Formación de los Reinos Cristianos
El dominio musulmán sobre la Península no fue total. El territorio situado al norte de la cordillera Cantábrica y de los Pirineos había quedado al margen del dominio musulmán. Allí vivían unos pueblos que apenas habían recibido influencias de los romanos y los visigodos. Dichos territorios fueron el escenario del nacimiento de los núcleos cristianos de la península ibérica.
En la zona cantábrica surgió el Reino Astur. En la región pirenaica intervinieron muy activamente los carolingios, interesados en proteger el flanco sur de sus dominios. En los Pirineos occidentales, no obstante, se construyó un núcleo independiente, el Reino de Pamplona. En la zona central surgió el Condado de Aragón, dependiente de los francos. La zona nororiental de la península ibérica se convirtió en la Marca Hispánica, territorio fronterizo del imperio carolingio.
Evolución del Reino Astur-Leonés
El primer núcleo de resistencia al Islam surgió en las montañas astures. El origen del reino astur está ligado a la batalla de Covadonga (722), acción de armas en la que los habitantes de la región cantábrica, dirigidos por el noble visigodo Pelayo, vencieron a los musulmanes. Pelayo, convertido en rey, creó el Reino de Asturias, separado del territorio dominado por el Islam por una amplia zona, casi despoblada, que se extendía desde la cordillera Cantábrica hasta el Duero. Este fue un reino pobre y siempre a la defensiva ante el poderío del Emirato de Córdoba.
La consolidación del reino y su expansión hacia Galicia y la Meseta Norte fue obra de Alfonso I y sus sucesores. Procuraron asegurar la ocupación permanente de alguna zona estratégica en la “tierra de nadie”, desde la costa gallega hasta el cantábrico oriental, mediante el asentamiento de hombres en algunas plazas fuertes.
La consolidación del reino se vio fortalecida por el hallazgo del sepulcro del apóstol Santiago a comienzos del siglo IX. Compostela se convirtió en centro de peregrinos y Santiago en símbolo de la resistencia frente al Islam.
Evolución del Reino Navarro
En la vertiente sur del Pirineo los francos habían establecido una franja defensiva entre su territorio y al-Ándalus. Los reyes carolingios trataron de controlar la ciudad. No obstante, acabaron dominando Pamplona e impusieron un conde franco. La familia Arista expulsó al conde carolingio y fue capaz de mantener su independencia con respecto a los musulmanes de Córdoba. Íñigo Arista fue su primer rey. En cuanto a los territorios del nordeste, la Marca Hispánica –condados catalanes–, vivieron bajo la dominación franca hasta finales del siglo IX, en que el conde Wifredo el Velloso llegó a reunir bajo su gobierno varios condados catalanes y se convirtió en el fundador de una dinastía y de un condado: el Condado de Barcelona. Sancho III fue el primer rey cristiano en cobrar parias a los nacientes reinos de taifas musulmanes. A su muerte su gran reino se repartió entre sus hijos y Aragón y Castilla se convirtieron en reinos. Fernando I fue rey de Castilla, Ramiro I lo fue de Aragón y el reino de Navarra quedará para García de Nájera.
La Repoblación
Los reinos cristianos consiguieron trasladar la línea fronteriza del Duero hasta el Tajo con la ocupación de la importante taifa de Toledo (1085). Alfonso VI de Castilla y León y Alfonso el Batallador de Aragón fueron los principales protagonistas. Pero en 1212, en la batalla de las Navas de Tolosa, la mayor parte de los reinos cristianos, unidos a instancias del Papa, consiguieron derrotar a los almohades. La cuarta etapa abarcó el valle del Guadalquivir y el litoral mediterráneo. Durante el siglo XIII Castilla se expandió por el valle del Guadalquivir, la Corona de Aragón por el litoral mediterráneo, los portugueses completaron sus dominios al sur del Tajo, al tiempo que Navarra quedaba bloqueada entre los dos grandes reinos peninsulares y dirigía sus intereses hacia la política francesa.
Modelos de Repoblación y Organización Social
Estos son:
- Repoblación por Presura: Se llevó a cabo al norte del Duero, en el norte de Navarra y norte de Cataluña. Consistía en la libre ocupación de tierras por parte de los repobladores-campesinos, animados por los nobles y la monarquía. Se les concedía la tierra que cultivasen y eran hombres libres. Las zonas cultivadas con este sistema dieron lugar a la aparición de pequeños y medianos propietarios, y a pueblos realengo.
- Repoblación Concejil por Fueros: Se llevó a cabo en las zonas comprendidas entre el Duero y el Guadiana, en el valle del Ebro y en el norte del Levante. Consistía en la concesión por parte del rey de una serie de leyes particulares a ciudades y villas amuralladas que dominaban un amplio territorio agrícola denominado alfoz.
