Inmovilismo Político y Estancamiento Económico (1964-1985)
Tras la destitución de Jruschov como secretario general del PCUS en 1964, Breznev asumió el liderazgo de la Unión Soviética. Su mandato, que se extendió hasta su muerte en 1982, se caracterizó por el inmovilismo político. La nomenklatura, es decir, el aparato del partido y del Estado, se impuso sobre los partidarios de las reformas. Se abandonó la coexistencia pacífica y la distensión, y la nueva beligerancia de los presidentes Carter y Reagan frente a la URSS, intensificada por la invasión soviética de Afganistán, aumentó la presión sobre los dirigentes del Kremlin. Este constante enfrentamiento con el mundo capitalista empobreció a la URSS, que destinó enormes recursos económicos a gastos militares.
A principios de la década de 1960, la URSS era un gigante, pero el inmovilismo político provocó un estancamiento económico a mediados de la década de 1970. La crisis económica internacional de 1973 afectó al comercio soviético. A finales de la década, el sector agrícola era ineficiente, las tasas de crecimiento cayeron y el avance tecnológico se frenó. El nivel de vida empeoró y surgieron problemas de abastecimiento. El modelo estatalizado de economía, sin incentivos al esfuerzo personal, condujo a bajos niveles de productividad y al estancamiento de la producción de bienes de consumo.
La Perestroika y la Glasnost (1985-1991)
A principios de la década de 1980, parte de las élites y la juventud de las ciudades demandaban la liberalización del sistema político. La crisis de liderazgo en la URSS se hizo patente tras la muerte de Breznev, cuando le sucedieron dos presidentes en un corto periodo. La situación era tan grave que se puso en marcha un sistema de reformas impulsado por Gorbachov en 1985, denominado Perestroika. Este conjunto de reformas pretendía introducir cambios en profundidad en el sistema soviético. Además, Gorbachov impulsó una política de transparencia, conocida como Glasnost, para que el pueblo tuviese conocimiento de las reformas y participara en ellas.
Los Ejes de la Nueva Política
- Política interior: El objetivo era conseguir formas de gobierno parlamentarias y democráticas. Se suavizó el monopolio del PCUS, se promovió la participación política de la población, se emprendió la lucha contra la corrupción y se permitió la difusión de noticias que antes se censuraban.
- Política exterior: Se buscó abandonar el uso de la fuerza y establecer relaciones amistosas con el resto de países, promoviendo el desarme.
- Economía: Se intentó aumentar la producción y la productividad, estimulando la descentralización y la autonomía de las empresas. También se introdujeron incentivos salariales, se promovieron formas de propiedad individual y se fomentaron las relaciones de mercado libre.
- Cohesión del Estado Federal: Se abordó la cohesión de las repúblicas de la URSS, que representaban a muy diversas nacionalidades. Las dificultades fueron muchas debido a la falta de tradición democrática, la centralización del sistema, el deseo de transición al libre mercado y el descontento de algunos sectores de la población. El enorme conglomerado de naciones, etnias y religiones que era la URSS se había mantenido unido por un sistema fuertemente centralizado y autoritario, pero si se permitían nuevas relaciones más libres, la URSS corría el riesgo de desintegrarse.
La Desaparición de las Democracias Populares
La democratización promovida por Gorbachov estimuló la voluntad de cambio político y las aspiraciones nacionalistas y de separación de la URSS, todo ello agravado por la crisis económica. La decisión de no intervenir y de respetar la soberanía de los países fue determinante para el triunfo de estos movimientos:
- Polonia: Las huelgas promovidas por el sindicato Solidarnosc, con el apoyo del Papa Juan Pablo II y de la Iglesia católica, consiguieron que el gobierno negociara con Lech Walesa la convocatoria de elecciones libres. El triunfo de Solidarnosc fue aplastante y se formó un nuevo gobierno.
- Hungría: El Partido Comunista y los sectores reformistas aceptaron la celebración de elecciones libres.
- Alemania: La caída del Muro de Berlín en 1989 precipitó los acontecimientos y se abrió paso a la reunificación del país, símbolo del fin de la Guerra Fría.
- Checoslovaquia: La movilización popular fue decisiva para el triunfo pacífico de la revolución.
- Rumanía: Se produjo una insurrección violenta que acabó con el asesinato de Ceaucescu, tras la represión con la que este dirigente comunista respondió a las demandas sociales.
La Desintegración de la URSS (1990-1991)
Las reformas de Gorbachov desencadenaron un imparable proceso de desintegración. Las reformas económicas provocaron una caída de la productividad, subida de precios y desabastecimiento. Además, la cuestión nacional estalló, haciéndose patente la desafección al sistema vigente y la voluntad independentista. Gorbachov planteó un nuevo Tratado de la Unión para constituir «un conjunto de repúblicas soberanas e iguales en derechos». Se votó en 1991, pero fue boicoteado por las repúblicas bálticas. En 1990, se celebraron elecciones libres en la Federación Rusa, la más grande e importante de la URSS, y Boris Yeltsin fue elegido presidente. El nuevo dirigente propuso cambios que significaban la desaparición del sistema soviético.
La vieja guardia del Partido Comunista intentó un golpe de Estado en 1991, pero fracasó, reforzando las posiciones radicales de los partidarios de desmantelar el sistema político, con Yeltsin a la cabeza. Gorbachov, muy aislado, procedió a la disolución del PCUS por su implicación en el golpe. A lo largo de 1991, se independizaron todas las repúblicas y se formó la Comunidad de Estados Independientes (CEI) en sustitución de la URSS. En diciembre, Gorbachov dimitió como presidente de un Estado que había dejado de existir.