Restauración europea, Congreso de Viena y las revoluciones de 1820

Restauración (1815-1830)

La Restauración comprende el período entre la caída definitiva de Napoleón (1815) y el inicio del proceso revolucionario de 1830. Se caracteriza por el intento de los partidarios del Antiguo Régimen de recuperar los privilegios perdidos tras la Revolución Francesa de 1789. La monarquía francesa fue restaurada con Luis XVIII de Borbón, hermano de Luis XVI. Su sobrino, Luis XVII, nunca llegó a reinar, muriendo en 1795, prisionero de la revolución.

La derrota de Napoleón fue interpretada por las potencias europeas como la derrota de la Revolución Francesa. Los vencedores no solo se repartieron el mapa europeo, sino que intentaron recomponer el Antiguo Régimen y eliminar los principios ilustrados que, según ellos, habían provocado la revolución. Las principales potencias involucradas en este retorno al pasado fueron: Austria (Metternich), Rusia (Alejandro I) y Prusia. Los principios políticos clave de este período fueron: legitimidad, absolutismo, equilibrio e intervencionismo.

Congreso de Viena (1815)

El Congreso de Viena, celebrado en 1815, reunió a los vencedores de Napoleón con el objetivo de repartir los territorios conquistados por Napoleón I y restaurar la ideología política del Antiguo Régimen.

Principales beneficiarios del Congreso de Viena:

  • Gran Bretaña: Consolidó su dominio marítimo.
  • Imperio Austríaco: Consolidó su dominio continental.

Consecuencias del Congreso de Viena:

  • Rivalidades entre potencias:

    • Inglaterra y Rusia: Inglaterra buscaba la superioridad naval, mientras que Rusia aspiraba a la hegemonía europea con su poderoso ejército.
    • Austria y Rusia: Rivalidad por el dominio de Polonia y los Balcanes.
    • Prusia y Austria: Rivalidad por el dominio de los principados alemanes.
  • Descontento entre los pueblos:

    • Naciones divididas: Alemania estaba dividida en 39 estados e Italia en 7.
    • Estados plurinacionales: El Imperio Austríaco incluía alemanes, checos, croatas, eslovenos, húngaros, etc., mientras que el Imperio Otomano albergaba turcos, griegos, búlgaros, serbios, albaneses, etc.
    • Nacionalidades sometidas: Noruega a Suecia, Irlanda a Inglaterra, Polonia a Austria, Rusia y Prusia.

Criterios para el reparto territorial:

  • Evitar que ningún territorio se volviera demasiado poderoso.
  • Impedir que Francia volviera a expandirse más allá de sus fronteras (creación de “Estados tapón”).
  • Simplificar el mapa de Europa.

La Ruptura del Antiguo Régimen

Si bien en Viena (1815) se restableció el Antiguo Régimen, el afán revolucionario perduró entre la burguesía, que protagonizó nuevos intentos por alcanzar el poder en 1820, 1830 y 1848. Este período se caracterizó por:

  • Inestabilidad política: Continuos enfrentamientos entre revolucionarios y tradicionalistas.
  • Avance de la Revolución Industrial y el capitalismo: Consolidación de la burguesía y organización del movimiento obrero.
  • Inicio de sentimientos nacionalistas: Luchas contra la ocupación extranjera.

Revoluciones de 1820

Las Revoluciones de 1820 fueron un conjunto de procesos revolucionarios en Europa, en reacción al restablecimiento del Antiguo Régimen en el Congreso de Viena. Sus ejes ideológicos fueron el liberalismo y el nacionalismo. Estos movimientos, iniciados con pronunciamientos militares, buscaban imponer constituciones y limitar el poder del rey. Sin embargo, la intervención de la Cuádruple Alianza restableció el antiguo orden.

Ejemplos de Revoluciones de 1820:

  • España: Levantamiento del ejército (Coronel Rafael de Riego), que obligó a restituir la Constitución de 1812.
  • Nápoles: Organizada por los carbonarios, obligó al rey Fernando I a aceptar una constitución similar a la española de 1812.
  • Piamonte y Portugal: Movimientos similares que carecieron de apoyo interno y fueron ineficaces ante la alianza de los restauradores.
  • Francia: Asesinato del Duque de Berry y fallidas insurrecciones de carbonarios y oficiales.

Independencia de América del Sur

Influenciada por la Independencia de las Trece Colonias y la situación en España, parte de América del Sur logró su independencia. Los intentos de intervención aliados para detener esta oleada revolucionaria fueron rechazados por Estados Unidos, cuyo presidente Monroe, en 1823, proclamó la doctrina “América para los americanos”.

El Socialismo Utópico

El socialismo utópico, entre 1815 y 1848, proponía un mundo más justo para los trabajadores, mejorando sus condiciones de vida y diseñando sus lugares de trabajo y residencia. Este movimiento fracasó debido a la falta de inversión de la burguesía, que consideraba estas instalaciones poco rentables.

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