LA CRISIS DE 1808
1.- LA CRISIS DE 1808:
la situación de España en 1808 era de crisis económica, política y social debido a: 1) aumento incontrolado de los precios; 2) comercio exterior colapsado tras la destrucción de los barcos españoles en la batalla de Trafalgar (1805); 3) endeudamiento del Estado para financiar las guerras; 4) indignación contra el rey Carlos IV y su primer ministro Godoy. Carlos IV había otorgado el poder en 1792 a un joven militar, Manuel Godoy, plebeyo de origen. Por esto y por sus intentos reformistas, Godoy era odiado por la alta nobleza y por la Iglesia. También era odiado por grupos de ilustrados y por el príncipe heredero Fernando. En política exterior siguió un camino de alianzas sucesivas con Francia, y como aliada de Francia se enfrentó a Inglaterra. Esta derrotó en la batalla de Trafalgar (que fue una batalla marítima) a la armada franco-española. En 1807 se acordó el Tratado de Fontainebleau, firmado por Godoy y Napoleón (emperador de los franceses). Este tratado permitía al ejército francés atravesar España para ocupar Portugal, colaborando así al bloqueo continental contra Inglaterra. Sin embargo, el plan de Napoleón incluía la invasión de España y las tropas francesas fueron tomando posiciones. En marzo de 1808 estalló un motín en Aranjuez, dirigido por la nobleza palaciega y el clero; perseguía la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando. Los amotinados consiguieron sus objetivos.
2.- LA MONARQUÍA DE JOSÉ BONAPARTE
Carlos IV pidió ayuda a Napoleón para recuperar el trono que le había arrebatado su propio hijo. Pero Napoleón les convocó en Bayona (ciudad del sur de Francia) y allí, Carlos IV y Fernando VII abdicaron en favor de Napoleón. Esto se conoce como las Abdicaciones de Bayona (mayo de 1808). Napoleón nombró rey de España a su hermano José. Así pues, Napoleón decidió definitivamente invadir España, ocupar el trono y anexionar el país a su Imperio (los franceses ya habían atravesado los Pirineos en febrero de 1808 y su presencia en España estaba provocando la irritación de la población). Con escasos apoyos, José Bonaparte intentó una política reformista para acabar con el Antiguo Régimen: desamortización de las tierras del clero; leyes para eliminar el régimen señorial…
El Estatuto de Bayona (conjunto de leyes parecido a una Constitución) reconocía la igualdad de los españoles ante la ley, los impuestos y el acceso a los cargos públicos.
3.- LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA: el 2 de mayo de 1808, ante las noticias de que Fernando VII había sido secuestrado por Napoleón, el pueblo de Madrid se alzó de forma espontánea contra la presencia francesa. El ejemplo cundió por todo el país y la población se levantó rápidamente contra el invasor. Ante la sorpresa de los franceses, un movimiento de resistencia popular frenó el avance de las tropas imperiales. Así comenzó la guerra de la Independencia (1808-1814), que fue una guerra nacional de liberación frente a la invasión del ejército francés. En la guerra se enfrentaron
: a) el ejército francés, a disposición del gobierno de José I Bonaparte.
Éste contó con el apoyo de los afrancesados (un grupo pequeño de españoles de pensamiento ilustrado), que veían en la ocupación francesa la oportunidad de modernizar España inspirándose en las ideas de la Ilustración. Eran intelectuales, altos funcionarios y una parte de la alta nobleza. El ejército francés era muy numeroso y estaba bien organizado.
b) El ejército y el pueblo españoles, en nombre del legítimo rey de España, Fernando VII.
A pesar de la inferioridad del Ejército español y su deficiente organización, la guerrilla y la ayuda de unidades portuguesas e inglesas, al mando del general Wellington, jugaron un papel de primer orden. La guerrilla y los sitios (Zaragoza, Gerona…) fueron las formas de impedir el dominio francés sobre el territorio español. Las guerrillas eran grupos locales de entre 30 y 50 miembros, y estaban formadas por campesinos, artesanos, estudiantes, abogados, curas y militares. No se enfrentaban a campo abierto, sino que actuaban en pequeños grupos: envenenaban el agua de los pozos, asaltaban los carros de avituallamiento, interferían los movimientos del enemigo… Por otra parte, Napoleón no esperaba encontrar grandes resistencias y creía que iba a conquistar España sin muchos esfuerzos. Pero sus previsiones se desbarataron ante la resistencia popular y la sorprendente derrota del ejército francés en la batalla de Bailén (julio de 1808). Napoleón tuvo que venir a España para liderar personalmente al ejército francés y dirigir las operaciones que condujeron al dominio de casi todo el territorio español. Desde mediados de 1812 la guerra empezó a ser desfavorable para los franceses, pues Napoleón desplazó muchos soldados de España para luchar en Rusia. Esto fue aprovechado por las fuerzas españolas apoyadas por un ejército británico al mando del general Wellington. Napoleón decidió firmar la paz con España (finales de 1813), reconocer a Fernando VII y retirar sus tropas del territorio español.
Frente a una minoría de afrancesados, la mayor parte de la población española formó el frentepatriótico, esto es, todos los que se opusieron a la invasión. En el frente patriótico encontramos dos posiciones políticas muy diferenciadas: a) los liberales: eran la burguesía y los intelectuales que querían cambiar el Antiguo Régimen por un sistema liberal parlamentario, esto es, una monarquía constitucional (soberanía nacional, división de poderes, abolición de privilegios estamentales); b) los absolutistas: la mayor parte del clero y la nobleza querían que Fernando VII retornara al trono de España y restaurase el absolutismo.
4. LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL
Con la guerra de la Independencia se inicia en España la revolución liberal protagonizada por las Juntas locales. Ante el vacío de poder, y para hacer frente al gobierno francés considerado ilegítimo, el pueblo creó las Juntas locales, que asumieron el poder en nombre de Fernando VII y organizaron la resistencia. Fue la primera vez que se ejerció soberanía nacional. Las Juntas locales se agruparon en Juntas provinciales, que se coordinaron en la Junta Suprema Central (septiembre de 1808), que inició la convocatoria a Cortes.
Las Cortes se reunieron en Asamblea
Constituyente en la ciudad de Cádiz el 24 de septiembre de 1810. Los liberales tomaron la iniciativa y pusieron las bases de toda la labor legislativa posterior. En el primer decreto que se aprobó, las Cortes reconocieron a Fernando VII como Rey, asumieron la soberanía nacional como representantes de la voluntad de la nación española y establecieron la división de poderes. Las Cortes de Cádiz promulgaron la primera constitución española: