La estabilidad política del sistema de la Restauración se basaba en la alternancia pacífica de dos partidos políticos fuertes. Sin embargo, el asesinato de Canalejas marcó una crisis en estos partidos, transformando la confianza en enfrentamiento. Paralelamente, crecía la oposición de los partidos republicanos y nacionalistas, caracterizada por:
Auge y Desarrollo de los Nacionalismos
- Cataluña: La Liga Regionalista, de ideología conservadora, luchaba contra la corrupción del sistema y demandaba autonomía. Surgió Solidaridad Catalana, un movimiento que unió diversas fuerzas políticas en pro de la autonomía, consolidando el catalanismo y el republicanismo. La izquierda catalana tardó más en organizarse.
- País Vasco: El PNV se extendió en las instituciones vascas, moderando su postura hacia la autonomía y atrayendo a la burguesía conservadora.
- Galicia: El nacionalismo gallego experimentó un notable desarrollo cultural, aunque no logró consolidarse como fuerza política.
- Andalucía: Blas Infante, considerado el padre de la patria andaluza, fue un gran ideólogo, pero su movimiento tampoco tuvo éxito político inmediato.
Creciente Oposición de los Republicanos
Los republicanos representaban la principal fuerza de oposición al régimen, tanto en las Cortes como fuera del Parlamento. Defendían el progreso y la justicia social, ganándose el apoyo de diversos sectores, desde la burguesía hasta los trabajadores e intelectuales. Surgieron nuevos partidos republicanos, como el Partido Radical, más populista y anticlerical, y el Partido Reformista, más moderado. El PSOE continuaba su crecimiento.
Causas que Llevaron a la Segunda República
La llegada de la República fue recibida con entusiasmo y esperanza de cambio social y político, aunque nació en circunstancias difíciles. Se buscaba transformar la sociedad desde el Estado, construyendo una sociedad moderna y democrática. Las causas de la proclamación de la República fueron:
- La Constitución de 1876, diseñada para una sociedad rural y atrasada, ya no respondía a las necesidades del momento.
- Tras la crisis de Maura y Canalejas, se imponían cambios democráticos que no se materializaron.
- La dictadura de Primo de Rivera enfrentó numerosas críticas y manifestaciones de oposición, quedando cada vez más aislada.
- El sistema estaba agotado, lo que llevó a los partidos de la oposición a establecer el Pacto de San Sebastián, integrado por republicanos, socialistas y anarquistas, con el objetivo de instaurar la República.
- Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, aunque ganadas por los monárquicos, dieron la victoria a los republicanos en casi todas las capitales de provincia y grandes núcleos de población. La gente salió a la calle y se proclamó la República, primero en Éibar y luego en las grandes ciudades. El rey se exilió a París.
- Se formó un Gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora, con miembros de la coalición republicano-socialista, que asumió las tareas de iniciar reformas y convocar elecciones a Cortes constituyentes.
La falta de tradición democrática, la conflictividad social, la lentitud de las reformas y la oposición de los grupos conservadores condujeron a la inestabilidad política. La República también tuvo que enfrentar la crisis mundial de los años 30, que contrajo el comercio exterior, colapsó las inversiones extranjeras y modificó los flujos migratorios, aumentando el desempleo.
El Frente Popular (Febrero-Julio de 1936)
En las elecciones de febrero de 1936, las izquierdas se unieron en el Frente Popular (republicanos, socialistas y comunistas), con un programa de retorno a las reformas anteriores y amnistía para los presos políticos. La derecha formó otro bloque sin un programa definido. La victoria fue para la izquierda, con Manuel Azaña como presidente de la República y Casares Quiroga como presidente del Gobierno.
La derecha no aceptó los resultados y comenzó a preparar un golpe de Estado. El gobierno reinició la reforma, readmitió a los represaliados de 1934, impulsó el Estatuto de Autonomía para Cataluña, retomó la reforma agraria y educativa, y destituyó al presidente Alcalá Zamora. La Falange fomentó el enfrentamiento, creando patrullas armadas que se enfrentaban a los militantes de izquierda, generando un clima de violencia.
El gobierno republicano, consciente del golpe, trasladó a los generales golpistas a otros destinos. El asesinato del teniente republicano José del Castillo por falangistas y, en réplica, el asesinato del diputado de extrema derecha José Calvo Sotelo, precipitaron los acontecimientos. El 18 de julio de 1936, los generales Franco (Canarias), Mola (Navarra), Queipo de Llano (Sevilla) y Sanjurjo (Portugal) se levantaron en armas contra la Segunda República. Muchos mandos militares no se sumaron al golpe y defendieron la República.