España en los Siglos XVI, XVII y XVIII: Austrias, Borbones y Transformaciones Sociales

Los Austrias del Siglo XVI: Política Interior y Exterior

Durante el siglo XVI, los Austrias Mayores consolidaron un vasto imperio que dominó el panorama internacional.

Carlos I (1516-1556)

Carlos I heredó las posesiones hispánicas y el trono del Sacro Imperio Romano Germánico. En el ámbito interno, enfrentó revueltas como la rebelión Comunera en Castilla y las Germanías en Aragón, ambas sofocadas en 1522. A nivel internacional, se enfrentó a Francia por el Milanesado en la batalla de Pavía. En la Dieta de Worms (1521), intentó sin éxito detener el avance del protestantismo liderado por Lutero, lo que llevó a la Paz de Augsburgo (1555), que otorgaba libertad de culto en el Imperio.

Felipe II (1527-1598)

Felipe II, su sucesor, heredó sus territorios excepto Austria y el Sacro Imperio. En 1581, tras la muerte de Sebastián I, se proclamó monarca de Portugal. En el ámbito interno, enfrentó rebeliones musulmanas en las Alpujarras (1568-1571), focos protestantes controlados por la Inquisición, levantamientos como las alteraciones de Aragón y problemas financieros con numerosas bancarrotas. En el exterior, combatió contra los turcos en Lepanto (1571) y contra Francia en San Quintín (1559), ambas victorias españolas que consolidaron el dominio español en el Mediterráneo. En Flandes, estalló una rebelión desde 1568. También se enfrentó a Inglaterra, lo que culminó en la derrota de la Armada Invencible en 1588.

Los Austrias del Siglo XVII: Política Interior y Exterior

Durante el siglo XVII, el reinado de los Austrias Menores estuvo marcado por las crisis económicas, el gobierno de los validos y la pérdida de la hegemonía internacional española.

Felipe III (1598-1621)

Felipe III delegó el gobierno en el duque de Lerma, quien firmó el Tratado de Londres con Inglaterra (1604) y la Tregua de los Doce Años con Flandes (1609). Sin embargo, la expulsión de los moriscos (1609), una medida económicamente perjudicial, junto con la venta masiva de títulos nobiliarios, generaron descontento social y crisis económica.

Felipe IV (1621-1665)

En el contexto de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), su valido, el Conde-duque de Olivares, creó la Unión de Armas (1626), consiguiendo un gran ejército común. Sin embargo, sus reformas provocaron la rebelión en Cataluña y, posteriormente, la secesión de Portugal en 1640. La entrada de Francia en la contienda y el fin de la Tregua de los Doce Años en los Países Bajos fueron determinantes. La Paz de Westfalia (1648) selló la independencia de los Países Bajos, y la Paz de los Pirineos (1659), donde España cedió el Rosellón y la Cerdaña, evidenció el ascenso de Francia como potencia dominante en Europa.

Carlos II (1665-1700)

Durante su minoría de edad, tuvo distintos validos como el duque de Medinaceli y el Conde de Oropesa. Sus reformas económicas sentaron las bases para la recuperación del siglo XVIII. Su muerte sin descendencia marcó el inicio de la Guerra de Sucesión Española.

Sociedad, Economía y Cultura en los Siglos XVI y XVII

Sociedad

A pesar de la crisis económica y demográfica, la sociedad española se mantuvo estamental. La nobleza y el clero conservaron sus privilegios e influencia. Aunque la situación empeoró para las clases bajas, sus números aumentaron por la venta de títulos nobiliarios y el ingreso al clero para escapar de la precariedad (10-15% de la población). El estado llano (85-90% de la población) sufrió gravemente debido a la carga fiscal, lo que causó un hundimiento en la escasa burguesía y perjudicó a campesinos y asalariados. La crisis demográfica, con hambrunas y epidemias, aumentó la mortalidad y disminuyó la natalidad, agravada por la expulsión de los moriscos.

Economía

Tras una bonanza por las colonizaciones del siglo XVI, la economía sufrió una grave crisis en el XVII debido a las políticas imperiales y las guerras de los Austrias, lo que aumentó la carga fiscal, la devaluación monetaria (crisis del vellón) y la ruina de la artesanía y el comercio. Las malas cosechas y la disminución de ingresos americanos también contribuyeron a esta crisis.

