Economía, Sociedad y Política en la Península Ibérica: Siglos XI al XV

Economía en la Península Ibérica entre los Siglos XI y XIII

El periodo comprendido entre los siglos XI y XIII se caracteriza por la expansión económica: la Reconquista permitió incorporar zonas de gran fertilidad y nuevos cultivos. Al mismo tiempo, prosiguieron las roturaciones. La ganadería, especialmente la ovina, de la que se obtenía abundante lana para la industria textil, experimentó un gran auge. Durante el reinado de Alfonso X el Sabio se creó el Honrado Concejo de la Mesta de los pastores de Castilla, institución encargada de proteger los intereses de los ganaderos. Esta ganadería trashumante recorría las cañadas en busca de pastos.

Las ciudades crecieron y con ello las actividades artesanales y mercantiles. Sobresale la difusión de las monedas, la mejora de los caminos, de los mercados (con carácter semanal) y las ferias (reuniones de periodicidad anual).

Sociedad en la Península Ibérica entre los Siglos XI y XIII

La sociedad estaba organizada en tres estamentos: los que oran (oratores), los que guerrean (bellatores) y los que trabajan en la tierra (laboratores). A ellos se unió el surgimiento de la burguesía, grupo social dedicado a la artesanía y al comercio. A lo largo del Camino de Santiago se asentaron francos.

Las escuelas catedralicias y los monasterios fueron los centros culturales más activos. Luego se crearon universidades (la primera, la de Palencia), destacando la de Salamanca. En la cultura, destacó también la Escuela de Traductores de Toledo, en la que participaron intelectuales cristianos, musulmanes y judíos. En ella se tradujeron al latín numerosas obras árabes, griegas y orientales, literarias, filosóficas y científicas. En época de Alfonso X, las obras ya no se traducían al latín sino al castellano.

En el siglo XI penetró el estilo románico; desde el siglo XIII se va imponiendo el estilo gótico. Notable desarrollo tuvo igualmente el arte mudéjar, desde el siglo XIII.

La Crisis de la Baja Edad Media (Siglos XIV-XV)

El siglo XIV fue de graves crisis económicas, con mayor repercusión en el mundo rural que en el urbano, debidas a estas causas:

  • Un estancamiento de la agricultura extensiva.
  • La desnutrición y la hambruna.
  • La frecuencia de los malos años de cosecha.
  • La llegada de epidemias (peste negra).
  • La gran mortandad.

Las consecuencias económicas fueron:

  • La reducción de las tierras de cultivo.
  • La despoblación de amplias zonas.
  • La escasez de mano de obra.
  • El alza de los precios.
  • El descenso de las rentas.

Las consecuencias sociales fueron:

  • El aumento de la conflictividad y las luchas sociales.
  • La aparición de la xenofobia contra los hispanojudíos.
  • La reacción de la nobleza, expoliando y apropiándose de las tierras.
  • Las luchas entre nobles, que provocaron el cambio de dinastía con la ocupación del trono por la familia de Trastámara.

Corona de Aragón en la Baja Edad Media

El comercio catalán en el Mediterráneo alcanzó un gran desarrollo. Pero en el siglo XV, Cataluña vivió una época de numerosas dificultades, patentes sobre todo en el declive del comercio; el puerto de Valencia alcanzó gran prosperidad.

La Corona tuvo un gran desarrollo de la ganadería ovina. Se abrió para Castilla el mercado de Flandes; su industria textil había dejado de recibir esta materia prima de Inglaterra, debido a la guerra que había estallado entre este país y Francia (Guerra de los Cien Años) 1350-1450. Otro importante foco mercantil se localizaba en el sudoeste de Andalucía (Sevilla). Sobresale igualmente la fundación en la Corona de Castilla, a comienzos del siglo XV, de las ferias de Medina del Campo. En los últimos siglos de la Edad Media se incrementaron, asimismo, las actividades bancarias. Síntoma evidente de ello fue la aparición de la letra de cambio y la creación de sociedades mercantiles.

Situación de las Coronas de Castilla y Aragón Anterior a la Unión Dinástica de los Reyes Católicos

Corona de Castilla

El siglo XV está caracterizado en Castilla por la debilidad de la realeza. Se inició el fenómeno del valido, que era una persona cercana al rey que en ocasiones realizaba funciones reales, como Don Álvaro de Luna. En esta época, los nobles se rebelaron contra Enrique IV, al cual obligaron a otorgar la corona a su hermano Alfonso. Tras la muerte de Alfonso, Enrique IV nombró heredera a su hermana Isabel en el Pacto de Toros de Guisando en 1468, pero se rompió el pacto por estar casada con Fernando de Aragón. Tras la muerte de Enrique IV, se produjo la guerra civil entre la parte que apoyaba a Juana y el bando que apoyaba a Isabel, en la cual ganaron los partidarios de Isabel.

Corona de Aragón

Los Trastámara se hicieron con el poder de Aragón en el Compromiso de Caspe en 1412. La corona decidió que reinase Fernando de Trastámara. Los Trastámara llevaron a cabo políticas de reactivación económica, aunque no todo les fue bien, ya que fueron culpables de unas guerras civiles en la que tuvo que hacer frente Juan.

La Política Territorial de los Reyes Católicos

Los Reyes Católicos consiguieron por fuerza militar todo el territorio peninsular a excepción de Portugal. Los pasos fueron los siguientes:

  • Granada: La guerra se inició en 1481, en zonas de Málaga y Almería. Los Reyes Católicos incorporaron los territorios granadinos a la Corona de Castilla.
  • Rosellón y Cerdeña: Francia devolvía estos territorios por el Tratado de Barcelona, en el que la Corona afirmaba no ayudar a enemigos de Francia a atacarlos.
  • Navarra: En 1512 se anexiona tras una guerra civil entre los partidarios del duque de Alba y franceses. Finalmente, la Corona ganó y los reyes mantuvieron los fueros.

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