Comunidades y Germanías
Comunidades de Castilla
Causas:
- Protesta castellana contra los consejeros extranjeros y la política imperial de Carlos V.
- Los representantes de las ciudades en las Cortes castellanas buscaban ejercer control sobre la monarquía y la nobleza, protagonizada por la burguesía urbana y la masa popular.
- Conflicto de los campesinos castellanos contra el régimen de la propiedad nobiliaria.
El rey y la nobleza se aliaron y derrotaron a los comuneros en Villalar en 1521. Padilla, Bravo y Maldonado, líderes de la revuelta, fueron decapitados.
Germanías de Valencia y Mallorca
Rebelión protagonizada por el artesanado urbano y los pequeños propietarios rurales, que intentaron tomar el poder de las ciudades. La unión del ejército real y la nobleza también acabó con la sublevación.
Consecuencias:
- Derrota de los sectores burgueses.
- Refuerzo del poder de la monarquía aliada con la alta nobleza.
- Declive del poder de las Cortes.
- Adquirieron protagonismo los Consejos, asesores directos del monarca.
Carlos V abdicó en 1556, dejando parte de su herencia a su hijo Felipe II y a su hermano Fernando.
El Reinado de Felipe II: Defensa del Catolicismo y Hegemonía Hispánica
Nacido en Valladolid en 1527, Felipe II se convirtió en rey en 1556. Ya poseía experiencia como gobernador y como rey consorte de Inglaterra por su matrimonio con María Tudor. De su última esposa, Ana de Austria, nació su sucesor, Felipe III. Mandó construir el Monasterio de El Escorial y dirigió el Imperio Hispánico con firmeza.
Problemas Internos
- Sublevación de los moriscos: Presionados para que abandonaran sus costumbres, los moriscos se rebelaron. Vencidos por Don Juan de Austria, fueron expulsados de Granada y obligados a dispersarse por Castilla.
- Rebelión de Aragón: Antonio Pérez, secretario de Estado acusado de traición por el rey, huyó y se refugió en Aragón. Felipe II lo reclamó, pero los aragoneses y el Justicia Mayor se negaron a entregarlo. El rey envió un ejército a Zaragoza para ajusticiar al Justicia Mayor. Antonio Pérez huyó, dando origen a la leyenda negra.
Política Exterior
La política exterior de Felipe II se basó en la defensa del catolicismo y la superioridad del Imperio Hispánico en Europa.
- Lucha contra los turcos: En 1571, se formó una armada, al mando de Don Juan de Austria, que venció a los turcos en la batalla de Lepanto, en la última cruzada.
- Problemas en Flandes: Se inició una sublevación por causas religiosas y políticas. El rey aplicó una dura represión contra los calvinistas, dirigida por el Duque de Alba. Su líder, Guillermo de Orange, recibió apoyo de los príncipes protestantes alemanes, franceses e Inglaterra. Se llegó a un compromiso: las provincias del sur, católicas, se mantuvieron fieles a la monarquía hispánica; las provincias del norte, protestantes, se convirtieron en un estado independiente. Este conflicto generó enormes gastos que recayeron sobre Castilla.
- Enfrentamiento con Inglaterra: A la muerte de María Tudor, su hermanastra Isabel I, enemiga de Felipe II, apoyó a los rebeldes flamencos. Inglaterra quería participar en el comercio con América. En 1588, comenzó una guerra abierta. El rey organizó la invasión con la Armada Invencible, pero esta fue derrotada en el mar, fracasando la ofensiva.
- Enfrentamiento con Francia: Continuó la rivalidad, pero Felipe II venció a Francia en la batalla de San Quintín. Ambos países firmaron la Paz de Cateau-Cambrésis. Al quedar el trono francés vacío, Felipe II propuso a uno de sus hijos, pero Enrique IV, hugonote, se convirtió al catolicismo y fue coronado rey de Francia.
- Unidad Ibérica: En 1580, a la muerte de Don Sebastián, Felipe II se convirtió en rey de Portugal. Se consiguió la unión peninsular, que se rompería definitivamente con Felipe IV. Se formó así el imperio colonial hispánico de Castilla y Portugal en el Atlántico, Pacífico e Índico, convirtiéndose en la primera potencia europea.