Cultura

En el siglo XVI, florecieron el Renacimiento y el Humanismo, destacando figuras como Garcilaso de la Vega y Cervantes en poesía, Berruguete en escultura y El Greco en pintura. El siglo XVII, conocido como el Siglo de Oro, estuvo marcado por Quevedo y Góngora en literatura y el Barroco como nuevo estilo artístico, con Velázquez y Murillo destacando en la pintura.

La Guerra de Sucesión, la Paz de Utrecht y los Pactos de Familia

La Guerra de Sucesión

La Guerra de Sucesión (1701-1714) enfrentó a Felipe de Anjou (francés) con el archiduque Carlos de Austria por la posesión del trono español tras la muerte sin descendencia de Carlos II. Este designó como sucesor al candidato francés, pero su acceso al trono fortalecía el poder de los Borbones en Europa. Por ello, una coalición internacional declaró la guerra a Francia y España. En la Península, Castilla y Navarra apoyaron a Felipe V, mientras que Aragón respaldó al candidato austriaco.

El Tratado de Utrecht

En 1711, el archiduque Carlos fue elegido emperador del Sacro Imperio, y la alianza internacional, ante el posible dominio austriaco, giró hacia Francia. En los tratados de Utrecht (1713) y Rastatt (1714), se reconoció a Felipe V como rey de España a cambio de ceder sus posesiones europeas: Países Bajos, Milán y Nápoles pasaron a Austria, e Inglaterra recibió Gibraltar y Menorca, así como privilegios comerciales en América. Finalmente, se impidió una unión dinástica entre España y Francia.

Los Pactos de Familia

Tras estos tratados, los Borbones se centraron en recuperar los territorios perdidos a través de los Pactos de Familia, acuerdos realizados en distintas guerras europeas:

  • Tratado de El Escorial (1734): el príncipe Carlos recibió Nápoles y Sicilia.
  • Tratado de Fontainebleau (1743): el infante Felipe recibió el ducado de Parma.
  • Tratado de París: España recuperó Menorca, Florida y Sacramento.

La Nueva Monarquía Borbónica, los Decretos de Nueva Planta y las Reformas del Siglo XVIII

En el siglo XVIII, se implantó en España la nueva dinastía de los Borbones, quienes impulsaron una serie de reformas basadas en el absolutismo, el centralismo y el racionalismo. Destacaron los Decretos de Nueva Planta, que abolieron las instituciones y leyes propias de la Corona de Aragón (virreyes, fueros, etc.) e impusieron las leyes y la organización político-administrativa de Castilla. De esta manera, se unificaba jurídica e institucionalmente España. Solo Navarra, que apoyó a Felipe V durante la Guerra de Sucesión, preservó sus fueros y sus cortes.

También hubo reformas en la administración, donde se sustituyeron consejos y ministerios por las Secretarías de Estado y de Despacho. En la organización territorial, las capitanías se subdividieron en intendencias y municipios al estilo castellano, con corregidores, aunque se implantaron el diputado del común y el síndico personero. También hubo reformas en la Iglesia (regalismo), en el ejército (con la creación del sistema de Quintas por Carlos III y la modernización del ejército al estilo francés y prusiano), la marina (con Fernando VI), en la cultura (con la creación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando) y en la economía, con el intervencionismo estatal y la creación de las fábricas reales.

Sociedad, Economía y Cultura en el Siglo XVIII

Sociedad

En el siglo XVIII español, la sociedad siguió siendo estamental: la nobleza y el clero conservaron sus privilegios, mientras que la mayoría, el estado llano, mostraba poca movilidad social. Los campesinos no propietarios eran la mayoría, y la burguesía, aunque limitada, mejoró su posición debido al comercio.

Economía

Se implementaron medidas económicas como la introducción de nuevos cultivos (maíz, patata), la construcción de canales de riego (Canal de Castilla, Canal Imperial de Aragón) y la colonización de tierras (Sierra Morena). A pesar de ello, la distribución de la propiedad no cambió significativamente. El despotismo ilustrado de Carlos III promovió reformas, como los decretos de libre comercio (1765) para impulsar los intercambios, y medidas para fortalecer la marina y firmar Pactos de Familia contra el expansionismo inglés.

Cultura

A nivel cultural, la Ilustración tuvo un desarrollo modesto, difundiéndose a través de las Sociedades Económicas de Amigos del País, gacetas y tertulias de salón. Destacaron figuras como Jovellanos, Mutis y Fernández Moratín. En arte, el Neoclasicismo floreció con exponentes como Villanueva (arquitectura) y Goya (pintura), gracias al impulso de reformas culturales promovidas por la Corona, incluyendo la creación de academias nacionales y expediciones científicas.

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