- Repoblación por Repartimiento: Se repuebla con este sistema las ciudades conquistadas a partir de 1212 y consistía en el repartimiento entre los conquistadores de las viviendas dentro de las murallas y las tierras circundantes. A estas ciudades se les suele conceder fuero. El tipo de propiedad va a ser muy variado: desde el gran latifundista al pequeño y mediano propietario dependiendo según su aporte a la conquista. Era un premio por su participación en la conquista.
La Sociedad Feudal
La sociedad feudo-vasallática estaba basada en la existencia de unos vínculos de dependencia hacia un señor a cambio de un beneficio. La debilidad económica de los reyes en esta época los llevó a conceder a nobles y eclesiásticos señoríos territoriales para su explotación económica, que podían llevar aparejado unos derechos jurisdiccionales sobre la población allí con el fin de que estos ejercieran el control del territorio en su nombre. Los estamentos privilegiados, nobleza y clero, que eran los propietarios de la mayor parte de las tierras, estaban exentos del pago de impuestos y gozaban de leyes especiales. Por último, en la base se encontraba el llamado estado llano formado por campesinos y la incipiente burguesía de las ciudades, todos ellos pagaban impuestos y estaban sometidos por relaciones de dependencia al rey o a los señores.
Al margen de esta sociedad existían dos minorías que a menudo fueron perseguidas: los judíos y los mudéjares. Los primeros vivían preferentemente en las ciudades, en unos barrios específicos (juderías o aljamas) y se dedicaban a la artesanía y al préstamo. Los mudéjares, musulmanes en territorio cristiano, se dedicaron a la agricultura y se localizaban principalmente en Navarra y la Corona de Aragón.
La Economía Medieval
Durante la Alta Edad Media fue fundamentalmente agraria. La mayor parte de la población se dedicaba a la agricultura. La propiedad de la tierra era muy diversa; los nobles y la jerarquía eclesiástica tenían señoríos (trabajados por siervos) y grandes latifundios donados por la monarquía durante la repoblación.
Las técnicas de cultivo eran muy pobres: arado romano, barbecho, cereales y vides, ausencia de abonos. Dentro de la economía agraria destacará rápidamente la ganadería, sobre todo tras las grandes conquistas del siglo XIII, así surgirán la Mesta y la Casa de Ganaderos de Zaragoza.
El Honrado Concejo de la Mesta fue creado por Alfonso X. Es una institución que se encargaba de regular todos los aspectos relativos a la ganadería trashumante de ovejas merinas que en verano pastaba en los montes del norte y en invierno en las dehesas de la Mancha, Extremadura y Andalucía. Estaba organizada en cuatro cuadrillas que se reunían en asamblea dos veces al año. Los objetivos de la Mesta eran muy variados: había que explotar los enormes territorios ocupados por Fernando III con una escasa demografía, beneficiar y controlar a la nobleza e Iglesia, dueños de los inmensos rebaños, y homogeneizar la explotación del medio rural sometida a muchas particularidades por los fueros y costumbres de la repoblación.
La monarquía la protegió y benefició a lo largo de su historia. La lana de la oveja merina era la de mayor calidad en Europa. La artesanía se desarrolló en las ciudades que fueron surgiendo a lo largo del Camino de Santiago y en las ciudades conquistadas a los musulmanes. Se regía por un férreo sistema gremial. La artesanía destacó en Andalucía y sobre todo en Cataluña a partir del siglo XIII.
El comercio se desarrolló muy tardíamente.
Los Sistemas de Gobierno
Durante la Edad Media surgirán diferentes fórmulas de gobierno que perdurarán durante siglos y que tendrán mucha repercusión en la historia de la península. Existían unas Cortes medievales, donde se reunían representantes de las ciudades, nobles y eclesiásticos, que sólo tenía poder para vigilar los nuevos impuestos. A lo largo del siglo XIII y XIV existieron numerosas «minorías» y guerras civiles en las que la nobleza arrebató a la monarquía muchas de sus funciones y gobernaron sus señoríos como «reinos de taifas».
Las Tres Culturas Peninsulares
La convivencia en tierras hispánicas, durante la Edad Media, de cristianos, musulmanes y judíos supuso un inevitable trasvase de elementos culturales entre los tres grupos. Por eso se ha hablado con frecuencia de que España fue crisol de estas tres culturas. No obstante, esta convivencia no fue tan idílica como se ha tratado de presentar. Siempre se ha exaltado la gran labor cultural y científica de las escuelas de traductores de Ripoll, Tarazona de Aragón o la Escuela de Traductores de Toledo de Alfonso X “el Sabio”, donde sabios judíos, musulmanes y cristianos colaboraron en la traducción al latín y al castellano de las obras clásicas que previamente habían mandado traducir al árabe los primeros califas. A las comunidades musulmanas y judías, se les obligaba a vivir fuera de las murallas, en barrios especiales, juderías y aljamas, a vestir con señales distintivas de su religión y se les impedía el ejercicio de determinadas funciones sociales.